Platense eliminó a River Plate por penales en el Monumental y dio el gran golpe del Torneo Apertura 2025, certamen en el que enfrentará a San Lorenzo en semifinales.
El Calamar estuvo ganando casi todo el partido por el gol de Vicente Taborda, cuyo pase le pertenece a Boca. Y pese a monopolizar la tenencia del balón, al equipo de Marcelo Gallardo le costó mucho doblegar al conjunto dirigido por la dupla Orsi-Gómez. Al final, después de tanto empujar, consiguió el empate con polémica, gracias a un tanto de penal de Franco Mastantuono, pero en la tanda, el gran karma de los de la banda roja, festejó la visita.
Luego de unos octavos de final en los que habían ganado siete de los ocho locales -la excepción, justamente, había sido el Marrón, verdugo de Racing en Avellaneda-, la segunda ronda eliminatoria venía siendo el opuesto: Huracán bajó a Central en Rosario, San Lorenzo eliminó a Argentinos Juniors por penales en La Paternal e Independiente borró a Boca en La Bombonera.
Y el último golpe de los cuartos de final lo dio Platense, que se impuso en una suerte de derbi barrial -una rivalidad que data de la época del Calamar en Saavedra- caliente en Núñez. Si bien no cortó la racha de 29 años sin triunfos contra este rival, festejó una de las noches más especiales de su historia.
River atravesó distintos momentos en el semestre. Pasó de un inicio irregular, confiando en revertir la imagen, a las dudas que se sembraron por la falta de juego asociado, sumado a resultados adversos, como la caída en penales contra Talleres en Paraguay. Pero desde aquel día, encadenó 17 partidos sin derrotas y cambió su imagen, empezando por lo anímico, a partir de la goleada en el Bosque y el triunfazo superclásico contra Boca.
Eran 23 goles en los últimos 7 partidos, con un saldo de 5 victorias y 2 empates. Pero esas rachas se terminaron este martes en el Monumental, porque este empate agónico tiene todo el sabor de la derrota.
Como de costumbre, el conjunto de Gallardo dominó desde el inicio, y hasta pudo abrir el marcador con una jugada colectiva en la que Driussi no pudo vencer a Cozzani. Pero tuvo muchos, demasiados, problemas para vulnerar las dos (confiables) líneas defensivas que planteó el Calamar.
Platense le cedió la pelota a River. Orsi y Gómez sabían que, si querían meterse entre los cuatro mejores del campeonato, tenían que hacer un partido sin fisuras. Y también habían tomado nota: los equipos que habían intentado jugar en el Monumental de igual a igual habían sufrido mucho, como Vélez (1-4) e Independiente del Valle (2-6).
La dupla, entonces, aceptó no manejar el balón, pero presionó lo más lejos posible de Cozzani. Lotti y Martínez fueron los primeros defensores un par de metros adelante de mitad de cancha, con Taborda y Mainero acompañando con salidas rápidas cada vez que se podía.
Y con una estructura defensiva muy aplicada, sin errores no forzados, sin prácticamente sufrir en las pelotas aéreas, Platense fue neutralizando a un River que fluía en su juego pero era inofensivo porque no podía romper en tres cuartos de cancha.
El triángulo Bustos-Fernández-Mastantuono trataba de desarticular al Marrón, pero el '30', quizás la figura del campeonato, no estaba con la chispa de otros días. Y las diagonales de Colidio, mucho más fino para generar que para definir, no alcanzaban.
El golpe del primer tiempo lo dio Vicente Taborda, surgido del Xeneize, a los 29 minutos, y evidenció el gran karma de River en 2025: los errores defensivos. Una pelota frontal derivó en un despeje a medias de Martínez Quarta, que le permitió a Ronaldo Martínez habilitar rápidamente a Taborda, quien definió ante la salida de Armani y anotó el 1 a 0.
Desde ahí, Platense prácticamente no volvió a atacar, pero tampoco sufrió en su arco. Al final, el 26% de la posesión le alcanzó y le sobró para mantener a raya a River y lograr una clasificación histórica.
Porque en el complemento el Millonario empujó, estimulado por su gente, y tuvo en la cabeza de Colidio el 1-1. Pero Cozzani reaccionó de gran manera y poco a poco el anfitrión empezó a chocar con la impaciencia de su gente.
Hasta los 70 minutos, aun con el resultado en contra, River jugó con la calma que le otorgaba su gran presente, el hecho de sentirse en estado de gracia, pero los últimos 20' fueron complicados y le hicieron perder el juego que tanto rédito le venía dando.
Gallardo mandó a la cancha a Borja, cambiando el esquema y poniendo tres puntas, y después probó con Lanzini y Aliendro (se guardó un par de modificaciones), pero nada de eso funcionó y el que estuvo a punto de liquidar el cotejo fue Platense, pero increíblemente Martínez Quarta le dio al palo y luego salvó Armani.
Y en la última, con el rival ya completamente acorralado en su área, llegó la polémica: Yael Falcón Pérez cobró lateral para River, cuando el último en tocarla había sido Martínez Quarta, y ahí vino la jugada del claro penal de Vázquez a Borja.
El que se hizo cargo fue Mastantuono, el pibe de 17 años que no para de sorprender, y con mucha jerarquía marcó el 1 a 1 a los ¡102 minutos! Las quejas de Orsi, Gómez y compañía fueron en vano, ya que era una jugada no revisable por el VAR, y todo se fue a los penales.
La estadística marcaba que River no jugaba una tanda en casa desde 2007, ante Arsenal de Sarandí por la CONMEBOL Sudamericana (fue derrota), ya que las siguientes 15 eliminatorias habían sido en cancha neutral o en condición de visitante.
Pero su karma histórico, exacerbado en el terreno contemporáneo, no entiende de localías. Ahora son ocho derrotas seguidas en este tipo de definiciones: Boca en dos ocasiones, Patronato, Inter de Porto Alegre, Rosario Central, Temperley, Talleres y Platense.
Como contra la T en la Supercopa Internacional, la serie de hoy empezó favorable, porque Mastantuono y Borja metieron y Armani le atajó a Saborido (había convertido Vázquez). Pero luego empató Mainero, Castaño pateó al palo y, cuando el Pulpo le atajó a Zapiola, el VAR determinó que (claramente) se había adelantado.
Zapiola en la segunda no falló, a diferencia de Driussi, que no pudo con Cozzani, y Schör le dio la histórica clasificación a Platense, que festejó a lo grande en el Monumental.
En semifinales, el Calamar visitará a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro (del otro lado, Independiente recibirá a Huracán en Avellaneda), mientras que River se enfocará en su último partido de la CONMEBOL Libertadores, el próximo martes contra Universitario en Núñez, buscando quedar lo más arriba posible en la tabla de primeros.