Directivos de la NFL y la NFLPA tienen programado reunirse de nuevo el martes, luego de que no pudieron resolver los temas más importantes sobre los protocolos de reapertura de actividades en la teleconferencia que sostuvieron el lunes, indicaron fuentes cercanas a la situación a ESPN.
Con el inicio del campamento de entrenamiento programado dentro de dos semanas para la mayoría de los equipos, hay una sensación de que los protocolos relacionados con el coronavirus deben resolverse, a más tardar, el miércoles 15 de julio, al tiempo que jugadores, coaches y otros empleados de los equipos necesitan programar sus viajes.
En la llamada del lunes, indicaron las fuentes, se tocaron temas económicos que enfrentan la liga y el sindicato ante la posibilidad de perder ingresos en 2020, pero la preocupación más inmediata se centra en las reglas bajo las cuales jugadores y staff reportarán y operarán si los campamentos de entrenamiento y la temporada regular inician conforme lo planeado.
Para el lunes por la mañana, los jugadores aún pedían que la liga aceptara la propuesta de pruebas diarias para detectar el COVID-19 (la NFL propuso hacerlo cada dos días), la eliminación de todos los juegos de pretemporada en 2020 (la liga ya canceló dos de las cuatro semanas de pretemporada) y un periodo más amplio de aclimatación en los campamentos para compensar la ausencia de trabajo en el receso de temporada.
Los jugadores también buscan respuestas a preguntas sobre los protocolos de emergencia de los equipos, procedimientos para manejar casos positivos, cuántos casos positivos provocarían el cierre de operaciones y cuáles serían las reglas en relación a los jugadores que no puedan participar en la campaña por tener condiciones que se los prohíban.
Se han alcanzado acuerdos en varios puntos, incluidos los protocolos para operar las instalaciones de los equipos, procedimientos para la limpieza de las mismas y el equipamiento y otros aspectos de la vida diaria en la NFL durante la pandemia.
Sin embargo, las fuentes indican que aún hay resistencia de ambas partes en los aspectos de reapertura que serán drásticamente distintos a una temporada normal.
Los jugadores están en contra de las máscaras de Oakley diseñadas para limitar la propagación del virus, al expresar preocupación sobre los efectos de la visión en el campo. Coaches y equipos están preocupados sobre los rosters reducidos en el campamento de entrenamiento y las restricciones en los tiempos de las prácticas.
“Hay una entendimiento universal de que vamos a tener que someternos al virus” dijo una fuente notablemente frustrada.
Si no hay un acuerdo entre la liga y el sindicato a tiempo antes de los campamentos de entrenamiento, la liga podría imponer sus propias reglas de laborales y requerir que los jugadores las obedezcan, sin embargo, ninguna de las dos partes desea llegar a ese punto, algo que podría desencadenar una batalla legal su los jugadores consideran inseguro el ambiente de trabajo.