Llega el gran Superclásico del fútbol argentino. Boca mejoró, con un aporte clave de su delantera, y recibe a River en La Bombonera, el domingo próximo, por la 15ª fecha del Torneo Clausura 2025, en un duelo interzonal. El gran cruce arranca a las 16:30 (ARG/URU/CHI) y 14:30 (COL/PER/ECU) y se podrá ver en vivo por ESPN Premium.
Boca, que llegaba en una situación peor a la de River, levantó cabeza y ahora arriba mejor a este apasionante partido, que no solo es atracción en el fútbol argentino, sino en el mundo entero. El Xeneize, con Claudio Ubeda como técnico, tras el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, es el actual puntero del Grupo A y el Millonario, dirigido por Marcelo Gallardo, marcha 6º en el B. Por ahora, ambos están ingresando a los playoffs.
Además, más allá de lo que significa este clásico en sí mismo, hay una lucha especial en la Tabla Anual: hoy Boca está 2º, detrás de Rosario Central, y a falta de dos jornada se está clasificado directamente a la Copa Libertadores, su meta, tras dos años quedándose afuera, mientras que River figura 3º, a cuatro puntos de su rival de toda la vida, entrando a la fase de repechaje. Si gana el local, jugará la tradicional máxima competencia continental en 2026 y hasta un empate lo dejaría muy bien acomodado, en tanto que su adversario está obligado a ganar, inmerso en un duro presente.
La delantera de Boca, en buen nivel antes del Superclásico
En Boca reaparece Leandro Paredes, el termómetro del equipo, que maneja los hilos en el mediocampo. Y juegan un papel clave los atacantes, que vienen dulces y aportan una luz de esperanza tras tiempos difíciles. Miguel Merentiel, Milton Giménez y el recuperado Exequiel Zeballos son las piezas determinantes del Xeneize en ofensiva, frente a un Millonario que viene padeciendo a la hora de defender. Y hay que tener en cuenta que el experimentado Edinson Cavani lleva más de un mes sin jugar por lesión.
Boca, después de durísimos golpes, había mejorado en el Apertura pasado, pero la caída 2-1 ante River en el Monumental, en el Superclásico previo a este del domingo en La Bombonera, desembocó en la salida de Fernando Gago como DT. Desde entonces, entre el nuevo interinato de Mariano Herrón y el arribo de Russo, incluyendo su participación en el Mundial de Clubes en Estados Unidos, el Xeneize deambuló con un nivel muy irregular.
Tras ese cruce en Núñez, en abril, Boca apenas metió ocho goles en sus siguientes 11 partidos, en los que no pudo cantar victoria. En total, fueron 12 encuentros consecutivos sin ganar, alcanzando su peor racha histórica. Su situación cambió con la goleada por 3-0 sobre Independiente Rivadavia, en Mendoza, y contanto ese cruce lleva 10 seguidos en los que convirtió 22 tantos, sumando seis triunfos y solo dos caídas. En este período, aplastó 5-0 a Newell's en casa.
Por lo tanto, el conjunto ahora conducido por Ubeda casi triplicó su cuota de gol, esa que siempre es bienvenida, porque resuelve partidos trabados y parejos, aporta tranquilidad y confianza y hasta ayuda a lograr objetivos. Merentiel es su mayor carta ofensiva y también aumentó su cosecha, tras valiosos goles frente a River en el citado duelo en Núñez y contra Bayern Munich (un golazo) en el Mundial de Clubes.
Desde el éxito sobre Independiente Rivadavia, que cambió la tendencia de Boca en 2025, 11 de sus 22 goles, es decir, la mitad, los hicieron sus tres principales piezas de la actualidad: Giménez metió cuatro (solo en los cuatro últimos compromisos), Merentiel logró cuatro y Zeballos convirtió tres. En tanto, se anotó uno Cavani y otro Brian Aguirre. Además, Rodrigo Battaglia fue valioso al aportar tres tantos.
Por calidad y categoría, Merentiel es la gran carta de Boca en ataque, se le sumó Giménez y, en este último tramo fue clave Zeballos porque ayudó abriendo a los rivales, tirando centros precisos y metiendo goles importantes. Sin dudas, sin Cavani y con Aguirre que bajó un poco su rendimiento, el "Changuito" era el futbolista que necesitaba y extrañaba el equipo.
Por eso, el Xeneize llega en racha, con dos triunfos claves de visitante sobre Barracas Central y Estudiantes de La Plata, en tanto que River viene de sufrir una racha histórica, de cuatro derrotas seguidas como local, siendo tres en el Clausura. Así, el anfitrión se ilusiona con dar otro gran golpe sobre la mesa justo frente al Millonario, para clasificarse a la Libertadores, y dejar más comprometido todavía al rival de toda la vida.
