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Independiente este fin de semana debía ganar para meterse otra vez en la disputa por los cupos clasificatorios a la sfinales de la Copa de la Liga y apenas empató 1-1 de su equipo frente a Atlético Tucumán, lo que generó un visible malestar entre los hinchas. Y este lunes, en el predio que el club tiene en Villa Domínico, y donde estaba trabajando, un ataque cardíaco sorprendió a Alejandro el “Polaco” Semenewicz, un verdadero ídolo del club. Después de repasar las conquista en el club, las redes sociales oficiales del Rojo despidieron al Polaco: "El pueblo rojo te estará eternamente agradecido. Hasta siempre Polaco Semenewicz, que en paz descanses". El exfutbolista de 74 años se desempeñaba en el área de captación del Rojo y en esta jornada estaba desarrollando sus tareas habituales cuando sufrió una descompensación y fue atendido por dos médicos. Más tarde llegaron dos ambulancias, pero no pudieron hacer nada para reanimarlo. Por este motivo las autoridades de Independiente tomaron la decisión de suspender todos los entrenamientos que iban a desarrollarse en esta jornada de todas las categorías, incluso de la Primera que jugó ayer por la noche ante Atlético Tucumán y lo hará nuevamente el viernes contra Banfield. Emergente de una familia de inmigrantes y de clase obrera del sur del conurbano bonaerense. Estanislao hacía mantenimiento de máquinas en la vieja fábrica de neumáticos Firestone, en Llavallol. Allí, en esa localidad, formó su hogar con Ana, que se dedicó a los quehaceres domésticos. Ambos originarios de Polonia, tuvieron a Ana y Alejandro, que nació el 1° de junio de 1949 y con los años quedó inmortalizado como El Polaco. Semenewicz debutó en Deportivo Morón, donde en 1968 logró el ascenso en el club que luego se retiró. Allí es muy recordado porque formó parte del único plantel que pudo llevar a la institución a la máxima categoría. Por su destacada actuación en el Gallito pasó al Rojo en 1970, donde estuvo seis años y conquistó los campeonatos Metropolitano en 1970 y 1971, las Libertadores en 1972, 1973, 1974 y 1975, la Intercontinental 1973 y la Interamericana en 1973, 1974 y 1976. Polifuncional cuando el término aún no había sido bien desarrollado en el fútbol, el Polaco podía ocupar todos los puestos de la mitad de la cancha y también desempeñarse como marcador central. Y hasta jugó de delantero. Llegó a jugar en la Selección Nacional. Sin embargo, una pela con un rival en un partido frente a Yugoslavia le cerró las puertas para siempre. La dictadura de Juan Carlos Onganía quiso hasta meterlo preso. Semenewicz no fue tras las rejas, pero hubo una orden de que no volviera a vestir la camiseta nacional. Inclusive se salvó de la sanción a nivel local. “Dije que les entendía el idioma y me peleé porque habían insultado a mi patria. Gracias a eso me dejaron seguir jugando en Independiente”, contó. Hasta siempre Polaco.
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