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Antonio Zamora y Jorge Valdez: jefes de la familia Auténticos Tigres

Antonio Zamora y Jorge Valdez buscan ganar el campeonato de la Liga Mayor de ONEFA como los “jefes” de la familia que han formado en el equipo de los Auténticos Tigres


Cuando en 2016, Antonio Zamora invitó a Jorge Valdez a integrarse como su mano derecha al mando de los Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) le dejó en claro que más allá de lo deportivo, su objetivo era que el equipo fuera una familia.

Siete años más tarde, el trabajo de Zamora, como head coach, y de Valdez, como el coordinador defensivo, hace que dicha visión sea una realidad que les permite ser los “jefes” de una familia llamada Auténticos Tigres que este viernes disputa su segunda final consecutiva de la Conferencia de los 14 Grandes de la ONEFA.

“Toño me dijo ‘hay que convertir esto no en un equipo, sino en una familia’”, rememora el “Pelón” Valdez en entrevista con ESPN Digital, quien comparte con Zamora un vinculo de 35 años forjado en los campos del futbol americano. Es una amistad e identificación que los ha hecho literalmente compadres.

Se trata de una mancuerna con personalidades contrastantes, en la que Antonio es quien aporta el orden, la sinceridad y el regaño necesario al equipo, mientras que Jorge es el coach consejero, amigo y confidente de los jugadores.

“Somos bien diferentes en el campo. Toño es el reservado y es el que actúa con más inteligencia emocional. Yo soy más impulsivo, me gusta generar vínculos con los jugadores”, relata “Pelón” Valdez. “Pero ese balance nos ha permitido llevarnos también muy bien como amigos. Nos unimos tanto que Toño es padrino de mi hija Emma”.

Estos jefes de familia disputan su segundo juego por el título consecutivo contra Borregos Monterrey, en el mismo escenario, el estadio Gaspar Mass, contra el que cayeron en 2022, pero al que ya también superaron en la primera fecha la temporada 2023 en Houston.

Los lanudos son los actuales campeones y representan al rival que Zamora y Valdez tampoco pudieron derrotar en las tres finales (2001, 2002 y 2005) que los enfrentaron en su etapa como jugadores.

“Sí es un reto especial porque los campeonatos que ya ganamos en Liga Mayor al frente de los Auténticos se dieron en los años que Borregos Monterrey estaba en CONADEIP. Aparte, existe el valor regional, el de ganar el clásico”, comenta Zamora, quien fue quarterback de la UANL de 2001 a 2005.

“Te queda la espinita clavada. Hace un año jugamos tres cuartos buenos y en el último nos desconcentramos, nos alcanzaron y luego nos vencieron en las series extras”, acepta Valdez, para quien las afrentas frente al rival regiomontano han sido hasta motivo de bromas.

“Me invitaron a la ceremonia de entronización de Gilberto Escobedo, el ex quarterback de Borregos Monterrey. Yo era el único de Auténticos presente. Y me dio orgullo haber sido considerado y tengo buenos amigos en esa institución, pero no faltó la carrilla de los que me decían ‘pues si eras un jugadorazo, pero te faltó ganarnos el campeonato” agrega Valdez, quien fue linebacker de los Auténticos.

El presente de Auténticos es un notable programa que les permite tener a jugadores talentosos, egresados de sus semilleros y que estudian en la UNAL, como Luis Montero y ha desarrollado un modelo de marketing deportivo que les permite acceder a recursos económicos extras.

Rivales como niños, compadres como adultos

A los 10 años de edad Zamora y Valdez comenzaron a coincidir en los emparrillados. Mutuamente reconocieron el talento de uno y otro. Dicha identificación los encaminó a una ruta en la que terminarían compartiendo equipo, escuela, proyectos, sueños, pesadillas y realidades.

“Comencé a ver a Jorge desde que teníamos 10 años que empezamos a jugar en contra. A nivel infantil ubicas a los tres o cuatro jugadores buenos del rival y te los sigues topando. Yo lo tenía perfectamente ubicado. Luego nos encontramos en la Prepa 2 y empezamos a hacer nuestra vida en la Universidad. Elegimos la misma facultad aunque con diferente carrera, él como mecánico eléctrico y yo electrónico administrativo”, recuerda Zamora, quien fue quarterback en su etapa como jugador.

“Toño jugaba en el club Vikingos y yo en Osos de la Sierra. Me acuerdo que él era fullback aparte de quarterback. Luego me lo encuentro en la Prepa 2 y ahí empezamos a convivir. Él era el capitán de la ofensiva, yo estaba en la defensa y Toño se enojaba mucho porque yo le interceptaba un montón de pases”, añade Valdez, con una sonrisa, sello de su carácter bromista.

Subieron a Liga Mayor, en la que brillaron individualmente, pero se quedaron cortos en la ambición de obtener el campeonato. Fueron derrotas amargas, pero también épocas en la que ya eran apoyados por sus entonces novias, hoy esposas y también amigas entre ellas.

“Le he dicho a mi esposa que no sé que voy a hacer si perdemos esta final. Ella ya estuvo conmigo en las que perdí como jugador, pero no quisiera que pase lo del año pasado, porque mi hija lloró muchísimo”, dice Jorge en referencia a su esposa, Diana Estela Santos.

“Mi esposa es un referente importantísimo en mi vida. Me apoya durante la temporada regular, en la que se sacrifican muchas horas y fines de semana. Además, ambos creemos en el valor del deporte para nuestros hijos y eso les hemos inculcado”, menciona Zamora sobre Andrea Medina, su compañera de vida, y quien practicó softball de alta competencia que le llevó a ser seleccionada nacional y tomar parte en competencias nacionales e internacionales.

Toño, siempre más organizado y con visión a futuro, es quien ha impulsado al “Pelón” a unírsele en los equipos que les dan dado el cargo, pero que también lo alentó a crecer en lo académico. Ambos tienen doctorado e imparten clases en la UANL.

“Toño fue quien me invitó a ser coach cuando terminamos la etapa como jugadores en 2006 y me incorporó a los equipos que iba tomando hasta llegar a Liga Mayor, a la vez que me decía ‘hay que estudiar la maestría. Ahora hay que ir por el doctorado’”, narra Valdez.

Antonio y Jorge tienen claro que, en caso de ganar el campeonato, sería una proeza resultado de la labor al frente de los Auténticos, pero dedicado enfáticamente a las familias Zamora y los Valdez.

Y que más allá del resultado deportivo, también se saben ganadores del reconocimiento, de la confianza y la lealtad de los suyos en casa y de sus jugadores. Son unos auténticos jefes de familia.