CHARLOTTE, N.C. -- Jeff Nixon era un corredor estrella en la preparatoria State College (Pa.) en 1991 cuando un pequeño centro llamado Matt Rhule se mudó allí desde la ciudad de Nueva York, antes de su temporada junior.
Han sido casi inseparables desde entonces. Eran mejores amigos en la escuela preparatoria, compañeros de cuarto de la universidad en Penn State después de que Nixon hizo un breve desvío a West Virginia. Entrenadores asistentes en el equipo de futbol americano de Temple de 2006 y en 2017, se reunieron en Baylor, donde Rhule hizo de Nixon uno de los pocos coordinadores ofensivos negros en una escuela de la FBS para mandar jugadas.
Uno de los primeros movimientos de Rhule después de convertirse en el entrenador en jefe de los Carolina Panthers el 7 de enero, fue pedirle a su buen amigo que se uniera a él como su asistente ofensivo senior / entrenador de corredores.
Habrían estado en las bodas del otro hace años, si no hubieran planeado sus ceremonias de forma independiente la misma semana, haciendo imposible que estuvieran en dos lugares a la vez.
"Una vez que establecimos las fechas, ninguno de nosotros tuvo las agallas de volver con nuestras esposas y decir: 'Oye, vamos a cambiarlo'", dijo Rhule con una risa.
Rhule es blanco. Nixon es negro. En el contexto de las protestas en todo el país sobre racismo provocadas por el asesinato de George Floyd por un oficial de policía blanco, Rhule y Nixon son un ejemplo de cómo el futbol americano puede unir a personas de diferentes orígenes.
"Ese es exactamente el tipo de Estados Unidos que nos gustaría ver", dijo Nixon. "Eso es una cosa de los deportes que los hace tan grandiosos. Casi todos los equipos tienen tipos de diferentes nacionalidades, diferentes razas y diferentes religiones que se unen para un objetivo común".
Rhule admite que no tiene todas las respuestas, y con frecuencia llama a amigos como Nixon para que le ayuden a entender.
"Conocí a Jeff por primera vez en el vestuario", dijo. "Cuando superas todas las etiquetas que la gente se da, la forma en que la gente se ve, llegas a saber quiénes son las personas. Jeff y yo nos convertimos en los mejores amigos por lo que éramos".
El mensaje
El lunes pasado durante las sesiones virtuales de entrenamiento de temporada baja, Rhule y Nixon escucharon las preocupaciones de los jugadores después de un caótico fin de semana de protestas y violencia.
Dejaron claro que estaba bien protestar pacíficamente, como lo hicieron el linebacker Shaq Thompson, el safety Tre Boston, y otros el lunes pasado en Charlotte.
Rhule reiteró el miércoles, durante una conferencia de prensa de 45 minutos que quiere un "equipo lleno de hombres que saben que su propósito en la vida no es sólo jugar al futbol americano".
"El mundo en este momento no necesita a mucha gente con un montón de opiniones; que le digan a los demás lo que deben pensar y sentir", dijo Rhule. "Para mí, como hombre blanco, no finjamos que entiendo lo que es ser un hombre afroamericano”.
"En lugar de eso, escucho a mis amigos y me dicen cómo es, para que podamos seguir adelante y hacer algo mejor".
Nixon ha ayudado a Rhule a entender las desigualdades sociales desde que tenía 17 años.
"La realidad es que Jeff y yo podemos ser tan similares y tener todos los mismos intereses, pero cuando salimos al mundo, nos ven de dos maneras diferentes", dijo Rhule. "Cuando entiendes eso, realmente te golpea". Nixon cree que la voluntad de Rhule de escuchar y entender es una de las razones por las que Rhule se ganó la reputación de ser un gran constructor en Temple y Baylor, y por qué tendrá éxito en la NFL.
"Sabía desde el principio de la carrera del entrenador Rhule, que iba a ser un entrenador en jefe exitoso", dijo Nixon.
Sin dividir la amistad
Rhule creció como un gran fan de los New York Knicks. Nixon era un gran fan de los Chicago Bulls. Las batallas épicas del equipo en la Conferencia Este de la NBA en la década de 1990 crearon algunos momentos memorables.
"Teníamos tantas batallas en nuestra sala de estar viendo esos juegos", recordó Rhule.
Ni siquiera eso pudo dividir su amistad.
"Mi último año, creo que estaba en su casa todos los días", dijo Nixon.
Ambos sabían en la universidad que querían ser entrenadores de futbol americano, pero sus caminos divergieron. Nixon pasó una década como asistente de la NFL con los Philadelphia Eagles (2007-10), Miami Dolphins (2011-15) y San Francisco 49ers (2016).
Rhule se mantuvo en el nivel universitario con la excepción de 2012, cuando fue asistente ofensivo con los Giants de Nueva York.
Cuando Rhule fue contratado en Baylor en 2017, enfrentando un duro trabajo de reconstrucción en un programa que salía de un escándalo de agresión sexual, sabía que Nixon era la persona adecuada para ejecutar su ofensiva y ayudar a restaurar la integridad del programa.
Fueron de 1-11 a 11-3 en tres temporadas.
"No contrato chicos debido a la amistad, porque desafortunadamente a veces tienes que dejarlos ir, y es difícil dejar ir a un amigo", dijo Rhule. "Sabía lo inteligente que es, lo progresista que es, que siempre trata de mejorar como entrenador".
Nixon tiene más experiencia en la NFL que casi todos los miembros del personal de Rhule, lo que le permite ayudar con cosas como horarios diarios que son diferentes de la universidad.
"Es un tipo [que] será un entrenador en jefe en algún momento si se le da la oportunidad", dijo Rhule sobre Nixon. "Para mí, fue el mejor jugador de nuestro equipo [de la preparatoria] y también el mejor compañero de equipo. Esa es siempre una gran, gran combinación".
Padre y entrenador
William Nixon, uno de los cuatro hijos de Jeff, partió hacia la Universidad de Nebraska a principios de esta semana para comenzar a prepararse para la escuela de verano y la temporada de futbol americano universitario como un receptor / corredor de primer año.
No fue fácil para el mayor Nixon decir adiós.
"Odio que empiece la escuela de esta manera con el virus y todo lo que hay", dijo Nixon.
¿Su consejo? Sé inteligente.
"Obviamente, el país está pasando por un momento difícil, no sólo con el coronavirus, sino todo lo que está pasando en Minneapolis y en todo el país", dijo Nixon. "Definitivamente es una preocupación". Los tres hijos de Rhule son más jóvenes, pero está prestando atención a cómo Nixon maneja esta situación. Aprender unos de otros fuera del campo ha sido tanto una base para su relación como lo que sucede en el campo. "Es un gran padre", dijo Rhule. "Estar con él los últimos tres años y ver cómo cuida y ama a sus cuatro hijos es muy, muy especial".
Nixon también es bueno en lo que hace en el campo. Según el informe de The Associated Press a principios de este año, sólo siete entrenadores negros en las 130 escuelas de la FBS en 2019 se encargaron de ejecutar la ofensiva y mandar jugadas. Otros cuatro sirvieron como co-coordinadores ofensivos. Mientras que el título de Nixon en Baylor era co-coordinador ofensivo / entrenador de corredores, fue responsable de mandar las jugadas.
Y mientras Rhule contrató al ex coordinador de juego aéreo de LSU Joe Brady como su coordinador ofensivo, dejó a Nixon a cargo de posiblemente el activo más valioso del equipo: el corredor Christian McCaffrey.
"Christian es un talento especial", dijo Nixon del corredor que el año pasado se convirtió en el tercer jugador en la historia de la NFL en tener 1.000 yardas corriendo y recibiendo en la misma temporada. "Cuando el entrenador tomó el trabajo y supe que yo iba con él, estaba tan emocionado".
Hombre fuerte, fuerte vínculo
Rhule dice que físicamente Nixon fue uno de los "hombres más fuertes que he visto y aún lo es".
Lo mismo ocurre con la fortaleza mental y la preparación de Nixon, como otros vieron a principios de esta semana cuando Nixon dio una presentación virtual. “Es tan minucioso”, dijo Rhule.
Eso fue parte de la atracción en 1991, cuando el respeto mutuo que cada uno tenía por el otro en el vestuario comenzó a desarrollarse en respeto mutuo como personas.
"En un momento como este en nuestra sociedad lo más importante para la gente es conocerse, escucharse unos a otros, romper los pensamientos, los prejuicios y todas las cosas diferentes", dijo Rhule. "Eso es lo que nos pasó a Jeff y a mí en 1991, y lo llevamos con nosotros hasta el día de hoy".