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Josh Allen, beneficiario de la nueva personalidad agresiva de la ofensiva de los Bills

Los Buffalo Bills llegaron a la temporada 2020 con un claro plan ofensivo para respaldar a su defensiva y con Josh Allen como líder de la estrategia, están determinados a seguirlo al pie de la letra.

En su intento por destronar a los New England Patriots, algo que parece un poco más complicado tras el buen arranque del equipo de Bill Belichick, la transformación ofensiva de los Bills llega en buen momento ante la falta de ritmo con la que su defensiva inició en 2020.

Al ataque, los Bills han logrado darle tiempo a su quarterback y Allen ha respondido con 10 pases de touchdown y dos más por tierra, total que lo hizo convertirse en el tercer pasador con más anotaciones combinadas en las primeras tres semanas de una temporada, sólo detrás de los 14 que suma Russell Wilson también en 2020 y los 18 de Patrick Mahomes en 2018.

Aunque no cuentan con el mejor ataque terrestre de la liga, los Bills amenazan frecuentemente con correr para comprar tiempo para Allen. En la actual campaña, Buffalo ha usado engaños de carrera (play-action) en el 35 por ciento de las jugadas diseñadas de pase, que representa el tercer total más alto en la NFL. En 2019, los Bills terminaron en el lugar 21 en este rubro con 22 por ciento.

Es aquí donde Allen ha desplegado su talento al ser el líder de la NFL en yardas por aire en jugadas de engaño con 515 y pases de touchdown con seis.

Si el trabajo de un entrenador en jefe es poner a sus jugadores en buena posición para producir y ganar, el coordinador ofensivo Brian Daboll ha hecho un sólido trabajo con su quarterback, al tener más movimiento previo al inicio de las jugadas. Los Bills han movido a sus jugadores en el 51 por ciento de sus jugadas en la actual campaña, luego de hacerlo sólo el 25 por ciento del tiempo al ataque la campaña pasada (31 en la NFL).

Si eso les parece familiar, los Bills han comenzado a replicar, aunque de una manera más modesta, lo que los Kansas City Chiefs hacen al ataque con Mahomes: movimientos de hasta tres jugadores previos a la jugada para crear confusión en la defensiva.

Es una liga en la que se copian aspectos que han llevado a otros al éxito.

Incluso, los Bills han usado formaciones con cuatro jugadores en 49 ocasiones en la actual temporada, 22 más que cualquier otro equipo. En 2019 sólo usaron mandaron a cuatro receptores al campo en seis ocasiones.

También debe dársele crédito a la línea ofensiva de los Bills, que le ha ofrecido a su quarterback tiempo, quizá hasta en exceso, para encontrar a sus receptores.

Después de la agónica y espectacular victoria sobre Los Angeles Rams el pasado domingo, Allen era líder de la NFL en pases completos (34), lanzados (49), yardas (590) y touchdowns (6) con tres o más segundos disponibles para lanzar, de acuerdo a NFL Next Gen Stats.

Ante los Rams, completó 11 de 18 envíos para 192 yardas y dos touchdowns cuando tuvo tres o más segundos para lanzar. De hecho, el tiempo promedio que tuvo en ese juego fue de 3.37 segundos.

De cara a la temporada 2020, la percepción era que la defensiva era la que guiaría a los Bills a su primer título divisional en 25 años.

La defensiva de Buffalo no ha tenido el mejor arranque de temporada (24 en promedio de yardas totales por juego y 21 en promedio de puntos permitidos por juego) y tiene talento para mejorar y servir de cómplice de una ofensiva con una personalidad más agresiva y contundente.