David Rodríguez, nacido en San Luis Potosí en el 2002, entrenó por dos semanas con el Bayern Múnich, tiempo en el que el futbolista del North Texas, reserva del FC Dallas, dejó buenas sensaciones en los entrenadores del conjunto alemán. Rodríguez, quien no ha tenido contacto con la selección mexicana, pero sí ha representado a Estados Unidos, fue uno de los cinco juveniles que el equipo de la MLS mandó a las instalaciones de los teutones.
“Me comentaron que les gusté bastante, que tengo mucha calidad en los pies, en la cabeza, que tomo buenas decisiones, que sé cómo jugar, cuándo jugar y que me adapte muy bien al equipo. Realmente creo que hice las cosas bastante bien, creo que me vi muy bien y no pudieron detectar un error en mí”, externó el jugador de 17 años de edad a ESPN Digital, quien además agregó que le sorprendió la velocidad en la que juegan en Europa, misma a la que terminó por adaptarse.
“Fue una experiencia nueva desde el momento que llegué teniendo un mini estadio, su propio campus, todo ahí, las personas son amables, hay muy buen ambiente. Me sentí muy bien, siento que estoy al nivel. Me logré acoplar a esa velocidad, entrenando con ellos uno mismo se adapta luego, luego, creo que no fue muy difícil y fue algo que disfruté mucho”.
Rodríguez ha estado ligado al futbol desde los primeros años de su vida, en los que adquirió el gusto por el balompié gracias a su hermano Arturo, tres años mayor que él y al futbol del Barcelona donde conoció a Andrés Iniesta, su ídolo, sin embargo, también sufrió un fuerte revés por la mudanza de su familia a Estados Unidos cuando lo buscó Pachuca.
“Estuve en una escuela de futbol de Chivas ahí en San Luis, después de ahí me ofrecieron irme a las fuerzas básicas del Pachuca, pero mi padre no dejó irme por el motivo de que nos íbamos a mudar todos para Dallas y pues llegando acá tuve que empezar desde cero. Me agüeité un poco porque pensaba que ya iba a poder llegar e iba a estar en el equipo”.
Ya en Texas, junto con su padre y hermano, buscó una oportunidad con el FC Dallas, pero en primera instancia no fue recibido: “Llegamos a las fuerzas básicas, hicimos pruebas, pero no nos quedamos en el momento y nos mandaron a un equipo más bajo, pero igual de Dallas, ahí estuvimos dos o tres años entrenando hasta que se dio la oportunidad en la academia”.
Finalmente fue aceptado por el FC Dallas en el 2017, pero lo mandaron al North Texas, equipo de la USL League One, equivalente a la tercera división de Estados Unidos, categoría en la que ha destacado como mediocampista ofensivo, incluso le llegó el primer llamado a la selección Sub-17 de las barras y las estrellas en el 2018, misma que no pudo representar en la pasada Copa del Mundo por problemas de su pasaporte.
“Fui a un campamento a Inglaterra con la selección de Estados Unidos, pero como no pude conseguir mi pasaporte americano se me fue la opción de ir al mundial en Brasil”.
El nacido en San Luis volvió a tierras azteca en el 2018 para jugar con el FC Dallas el torneo Internacional 2018, en el que enfrentó a América, Guadalajara, Pachuca y Atlas en las canchas del CAR y en el Nemesio Díez.
“Me sentí muy bien y muy emocionado de jugar el Internacional, tuve un buen papel en el torneo llegamos a la final, pero no se dio el resultado. Me sentí muy emocionado de volver a jugar en México fue una muy buena experiencia”.
El joven de 17 años de edad, quien ha tenido la oportunidad de jugar algunos partidos junto a su hermano en el North Texas, asegura que no ha tenido contacto alguno con la selección mexicana, ni con algún equipo azteca, pero no oculta su intención jugar para el Tri.
“No le cierro la puerta a México, sería un gran orgullo también representar a México”.
Rodríguez volvió con halagos de Alemania tanto de los entrenadores del Bayern Múnich como los del North Texas, sin embargo, no le comentaron si volvería con los teutones en el futuro, como pasó con el defensa Chris Richards, quien al igual que el mexicano fue a entrenar, pero ahora es parte del club bávaro.
“Anteriormente fue un jugador (Chris Richards) para Alemania, les gustó y él se pudo quedar allá, entonces Dios quiera me vaya bien y podría pasar lo mismo”.