¡Partido para el infarto! Cuando terminaba el juego y era triunfo de San Lorenzo, Tomás Molina rescató a Argentinos Juniors y, de cabeza, puso el 1-1 para el Bicho a los 95 minutos. De todas formas, en una tremenda definición por penales, el Ciclón se impuso 8-7 y avanzó a las semifinales del Torneo Apertura.
No hay otra forma de describirlo: el primer tiempo fue absolutamente aburrido. No hubo situaciones de peligro y los dos equipos jugaron muy lejos de los arcos. Es cierto, Argentinos manejó la pelota y buscó, pero en ningún momento encontró la fórmula para penetrar a la defensa rival. San Lorenzo, desde el vamos, se plantó atrás y buscó recuperar para salir rápido de contra, aunque las veces que lo intentó siempre terminó perdiendo la pelota sin arribar al área.
El comienzo de la segunda parte fue similar a la primera; el Bicho intentó generar con su tridente integrado por Lescano, Alan Rodríguez y Herrera, pero jamás pudo complicar a Gill. San Lorenzo, que había perdido a Romaña en el entretiempo por un golpe en la cabeza, supo mantener la firmeza en el fondo a pesar de la ausencia del colombiano. Y, cuando Argentinos empezó a evidenciar signos de desgaste, Muniain apiló rivales, abrió para Herrera, éste tiró el centro y Vombergar, de cabeza, la puso contra el palo y sentenció el 1-0. Sorpresa absoluta en el Diego Armando Maradona.
La desesperación comenzó a invadir a los futbolistas del local. Empezaron a reinar las imprecisiones, las faltas innecesarias y los centros sin sentido. Sólo faltaba la última firma para determinar el triunfo del Cuervo, que se cumplieran esos seis minutos que había adicionado Facundo Tello. Sin embargo, apareció un héroe para rescatar al Bicho, el mismo que le dio nueve goles a lo largo de este Torneo Apertura. Francisco Álvarez la puso en el área y Tomás Molina cabeceó para, a los 95', poner el 1-1 y desatar la locura de todo el estadio.
Llegó la definición por penales y reinó la efectividad. Los arqueros no pasaban ni cerca de la pelota, cada uno de los pateadores le pegaban en gran forma, y nadie fallaba. Hasta que llegó Maxi Romero, que había entrado en la segunda parte, y le pegó despacito hacia las manos de Gill, que contuvo el remate. Luego, Gastón Hernández liquidó la serie 8-7 en favor del Ciclón.
Ahora, los de Boedo se metieron entre los cuatro mejores equipos del fútbol argentino y esperan rival: Platense o River.