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Marcelo Méndez y el histórico Independiente vs. Racing con hat-trick de Frutos y el golazo de Agüero

Marcelo Méndez, entrenador y ex futbolista uruguayo, recordó en ESPN el clásico de Avellaneda jugado en 2005, donde Independiente venció 4 a 0 a Racing con un hat-trick de Nicolás Frutos y un golazo del Kun Sergio Agüero. “El partido lo abro yo con un cabezazo”, señaló entre risas.

El 11 de septiembre de 2005 por el Torneo Apertura 2005, el Rojo recibió a la Academia en la Doble Visera y, siendo dirigido por Julio Falcioni, formó con Bernardo Leyenda; Martín Pautasso, Méndez, Fernando Cáceres, Eduardo Domínguez; Lucas Pusineri, Mariano Herrón, Esteban Buján, Lucas Biglia; Sergio Agüero y Nicolás Frutos.

Por su parte, el técnico Guillermo Rivarola alineó a Gustavo Campagnuolo; Martín Vitali, Gustavo Cabral, Diego Crosa, Jorge Núñez; Milovan Mirosevic, Diego Simeone, Juan Manuel Torres, Sebastián Romero; Rubén Capria; y Raúl Estévez.

Fue mi primer clásico entre Independiente y Racing, era como todo el sueño de tu carrera de uno criarse viendo el fútbol argentino, y de repente en prácticamente en menos de un año encontrarte siendo parte de esa fiesta estaba buenísimo, y realmente lo recuerdo con mucha alegría por todo lo que se dio. Desde que salimos del hotel, la gente de Independiente acompañando al equipo”, comenzó señalando Méndez.

El ex defensa uruguayo había debutado en Fénix en la Segunda división profesional en el año 2000, y tras cuatro temporadas en Primera fue transferido a Junior de Barranquilla, desde donde llegó a Independiente en 2005.

“Era un equipo que nos costaba mucho todo, por decirlo de alguna forma, pero que habíamos tenido un buen arranque. Íbamos ahí arriba y poder resolver el partido de la forma en que se dio, un 4 a 0 con la cancha llena… Esas sensaciones son las que uno más recuerda porque las soñó y después poder vivirlas era un privilegio”.

En aquel clásico, Méndez protagonizó una jugada determinante: al minuto 33, conectó de cabeza un córner y estuvo a punto de marcar el 1 a 0, pero el Chaco Juan Manuel Torres rechazó la pelota con la mano sobre la línea. El árbitro pitó penal y expulsó al volante de la Academia, Nico Frutos remató y abrió el marcador.

Siempre bromeo que el partido lo abro yo con un cabezazo. Le había dicho a Buján que iba a hacer el gol, entonces cuando me doy vuelta le dije ‘más o menos’, no hice el gol, pero estuvimos ahí”, recordó Méndez.

Nico Frutos remató el penal y abrió el marcador. Ya en el segundo tiempo, Frutos anotó otros dos goles (a los 56’, de cabeza; y a los 75’, de penal). Y al minuto 82, se dio la recordada acción del Kun Agüero en la que le enganchó tres veces al defensa Crosa antes de rematar de zurda y poner el 4 a 0 definitivo: “El cuarto gol fue el gol del Kun que era la frutilla de la torta, ¡no pateaba más! ‘Pateá, por favor’, pensaba”, contó Méndez.

“Fue un golazo. Lo único que empaña ese partido es que, ganando 4 a 0, me expulsaron; era una falta que se podía haber evitado, pero a veces el temperamento te lleva a tomar malas decisiones. Tenía amarilla, hago una cobertura con Estévez, llego tarde, lo barro y me costó la expulsión; quedaban creo que cinco minutos. Como era todo fiesta, no pasó nada”, dijo el uruguayo.

Y respondió cuando se le consultó si hubiera preferido hacer el gol de cabeza o no ser expulsado: “¡Prefiero el gol de cabeza! Porque hacer un gol en un clásico como Independiente vs Racing debe estar buenísimo, no se pudo dar, pero sirvió para que el equipo empezara ganando”.

“Agüero nos salvaba todos los fines de semana”

Méndez relató lo difícil que era enfrentar a un jovencísimo Agüero en los entrenamientos de Independiente: “Aparte no lo queríamos ni tocar, nos salvaba todos los fines de semana, le prendíamos la velita al Kun. Una bestia, tenía 16, 17 años, pero físicamente era un toro”.

Y apuntó sobre los amagues del argentino: “El cuerpo a cuerpo era prácticamente imposible. Y después era muy potente en espacios cortos, y tenía un freno que frenaba y frenaba, uno que era un poco más lentón o pesadote, para el freno precisaba dos tiempos y ahí él sacaba la ventaja”.

“Buena gente, buen compañero. También estaba haciendo sus primeras armas con mucha ilusión de lograr todo lo que logró después”, concluyó el uruguayo.