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Novatos de rondas bajas y no reclutados, las víctimas de la falta de pretemporada

La cancelación de la pretemporada de la NFL afecta más a jugadores novatos que no tiene lugar asegurado en la plantilla final

Este martes, llegó la confirmación de que no habría pretemporada de la NFL en el 2020, situación que se empezó a sospechar desde que el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional anunciara que no se celebraría el partido anual que da inicio a la temporada de exhibición --que este año iba a contar con los Dallas Cowboys y Pittsburgh Steelers, en Canton, Ohio-- desde finales de junio.

Los jugadores, a través de su sindicato, habían mantenido la firme postura de que los partidos de pretemporada debían cancelarse en su totalidad, para aumentar las posibilidades de un inicio a tiempo de la temporada regular.

Así como los dueños escucharon al gremio tratándose de la exigencia de realizar pruebas de control por COVID-19 diario, al menos en los primeros días del campamento de entrenamiento, nuevamente se alinearon a lo que pidieron los jugadores para asegurar una vuelta a la acción.

La propuesta de eliminar la pretemporada, al menos parte de ella, no es completamente nueva, aunque este año obedece a situación extraordinaria, que es la pandemia de coronavirus. En las negociaciones del acuerdo laboral entre la liga y sus jugadores pasadas, el tema también se tocó, particularmente a la luz de la propuesta de los propietarios de aumentar los partidos de temporada regular, algo que sucederá a futuro.

Hay partidarios a ambos lados del debate. Hay quienes afirman, por un lado, que la eliminación de pretemporada acabará con lesiones innecesarias antes del inicio de los partidos que sí cuentan en los registros. Por otro lado, hay quienes afirman que los partidos sí sirven para poner al cuerpo en forma física para jugar una campaña completa, y que su falta podría resultar en más lesiones durante las jornadas regulares.

En cualquier caso, han sido usualmente los jugadores veteranos los que han apoyado la idea de eliminar partidos de preparación. La realidad es que la pretemporada ha ido cambiando con los años, y cada vez son menos los minutos en que participan los titulares habituales.

Pero, es a través del lente de esta metamorfosis de la pretemporada que encontramos a los que serán, seguramente, las víctimas más obvias de esta decisión: los jugadores no probados que pelean por una de las últimas plazas disponibles en la plantilla final de 53 hombres.

Con los titulares participando cada vez menos tiempo en pretemporada, los partidos de exhibición se han convertido en años recientes, en su mayoría, en escenarios para continuar las batallas por posición de los campamentos de entrenamiento. En muchas ocasiones, lo que se definía durante esas cuatro jornadas no era quién o no era el titular, sino quién iba a tener empleo y quién no, llegado el mes de septiembre.

Las plantillas de temporada baja de los clubes se inflan hasta los 90 jugadores (este año serán 80, gracias a la pandemia), total que debe recortarse a 53 cuando inicia la campaña regular. Allí se contabilizan los aproximadamente 254 jugadores que ingresan cada año a la liga, vía el draft, pero también un número de alrededor del doble de ello que firman como agentes libres no reclutados. Para un número de ellos, recibir muy contadas repeticiones en el campamento de entrenamiento como el tercer, cuarto, quinto jugador en el orden jerárquico puede resultar insuficiente para hacerse notar con un coach. Esos jugadores a menudo necesitan los partidos de pretemporada para ser notados, ya sea por el equipo con el que están, o incluso por otros equipos gracias a los videos de esos juegos de preparación.

Un ejemplo muy famoso de un jugador que logró dejar su marca en pretemporada, y a partir de allí recibir su oportunidad de quedarse en la plantilla final, fue el corredor miembro del Salón de la Fama, Terrell Davis, quien dejó su marca gracias a una tacleada de equipos especiales cuando los Denver Broncos jugaban un partido de preparación en Tokio, Japón. Davis fue un recluta de sexta ronda. Las probabilidades en contra que enfrentan los novatos no reclutados son todavía peores.

En una temporada cualquiera, aproximadamente el 30 por ciento de las plantillas son jugadores no reclutados. Ese número probablemente disminuirá este año, gracias al modo en que se verán perjudicados los novatos del 2020 por esta medida.

La pandemia ha provocado una serie de cambios drásticos a la NFL en términos de planeación de temporada. De acuerdo al periodo de aclimatación que el sindicato de jugadores ha pedido para el campamento de entrenamiento, habría solamente 14 días de práctica con equipamiento completo. Si para un novato con el puesto seguro --pensemos en el quarterback Joe Burrow, de los Cincinnati Bengals-- eso parece exageradamente poco tiempo para preparar una temporada debut, la situación en la que se hallan ahora los novatos no reclutados e incluso aquellos elegidos en rondas bajas es extremadamente frágil.

El lema de "más vale malo conocido que bueno por conocer" aplica también en la NFL, y en muchas instancias los coaches van a preferir un veterano que conozca el sistema de la temporada anterior, para proveer profundidad de plantilla, que a un novato que no sabe lo que es una temporada baja normal, y que no jugará pretemporada.

Si este año vemos menos historias como la de Gardner Minshew II con los Jacksonville Jaguars del 2019 o Phillip Lindsay con los Broncos del 2018, será en buena parte gracias a que la pandemia le quitó a los novatos no reclutados o selecciones de ronda baja una mejor oportunidad para mostrarse ante los equipos.