Boca se despertó a tiempo ante Barracas Central y ganó 3-1 en el partido pendiente de la fecha 12 del Torneo Clausura con un factor clave: el ingreso de Exequiel Zeballos.
El primer tiempo del Xeneize había dejado muchas dudas. Con un cambio de esquema, posicionando a Alarcón por derecha y prescindiendo de Aguirre, el equipo de Ubeda perdió desequilibrio, concentrando su juego todo por el medio.
La temprana expulsión de Tapia en Barracas, por doble amarilla, generó más problemas para la idea de Boca. 10 vs. 11, los locales reforzaron dos bloques bien sólidos y taparon a los creativos, con un Leandro Paredes que no destacó como otra veces.
Para colmo, Barracas logró ponerse adelante con un golazo de Insúa de otro partido, pegándole desde lejos y sorprendiendo a Marchesín. Con estas cartas sobre la mesa, el plantel inicial del Xeneize no tenía demasiada vida y así lo interpretó Ubeda.
El entrenador salió al complemento con un cambio: entró Exequiel Zeballos y Williams Alarcón se quedó en el banco. Ahí se rompió lo que estaba establecido.
El Chango ya venía de tener un ingreso fundamental ante Belgrano. Con el equipo perdiendo 2-0, el extremo aportó un gol y generó otras situaciones claras que no pudieron concretarse.
Para este partido, su buen rendimiento lo colocó por encima de Aguirre, que no entró y tuvo que observar desde el banco lo hecho por Zeballos.
Su impacto en el desarrollo fue inmediato. Tirado por banda izquierda, su zona de confort, aportó el 1 vs. 1 que era necesario en la franja de definición.
A los 53', intentó una gambeta, exigió y no le salió, pero en esa búsqueda abrió la puerta para el 1-1. Milton Giménez la peleó, se metió al área con pelota dominada y anotó el 1-1.
Cuando el resultado ya era de 2-1 favorable a Boca, y con muchos espacios para el golpe letal, Zeballos fue la clave para el gol definitivo.
Tras un tiro de esquina de Barracas, Merentiel habilitó al atacante, que quedó solo contra dos rivales. La tiró larga, ganó en velocidad pese a los intensos forcejeos de los defensores y habilitó a la Bestia, que tuvo que empujarla para el 3-1.
Así ganó Boca. Sufrió, no demostró su mejor versión pero contó con un Zeballos que está sacando a relucir ese nivel con el que había deslumbrado en categorías menores y que, principalmente por cuestiones físicas, no podía hacerse presente en Primera.
Desde el banco le dio otro aire a Boca, que sigue de lleno en la pelea por ir a la Copa Libertadores 2026. Pero, ¿será tiempo de que se gane la titularidad en el puesto que era de Aguirre?