El delantero inglés salió lesionado temprano en el clásico alemán, pero el joven Musiala salió al rescate en los minutos finales
Sin Harry Kane, lesionado muscularmente en el minuto 33, y con 0-1 en contra desde instantes antes, por la carrera inalcanzable y el gol de Byone Gittens para el Borussia Dortmund, surgió Jamal Musiala con un testarazo perfecto en el 84, propio del goleador inglés, para sostener invencible al Bayern Múnich en la Bundesliga.
El 1-1 en el tramo final, con un centro perfecto de Olise, cuando sentía las primeras dudas al frente de la clasificación y cuando lamentaba la baja de Kane, entre la frustración de algunas ocasiones falladas que con el delantero seguramente habrían sido gol, fue el tercer empate que concede en este curso liguero el conjunto de Vincent Kompany, que mantiene el liderato, siete puntos por delante del Eintracht. El segundo se mide este domingo al Heidenheim.
El inicio imponente del Bayern, más trepidante que controlador, decayó con el 1-0 de Byone Gittens. En el minuto 27. Una carrera formidable que transformó con autoridad el extremo local. El mismo al que reemplazó Nuri Sahin en el Santiago Bernabéu en la Champions League con aquella derrota tan dolorosa. Es un futbolista crucial en el equipo.
El gol fue una nueva demostración (su octavo tanto del curso) del jugador de 20 años para desnivelar el choque, cuando el Borussia Dortmund rendía por debajo de su oponente, que, sobrepasada la media hora, encima, perdió a Harry Kane. Su imparable goleador (64 goles en 64 duelos oficiales con el club bávaro, 20 en 19 encuentros en la actual temporada) sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo derecho y reclamó el cambio de inmediato.
Otra mala señal para el grupo dirigido por Vincent Kompany, quien, en cualquier caso, incluso con una baja de la dimensión del delantero más productivo de la historia de la selección inglesa, tiene recursos de sobra en su plantilla para sobreponerse a lo que sea. Le costó crear más ocasiones, se fue al descanso entre dudas, pero volvió casi con el 1-1.
No lo fue porque Gregor Kobel se interpuso decisivo, con una parada sensacional, al remate de Müller al comienzo del segundo tiempo, tras una dejada atrás de Jamal Musiala. Con Kane, probablemente, habría sido gol. Con Müller también lo ha sido infinidad de veces. El veterano atacante ha sumado 245 goles en su carrera en el Bayern Múnich.
También habría sido gol, seguramente, si hubiera sido Kane quien dispuso de la ocasión de Leroy Sané ante Kobel. El remate demasiado cruzado fue decepcionante.
Nada que ver con la fantástica parada después de Neuer, casi en la jugada inmediatamente posterior, cuando negó el 2-0 a Sabitzer. La manera con la que sacó el pie derecho expresa toda su calidad.
La presión del Bayern creció, empujó hacia atrás al Dortmund e insistió en el 1-1.
La entrada de Coman, la conexión con Musiala y Müller y la ofensiva final del Bayern se conjuntaron para hacerse ya acreedor de la igualada, más por aspecto que por ocasiones.
La siguiente oportunidad fue un remate fácil a las manos de Kobel cuando el duelo entraba en su tercio final, hasta que surgió Musiala, en el minuto 84, con un cabezazo al estilo Harry Kane. Determinante.