Lamar Jackson ya tiene experiencia en esto de los duelos ante pasadores de élite en la NFL y en esta ocasión, es ante Justin Herbert que debe demostrar que un quarterback/corredor es igual de efectivo que un pasador convencional para guiar a su equipo al triunfo, cuando los Baltimore Ravens reciban a Los Angeles Chargers. En los últimos años, Jackson tuvo el reto de enfrentar a un quarterback de élite en su generación con características más convencionales ante Patrick Mahomes, quien, pese a ser hábil para escapar de la presión y ganar yardas con sus piernas, trabaja más desde la bolsa de protección. Jackson pudo vencer a Mahomes hasta su cuarto intento en temporada regular y en el marco de la Semana 6 de la actual campaña, enfrentará por primera vez a un Herbert con características similares a las del pasador de los Kansas City Chiefs. Aunque también sabe sacarle provecho a sus piernas, Herbert trabaja más en la bolsa y sus números así lo constatan, de la misma forma en que las estadísticas reflejan el gusto y efectividad de Jackson por correr y aprovechar el sistema ofensivo de los Ravens que potencializa su habilidad. Desde la bolsa o fuera de ella cuando elude la presión, el pasador de los Chargers usa su brazo para hacer daño. Desde la Semana 3, Herbert suma seis pases de touchdown a sus corredores o alas cerradas, el segundo total más alto en la liga en ese periodo. En los primeros cinco juegos de la actual temporada, Herbert ha sumado al menos 25 pases completos en cada uno para tener la racha activa más larga en la liga y empatar la más larga en la historia de los Chargers (Philip Rivers). Al considerar que llega al duelo ante los Ravens con tres pases de touchdown en cuatro juegos consecutivos, se confirma la calidad de Herbert como pasador de bolsa y ágil para lanzar sobre la carrera al alejarse de la presión. Por otro lado, la debilidad defensiva de los Chargers por tierra, por donde permiten 157.6 yardas por juego (la peor en la NFL) y 5.6 yardas por carrera, es una invitación para que Jackson explote su habilidad para correr por sistema o a la menor provocación. El “pasador” de los Ravens suma 34 juegos con al menos 50 yardas por tierra en su carrera de cuatro años en la NFL, cuota que lo empata con Randall Cunningham en el tercer lugar en la historia de la NFL, sólo detrás de Cam Newton (46) y Michael Vick (54). Un dato que refleja la forma en que Jackson vuelve locas a las defensivas rivales con su habilidad para correr y las “read option” (opción de lectura), jugadas en las que corre de acuerdo a la formación defensiva y con un compañero al lado, a quien puede pasarle el balón si un defensivo decide taclearlo, es la racha de 43 juegos de los Ravens con al menos 100 yardas por tierra, la cual no pudieron extender el pasado lunes por la noche. Los Pittsburgh Steelers fijaron la marca de 43 juegos consecutivos con al menos 100 yardas en los años 70 con un ataque terrestre dominante que retaba frontalmente a las defensivas. La racha de Baltimore tuvo como protagonista a Jackson, quien fue el líder corredor de su equipo en 20 de esos 43 partidos. Al final, el sistema ofensivo de los Ravens está construido de acuerdo a las características de su quarterback/corredor y a diferencia de aquellos Steelers de hace más de 40 años, el ataque terrestre que Jackson protagoniza esquiva esos choques frontales con la defensiva para avanzar. Son otros tiempos en la NFL y Jackson es prueba de ello, pero enfrente tendrá a un Justin Herbert que se apega más a los fundamentos, con más habilidades, de una posición que debe ser más letal desde la bolsa de protección.
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