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El escapista Aaron Rodgers

El mariscal de campo de los Packers puede ser el mejor de la NFL cuando quiere, es una pena que solo tenga un anillo de Super Bowl; recuerda que puedes seguir el "Monday Night Football" y Red Zone cada semana en Star+

Cuando Aaron Rodgers quiere, puede ser el mejor quarterback de la NFL. Es una pena que un talento de ese nivel solo tenga un anillo de Super Bowl, pero para llegar a lo más alto no solo el talento basta, hay que ser un buen líder y sobreponerse a momentos de gran adversidad, como lo hizo este domingo por la noche en Santa Clara, California ante los 49ers.

Fue un auténtico acto de escapismo, le bastaron 37 segundos para ganar el partido. No tenía tiempos fuera, no hay problema. Tenía a Davante Adams, que se recuperó de un golpe brutal minutos antes, para atrapar sus pases N° 11 y 12 de la velada y preparar la escena para el gol de campo del triunfo de Mason Crosby de 51 yardas.

Rodgers desgastó todo el juego, con precisión quirúrgica, la debilitada defensiva contra el pase de los Niners. Provocó tres interferencias para 83 yardas, Adams fue una fuerza incontenible que generó otras 132 yardas, y con su amenaza en el juego vertical los tuvo en jaque todo el tiempo.

No olvidemos que Rodgers tuvo que operar con dos novatos en la línea ofensiva (el centro Josh Myers y el guardia derecho Royce Newman) y con el takcle izquierdo de tercer equipo (Yosuah Nijman). Esa golpeada línea ofensiva tuvo que enfrentar a Arik Armstead, Javon Kinlaw y Nick Bosa, todos seleccionados en la primera ronda del draft.

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Durante la transmisión presentamos un dato impresionante. Cuando Rodgers se deshizo del balón en menos de dos segundos y medio, completó los primeros 16 pases que lanzó. Se fue 16 de 17 para 140 yardas y un pase de touchdown en esas condiciones. ¡Una barbaridad! Dos segundos y medio, imagínense por un instante. Son un par de suspiros. Si le mandas presión maximiza su precisión, y ni hablar de la amenaza vertical que fue patente en sus dos primeras series ofensivas con pases de 42 y 47 yardas a Allen Lazard y Marquez Valdes-Scantling... y también en la última serie con Adams.

Todo genial con Rodgers este domingo por la noche, como esos juegos hay muchos otros en su carrera. Es un mariscal de campo capaz de hacer las obras de arte más brillantes, ni duda cabe. Pero también es capaz de dinamitar la armonía que necesita un equipo campeón. Antes era contra Mike McCarthy, esta temporada baja fue contra su directiva. Suficientemente difícil es ganar en esta liga para generar semejantes distracciones.

Lo más difícil de conseguir, lo tiene: talento desbordante. El día que Rodgers se convierta en un líder positivo entonces la historia puede cambiar. El pasado 6 de febrero se cumplieron 10 años de su único triunfo en un Super Bowl.