<
>

Analizamos las cifras de los contratos a los agentes libres de 2020 en la NFL: ¿Quiénes consiguieron los mejores pactos?

Durante el periodo de agencia libre de la NFL se escuchan muchas cifras que van y vienen; pero no siempre éstas reflejan la realidad. Ese contrato por cinco años y $70 millones del cual acaban de escuchar podría terminar siendo en realidad un pacto por tres años, del cual el equipo se puede escapar apenas transcurridos dos años.

Pero eso no lo convertiría en un mal contrato, bajo ningún aspecto. Simplemente, nos sirve como ventana para mirar la forma como funciona el sistema económico de la NFL. En muy raras ocasiones un agente libre, particularmente uno que juegue en una posición distinta a mariscal de campo, termina laborando hasta el final de la vigencia de un contrato a largo plazo. Esta es la razón por la cual tanto jugadores como agentes presionan fuertemente a los equipos, con el objetivo de hacerse con garantías y sustanciosas cláusulas de rescisión a ejercer durante los primeros dos o tres años de un contrato; porque están conscientes de que usualmente eso es todo lo que pueden aspirar cobrar.

Teniendo en mente lo anterior, todos los años por estas fechas nos gusta dar un repaso a algunos detalles en los contratos perfeccionados durante las primeras fases del periodo de agencia libre y así, ilustrar un poco sobre las diferencias y particularidades interesantes encontradas en cada uno de ellos.

¿Quién cobrará bonos por entrenamientos de temporada baja?

Lo primero que noté fue que no muchos de estos contratos nuevos incluyen bonos por entrenamientos, los cuales típicamente son pagos hechos a los jugadores por haberse presentado a efectuar entrenamientos durante la temporada baja. Debido a los eventos sucedidos en el mundo real y que han despertado innumerables preocupaciones de salud pública a nivel mundial, la NFL ha procedido a aplazar el inicio de los programas de entrenamiento de sus equipos de forma indefinida, existiendo alrededor de la liga una fuerte percepción de que dichos programas no podrán llevarse a cabo este año.

En consecuencia, será difícil aspirar a un bono por entrenamientos producto de un entrenamiento que no se concretó. Entonces, jugadores de la talla de Teddy Bridgewater (Panthers), Rick Wagner (Packers), Nick Kwiatkoski (Raiders), Mario Addison (Bills) y Cory Littleton (Raides), que tienen previstos en sus contratos sendos bonos por entrenamientos por el orden de los $250,000, tendrán pocas probabilidades de percibir dichas compensaciones este año.

El quarterback de los Minnesota Vikings Kirk Cousins tiene establecido en su pacto un bono de entrenamientos por $500,000; no obstante, los términos contractuales indican que dicha cantidad está totalmente garantizada. El contrato de Javon Hargrave con los Philadelphia Eagles especifica que sus bonos de entrenamientos por $250,000 para 2020 y 2021 también se encuentran plenamente garantizados. Qué bien por él. Reiteramos: es posible que algunos de los bonos de entrenamientos de otros jugadores también estén totalmente garantizados y simplemente, no esté claro al leer los sumarios contractuales. Sin embargo, a menos que los jugadores tengan garantizados los bonos de entrenamientos para este año, es probable que dichas bonificaciones terminen desvaneciéndose.

Seguramente, la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA, por sus siglas en inglés) ayudará a cualquier jugador que desee interponer un recurso de queja con el fin de perseguir ese dinero, pero no está claro aún si contarían con fundamentos jurídicos para una actuación de este tipo. Y si consideramos el probable estado de la economía estadounidense para los meses de abril y mayo, no se vería muy bien que un jugador profesional luche en los tribunales por bonos de $250,000, mientras que muchos ciudadanos comunes pierden sus puestos de trabajo.

¿Cuáles agentes libres se hicieron con los mejores contratos?

Principalmente fueron mariscales de campo. Vaya sorpresa. El contrato de Ryan Tannehill con los Tennessee Titans fue un golpe gigantesco por parte del agente Brian Ayrault. Tannehill se hizo con un bono de $20 millones por su firma, aparte de salarios totalmente garantizados, por $17.5 millones en 2020 y $24.5 millones en 2021. Y su salario de 2022 por $29 millones quedará plenamente garantizado de permanecer en el roster para el quinto día del año de la liga de 2021. Por ende, la única circunstancia en la cual Tannehill no cobraría esos $29 millones sería si lo dejan en libertad en marzo próximo, luego de haberle pagado $37.5 millones, debiéndole aún $24.5 millones totalmente garantizados para el año próximo. En consecuencia, Tannehill se hizo con $62 millones plenamente garantizados al momento de suscribir su contrato y con casi toda certeza, terminará devengando $91 millones garantizados por estas fechas el próximo año.

Vamos a detenernos por un instante para apreciar la forma brillante en la cual Kirk Cousins y su agente Mike McCartney jugaron con este sistema. Como recordarán, Cousins firmó hace dos años un contrato totalmente garantizado por tres años y $84 millones con los Vikings. Durante esta temporada baja, faltando solo un año de vigencia de su contrato y con un costo pautado para los Vikings por $31 millones en contra de su tope salarial para 2020, Cousins tenía al equipo entre la espada y la pared. Minnesota no tenía muchas opciones, con la excepción de ofrecer una extensión contractual y así sucedió. Rompieron con las previsiones del último año de su contrato anterior, que le habrían generado $29.5 millones en 2020 y lo reemplazaron con un nuevo pacto por tres años y $96 millones, con $61 millones plenamente garantizados. Adicionalmente, el salario de Cousins para 2022, por $35 millones, se convertirá en una cifra totalmente garantizada, si este permanece en el roster de Minnesota al tercer día del año de la liga de 2021. Mismo caso de Tannehill: ese dinero que podría devengar en 2022 puede quedar plenamente garantizado. Minnesota redujo el impacto del contrato de Cousins contra el tope salarial del equipo para 2020 hasta $21 millones, pero es probable que Cousins tenga a la organización en esta misma posición dentro de dos años.

En lo que respecta a jugadores de posiciones distintas a quarterback, el contrato del esquinero Byron Jones con los Miami Dolphins incluye $46 millones garantizados al momento de su firma, pero dentro de dicha cifra, $6 millones son una porción de su sueldo para 2022 por $14.375 millones. Por ende, si los Dolphins lo dejan en libertad después de dos años, se liberarán de una carga salarial de $52 millones. Hacer que una parte de ese tercer año quede garantizado siempre es un triunfo, ya que incrementa drásticamente las probabilidades de que el equipo mantenga en sus filas a un jugador, por lo menos, durante tres años. Un buen trabajo de los agentes Jared Fox y Alan Herman.

A los San Francisco 49ers realmente les agrada Arik Armstead. En raras ocasiones, los Niners garantizan los salarios de segundo año en sus contratos; a pesar de ello, el agente Chafie Fields pudo lograrlo en este caso. El jugador de línea defensiva se hizo con un bono por su firma de $17.5 millones, aparte de salarios plenamente garantizados por $2.5 millones en 2020 y $6.65 millones en 2021, aparte de un bono de $7.5 millones totalmente garantizado por su opción, pagadero en 2021. En consecuencia, totaliza $34.15 millones plenamente garantizados al momento de pactar y que serán devengados durante los primeros dos años de su contrato.

Andrew Whitworth, de 38 años, concretó garantías para su segundo año con Los Angeles Rams. El agente Pat Dye le aseguró a Whitworth un bono de $5 millones por su firma, un salario para 2020 por $5 millones totalmente garantizados y un bono de roster plenamente garantizado de $2.5 millones para 2022. En definitiva, los Rams pagarán al tackle izquierdo $12.5 millones, incluso si deciden liberarlo después de un año. Siendo más precisos, le pagarán $12,500,077, porque su contrato incluye un bono de $77 por su opción, pagadero antes de 2022. La organización de los Rams es conocida por incluir pequeños detalles contractuales que reflejan cosas valiosas para el jugador y Whitworth usa el número 77 en su camiseta.

Algunos contratos y detalles que despertaron mi interés

• El contrato de Teddy Bridgewater no evita que los Panthers puedan elegir a un mariscal de campo en las primeras rondas de los drafts de la NFL en 2020 o 2021. Bridgewater devengará la cifra de $33 millones plenamente garantizados durante los primeros dos años de su pacto, de los cuales devengará $23 millones durante 2020. Si los Panthers toman a un quarterback y desean convertirlo en su titular del 2021, le habrán pagado a Bridgewater un salario inicial de un mariscal de campo de categorías medias durante un año, debiéndole apenas $10 millones en dinero garantizado para 2021.

• El contrato del esquinero Chris Harris Jr. con los Chargers es una transacción realmente positiva para el equipo. Se trata de un pacto por dos años y la única garantía presente es el bono de $7.5 millones por su firma. Este año, devengará un salario por $2 millones y si juega bien, contarán con él para la próxima temporada a un precio de $7.5 millones (obviamente, se trata de una cifra no garantizada).

• El pacto del edge rusher Robert Quinn con los Chicago Bears, que incluye $30 millones garantizados durante los primeros dos años, podría servir de base para las aspiraciones del altamente cotizado agente libre Jadeveo Clowney, quien aún no ha concretado con equipo alguno. Clowney busca una cifra muy superior, pero el mercado es el mercado. Probablemente, debería cifrar sus pretensiones dentro de un rango similar a lo obtenido por Za'Darius Smith con los Green Bay Packers el año pasado.

• Los Raiders tienen fama de no incluir bonos de firmas dentro de sus contratos (aunque hicieron una excepción en el caso de Derek Carr). Contratar bajo estas premisas les obliga a absorber un mayor impacto en su tope salarial durante los primeros años contractuales, pero se evitan problemas, aparte de enfrentarse a la posibilidad de desembolsar dinero a jugadores que no aporten en el futuro. Así fue como los New York Giants armaron sus contratos de este año. Bradberry, Blake Martinez, Levine Toilolo, Kyler Fackrell... ninguno de ellos pudo obtener bonos por sus firmas. El equipo pudo haber reducido el impacto del pacto de Bradberry dentro del tope salarial de 2020, de $15.9 millones a una cifra cercana a los $6.3 millones, si éste hubiese convertido su bono de roster por $12 millones en un bono por firmar. Pero el equipo prefirió asumir el golpe dentro de su tope salarial de 2020 con el fin de preservar espacio para los años venideros.

• Hablando de los Raiders y mariscales de campo, el nuevo contrato de Marcus Mariota le garantiza $7.5 millones para 2020, lo que supera en $250,000 el dinero garantizado por los Saints a Bridgewater durante el año pasado, con el fin de convertirlo en el suplente de Drew Brees. Mariota puede cobrar $5 millones adicionales si juega, alcanza ciertas metas estadísticas y los Raiders ganan el Super Bowl.