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Cinco razones por las que Rams avanzarán, y cinco por las que no avanzarán, al Super Bowl LVI

Los argumentos, a favor y en contra, por los que Los Angeles podrá acceder al Super Bowl o quedarse en el camino, en el Juego de Campeonato de la NFC

Los Angeles Rams buscan hacer historia esta semana al convertirse en el primer equipo que amarra su boleto al Super Bowl LVI jugando como local en el estadio designado como sede para definir al campeón de la NFL.

La temporada pasada los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady fueron el primer equipo en ganar el Super Bowl en su propio estadio, pero consiguieron su boleto con una emocionante victoria en el Lambeau Field frente a los Green Bay Packers en el Juego por el Campeonato de la NFC.

Los Bucs justamente fueron el rival que los Rams dejaron en el camino para llegar a esta instancia y de no haber sido por una serie de errores protegiendo el balón en el último cuarto, el triunfo podría haber sido más contundente de lo que finalmente fue con un dramático 30-27.

Los Rams buscan volver al Super Bowl por primera vez desde su derrota ante los New England Patriots en la edición LIII hace tres años y justamente acaban de vencer al quarterback que se interpuso en su camino al título ese año.

Pero antes de pensar en el campeonato, Los Angeles debe acabar con el estigma del dominio que han establecido recientemente los San Francisco 49ers sobre ellos con seis victorias consecutivas, incluyendo la barrida en temporada regular.

Cinco razones por las que los Rams avanzarán al Super Bowl LVI

1. La presión defensiva. Los Rams han enfrentado a dos quarterbacks diametralmente opuestos en sus dos partidos de playoffs y el resultado ha sido positivo en ambos enfrentamientos. Primero mantuvieron bajo control a Kyler Murray con dos capturas y cinco golpes, después Brady fue el que sufrió por la presión defensiva con tres capturas y seis golpes, ambos terminaron lanzando intercepciones.

Durante la temporada regular, Jimmy Garoppolo sufrió cuatro capturas y 14 golpes en sus dos enfrentamientos contra Los Angeles, así que podemos esperar más de lo mismo de esta presión constante, aunque necesitan apoyo ofensivo para tener éxito después de dos derrotas.

2. Capacidad de reacción. Los Angeles prácticamente estaba contra las cuerdas, vieron cómo se esfumó una ventaja 27-3 en la segunda mitad y con 42 segundos por jugar iniciaron su serie de la victoria con una captura, cualquier equipo en ese momento habría puesto rodilla en tierra para dejar correr el tiempo y no arriesgarse a otra entrega de balón (después de haber tenido tres en el juego) que los condenara a la eliminación.

En ese escenario, los Rams siguieron adelante, fueron agresivos y movieron el balón hasta la yarda 12 de los Buccaneers en dos pases y se pusieron en posición de ganar. Esos 42 segundos describen a la perfección lo que este equipo es capaz de hacer.

3. Su secundaria. Los Rams suman tres intercepciones y 12 pases desviados en los playoffs, así que su aportación será clave el domingo para vencer a los 49ers.

Es cierto que San Francisco no se caracteriza por lanzar el balón, pero eliminar ese aspecto de un rival facilita demasiado el trabajo del resto de la defensiva.

La secundaria de los Rams se ha beneficiado del trabajo que realizan los frontales presionando a los quarterbacks rivales, obligando tanto a Cardinals como Buccaneers a intentar correr con el balón y el resultado es que ambos equipos se combinaron para 112 yardas y 3.5 yardas por acarreo, números bastante manejables para un equipo con la capacidad ofensiva que ha mostrado Los Angeles:

4. La experiencia de Sean McVay En cinco años como entrenador en jefe, McVay tiene un récord 55-26 (.679), incluyendo una aparición en el Super Bowl.

A estas alturas, McVay ha construido un equipo ganador a ambos lados del balón a través de la agencia libre, el draft y la gestión del talento heredado de otros regímenes.

Es cierto que el tiempo está en contra de los Rams para ganar ese ansiado segundo campeonato y el mismo McVay seguramente es el primero en darse cuenta que no puede desperdiciar esta oportunidad, después de todo, sus dos adiciones más importantes para la temporada (Matthew Stafford y Von Miller) le han respondido con cuatro pases de touchdown y dos capturas en los playoffs.

5. Cooper Kupp. Los Rams enfrentaron un escenario complicado, con el momento del partido inclinado hacia los Buccaneers, que no solo habían empatado el marcador sino que capturaron a Matthew Stafford en la primera jugada de la serie ofensiva, el quarterback confío en el receptor abierto en un pase de 20 yardas para colocarse en territorio de los Buccaneers y después Kupp atrapó otro envío por el centro del campo en la 12 de Tampa Bay para preparar el terreno para el gol de campo de la victoria de Matt Gay.

Si los Rams van a ganar este partido, necesitan nuevamente a la mejor versión de Kupp.

Cinco razones por las que los Rams no avanzarán al Super Bowl LVI

1. Entregas de balón. Las entregas de balón estuvieron a punto de costarle la eliminación a Los Angeles en la Ronda Divisional.

Primero, Cam Akers perdió un balón en la yarda 1 de los Buccaneers con 24 segundos por jugar en la primera mitad en una serie que se perfilaba para terminar en puntos, con una ventaja 20-3 para los Rams prácticamente habría definido el juego, en lugar de eso reanimó a los golpeados Bucs.

Más tarde, con 2:32 por jugar, Akers volvió a perder un balón en su propia yarda 26, Lavonte David lo recuperó y Leonard Fournette lo convirtió en un acarreo de touchdown que empató el marcador con 42 segundos por jugar.

De no haber sido por una reacción bravía de Stafford y la ofensiva, los Rams habrían llegado al tiempo extra con el momento del partido claramente a favor de su rival.

2. Incapacidad para detener la carrera. Los Rams permitieron que San Francisco corriera para 291 yardas en sus dos enfrentamientos de temporada regular, ambas derrotas, con Deebo Samuel convertido en el factor X en esos juegos al promediar 6.23 yardas por acarreo y anotar dos touchdowns. Los Angeles no tuvo respuesta para el ataque terrestre de los Niners, mucho menos para Samuel, quien viene de poner a San Francisco en posición para vencer a los Packers en la última jugada en la Ronda Divisional.

Difícilmente los Rams mostrarán algo distinto a la defensiva esta semana para contrarrestar los embates de San Francisco y su única esperanza podría ser que la ofensiva construya una buena ventaja para obligar a Jimmy Garoppolo a lanzar más el balón.

3. Odell Beckham Jr. Sabemos que el receptor abierto es una bomba de tiempo y en cualquier momento puede convertirse en un problema para la armonía de una ofensiva demandando más pases de los que un quarterback puede comprometer hacia un objetivo, lo que invariablemente se puede traducir en intercepciones. La semana pasada, Beckham atrapó seis de los ocho pases en su dirección y todo fue miel sobre hojuelas, pero en las dos derrotas contra San Francisco en la temporada regular tuvo actuaciones idénticas con dos recepciones para 18 yardas en cada juego.

Es un riesgo demasiado alto tratar de mantener involucrado a Beckham en la ofensiva aérea cuando tal vez lo mejor sea atacar con otras armas, pero también es un riesgo alto no insistir con él y que termine convirtiéndose en una distracción.

4. Antecedentes históricos. Este dato es muy revelador y no es nada bueno para los Rams, pero los equipos que han barrido una serie en temporada regular han ganado 14 de 22 veces cuando se da un tercer enfrentamiento en los playoffs desde 1970. Es decir, solo ocho equipos que perdieron dos veces contra un mismo rival en temporada regular han tenido éxito en la revancha durante la postemporada, aunque la última vez que ocurrió fue el año pasado cuando los Bucs superaron a los New Orleans Saints.

El problema para los Rams es que no solo fueron barridos en la temporada regular, sino que acumulan seis derrotas consecutivas frente a los 49ers.

5. Kyle Shanahan le ha tomado la medida a Sean McVay. Los entrenadores en jefe coincidieron entre el 2010 y 2013 cuando trabajaron juntos en Washington, donde Shanahan era coordinador ofensivo y McVay trabajaba como asistente ofensivo y después como entrenador de alas cerradas, antes de heredar el cargo de Shanahan al año siguiente. Ambos asumieron como coaches de sus equipos en el 2017 y a pesar de los resultados favorables de McVay al principio de su rivalidad, con tres triunfos en cuatro enfrentamientos, Shanahan se ha llevado los últimos seis partidos de manera consecutiva por un marcador combinado 159-108.