MUNICH -- Hubiera sido fácil, incluso comprensible, cancelar la entrevista. Unos días antes de que nos encontráramos en la capital bávara el domingo pasado, Manuel Neuer se lastimó la mano derecha durante el entrenamiento. La lesión se describió inicialmente como no seria, pero pronto se convirtió en objeto de mucha intriga, ya que el portero del Bayern Munich se perdió dos partidos y el club se negó a dar más informes sobre la situación. Neuer, también, se mantuvo en silencio.
Sin embargo, cuando llega a la entrevista, se muestra incrédulo de que su compromiso de hablar con ESPN hubiera parecido estar en duda por sus problemas.
"Dije que lo haría, ¿no?" dice con un pequeño encogimiento de hombros. Su única petición es renunciar a los apretones de manos.
Neuer habla de la manera en que juega. Los intercambios iniciales son amistosos pero bruscos.
"¿Cómo estás?"
"Estoy bien, muchas gracias."
"¿Cómo está tu lesión?"
"No está tan mal, me siento bien. Veamos si puedo [jugar] en el campo".
"¿Puedes explicar lo que pasó?"
"Una lesión en mi mano. Eso es todo".
El titular del Bayern y la Selección de Alemania no responde muchas preguntas y suele evadirlas, como los disparos en un calentamiento previo a un partido.
Hay una emoción genuina en su rostro por jugar por primera vez en Anfield el martes por la noche --"Todos los que ven mucho fútbol saben que es un ambiente especial" -- y al respecto del ruido de los aficionados ingleses.
"¿Importa? Por supuesto", dice. "Me gusta cuando los fanáticos aplauden mucho, cerca de la portería. Pero si quieres hablar con tus colegas en el campo de juego, no es tan fácil cuando son ruidosos, no pueden escucharte. Debes hablar de otra manera. Cuando uno se ve y tiene un buen lenguaje corporal, sabe lo que está pasando".
Han pasado casi 38 años desde la última vez que un portero del Bayern estuvo ante el Liverpool. Walter Junghans mantuvo su valla limpia esa noche, en el partido de ida de la semifinal de la Copa de Europa 1981, pero los 'Merseysiders' consiguieron un empate a un gol en Munich y vencieron al Real Madrid en la Final para levantar el trofeo por tercera vez.
Neuer claramente disfruta la oportunidad de participar en un partido de alta presión que dará forma a la temporada de Bayern. No va a entrar en detalles sobre su preparación para los juegos -- "Observaré con los analistas la forma en que los delanteros se mueven y disparan" -- es todo lo que dirá al respecto. Tienes la sensación de que Neuer ha estado calculando ángulos durante tanto tiempo en el campo que no puede dejar de hacerlo. Es reacio a proporcionar cualquier información, llegando a la conclusión de que no le es beneficioso hacerlo.
Por otro lado, es generoso en sus elogios al portero del Liverpool, Alisson: "Me gusta su estilo. Lo he visto en Roma, y lo he visto en la Selección de Brasil, está haciendo un gran trabajo".
Neuer agrega que siempre está interesado en mirar a los diferentes porteros, sus "habilidades e ideas". Sin embargo, no disfrutó ver lo que le sucedió al predecesor del brasileño, Loris Karius, quien tuvo la peor noche de su vida en su carrera profesional en la final de la Champions League 2018 en Kiev.
"Estaba con el combinado nacional, y todos vimos el partido juntos. Esperábamos que le fuera bien. Es un portero alemán. Realmente lo sentí por él. Fue un día triste para los porteros".
El Bayern necesita desesperadamente evitar un destino similar contra el Liverpool si quieren ver el resto de la temporada sin graves repercusiones. No ganar la Bundesliga por primera vez desde el 2012 podría ser perdonable, pero ser eliminados en octavos de final de Champions no lo sería.
Toda Alemania estará al pendiente del encuentro, con ganas de descubrir si el Liverpool es tan bueno como lo que se promociona ampliamente y si los errores de los bávaros son solo un problema menor o síntomas de una situación más profunda.
El propio Neuer también estará bajo el foco de atención. Será observado de cerca por amigos y enemigos en busca de signos de incomodidad después de la remontada en la victoria por 3-2 del Bayern sobre el Augsburg el viernes por la noche. No había nada que pudiera haber hecho en el autogol de Leon Goretzka ni en el disparo de Ji Dong-Won. En general, se ve un poco menos infalible que antes de este año, justo por debajo de su mejor nivel. Y así está el resto del equipo.
Presionado para encontrar una explicación para la decepcionante campaña del Bayern hasta el momento, Neuer apunta con el dedo a sí mismo y a sus compañeros de equipo.
"Fue culpa nuestra, la culpa de los jugadores", dice. "Le dimos muchos oportunidades a los oponentes y las aprovecharon. Nosotros no. Jugábamos bien ante los equipos contra los que jugamos, pero no siempre obtuvimos los puntos. Tenemos que hacerlo mejor".
Desde el comienzo de la segunda vuelta de la temporada tras las vacaciones de invierno, Neuer insiste en que ha visto una mejora: "Hemos progresado. Seguimos con vida en las tres competiciones, y no vamos a perder el título de la liga siempre que haya una posibilidad".
Siempre profesional, prefiere pensar en el viaje para enfrentar al equipo más duro al que se han enfrentado como una oportunidad para brillar y demostrar que los reportes del mal nivel de Bayern han sido muy exagerados.
"Con suerte", dice, "será una gran noche para nosotros".