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Tom Brady más defensiva, Bucs campeones

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Las claves del SB que le dieron el triunfo a Tampa Bay (3:12)

Ciro Procuna analiza la estrategia de juego y el desempeño del equipo de Brady. (3:12)

El fútbol americano es un deporte de equipo, y una cosa va pegada con la otra al hablar del título en Tampa Bay

La temporada de campeonato de los Tampa Bay Buccaneers no se entiende sin dos grandes elementos. Uno, Tom Brady y dos, la defensiva que tuvo un rendimiento superlativo en toda la postemporada. El fútbol americano es un deporte de equipo, y una cosa va pegada con la otra. Nadie gana un Super Bowl por sí solo.

Todo equipo campeón necesita de un gran líder. Los Buccaneers tenían talento, pero eran un equipo anárquico, errático, inconsistente e irrelevante. Eran el hazmerreír de la NFL, llevaban doce temporadas consecutivas sin meterse a playoffs. Llegó Brady y provocó un cambio de cultura, eso es lo más impactante. De todas las temporadas que le he visto a Brady, esta es la más impresionante por esa transformación que logró en un año en que no hubo pretemporada, con coaches, sistema y compañeros nuevos.

Cuando lanzas arriba del 70 por ciento de tus pases completos, tres touchdowns y cero intercepciones en un Super Bowl, vas a recibir el nombramiento de Jugador Más Valioso. Eso hay que entenderlo como tal, y es merecido ese galardón en manos de Brady. Sin embargo, para mi gusto, el coordinador defensivo Todd Bowles tiene también un mérito superlativo en el resultado del juego. A continuación, lo explico.

La ofensiva de los Kansas City Chiefs solo consiguió goles de campo. Apenas fue el tercer equipo en la historia de Super Bowl en irse sin touchdown; los Miami Dolphins de la edición VI y Los Angeles Rams de la LIII fueron los otros. ¿Lo habrían imaginado? ¿El ataque de Kansas City que despedazó a Tampa con más de 200 yardas de Tyreek Hill en el primer cuarto de su juego en temporada regular? Difícilmente. No me extraña la victoria de los Buccaneers, lo que me sorprende es la forma, el margen, lo extraviado que lució Kansas City al ataque.

La defensiva de Tampa solo necesitó mandar blitz (disparo de linebackers o safeties) seis veces en todo el partido. ¿Qué quiere decir eso? Que solo con los frontales puso a correr a Patrick Mahomes por todo el campo. Esto es relevante porque los siete jugadores restantes estaban cubriendo pase, con el quarterback bajo presión. Mahomes fue apresurado 24 veces en el partido, lo golpearon 12 veces. Los Chiefs tuvieron una línea ofensiva llena de huecos, con sus dos tacles fuera de combate por lesión. Ahí está la clave del partido.

El juego quedó a deber, pero porque los Chiefs no se presentaron. Incluso puedo decir que Andy Reid no tenía sus cinco sentidos puestos en un juego de esta importancia, porque jamás vi ajustes para ayudar a que Mahomes tuviera más tiempo. Distracciones como la del jueves en la noche por el lío en que se metió su hijo seguramente le habrán quitado el sueño.

Por ahora los Bucs son campeones, enhorabuena. No hay mal que dure toda la vida. Tuvieron el acierto de llevar al mejor de la historia que aún a los 43 años fue capaz de cambiar la narrativa de la franquicia. Eso aunado al talento del equipo nos entregan al campeón del Super Bowl LV. Para la historia.