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Wanchope Ábila y el Boca-River de Madrid: "No tenía clima de final, faltaba el 'humo' y la gente de acá"

En una entrevista exclusiva con SportsCenter, Ramón Wanchope Ábila aseguró que la definición de la Copa CONMEBOL Libertadores jugada en Madrid entre River y Boca “no tenía clima de final”, describió la intensidad que se vive cotidianamente como jugador del Xeneize y se emocionó al recordar a Diego Maradona, a quien pudo despedir de una manera muy especial en el velorio del Diez.

La entrevista se puede ver en SCShorts, por el Plan Premium de #DisneyPlus y el canal de YouTube ESPN Fans.

En un diálogo íntimo, sensible y a fondo con Pablo González, el delantero cordobés afirmó que la única camiseta que se besa es la de Instituto, el club del que es hincha desde chico, manifestó su idolatría por el cantante de cuartetos Carlos la Mona Jiménez y rememoró la sonrisa que le sacó a Lionel Messi cuando Boca enfrentó a Barcelona por la Copa Joan Gamper.

Asimismo, Ábila compartió la triste historia de un sobrino –a quien consideraba como un hermano- que se quitó la vida debido a una depresión derivada de sus adicciones. En ese sentido, remarcó la importancia de la salud mental y aseguró que el dolor familiar, especialmente para sus padres, es interminable.

Ábila y la experiencia inexplicable de jugar en Boca

Cuando debió responder qué significó en su vida jugar en Boca, Ábila respondió: “Uy, es algo inexplicable. No lo puedo decir con palabras, porque no abarcaría todo lo que se siente jugar ahí, en esa cancha, tener la presión, la exigencia, ponerse esa ropa todos los días. Es un mundo hermoso”.

También se refirió a la final de la Copa CONMEBOL Libertadores que el Xeneize jugó contra River, mientras contemplaba el gol que convirtió en el partido de ida, luego de rematar de derecha y aprovechar el rebote del arquero Franco Armani para sacudir la red con un zurdazo. “Fue hermoso. Hay que patear al arco. Mientras tenga dirección de arco, hay posibilidades”, afirmó el delantero cordobés.

“Se te baja la presión, eh. Entre el festejo, la emoción y todo… se te pega una nublada en la vista. Decís: ‘Mierda, ¿qué pasó acá?’. Ahí me paré, respiré y volví a arrancar, porque es bravo. Mucha gente, mucha emoción, es lo que uno desea, hacer un gol de ese tipo y la gente está esperando para desahogarse. Lindo, lindo”, describió.

Al recordar la definición en el Santiago Bernabéu, Wanchope dijo: “Fue lindo, hermoso, pero no tenía clima de final. Faltaba el ‘humo’ de acá, la gente de acá. Estoy hablando de clima, eh. Lo jugamos a muerte, obviamente. El partido era acá, el morbo era acá y estaba hecho para que se jugara acá. Después, la cancha es hermosa, divina, los vestuarios son lindos, pero en la cancha somos 11 contra 11, el pasto es más o menos similar”.

Más allá de la caída en esa histórica final, Ábila destacó haber llegado a esa instancia y auguró una revancha Xeneize. “Obviamente todos queríamos ganarla, pero gana uno solo y lo importante es llegar a competir. Es el clásico rival y uno nunca quiere perder ni quiere estar en esta en esta situación, pero es el destino. El tiempo seguramente hará que en otro en otro momento suceda y ojalá que le toque a Boca”, destacó.

Wanchope Ábila y las risas de Lionel Messi cuando Boca enfrentó a Barcelona

El recuerdo en el Bernabéu llevó la charla hacia Barcelona, porque Ábila también jugó allí contra el equipo que capitaneaba Lionel Messi, a quien el delantero le arrancó una sonrisa con una ocurrencia típicamente cordobesa.

Fue en 2018, por la Copa Joan Gamper, cuando el 10 de la Selección estaba en un gran momento. “Tengo una foto en Instagram en la que nos estamos riendo, porque hubo un tiro libre y le digo: ‘Dejalo patear, si a éste lo infló la prensa. No es tan bueno’. Y él se empezó a reír. Se divirtió y después me regaló el short (pantalón corto). Se portó bien Leo. Le agradecí a través de un periodista amigo. Y me devolvió el mensaje”, rememoró.

La de Instituto, la única camiseta que besa Wanchope

Ábila también remarcó su fanatismo por Instituto, el club del cual es hincha y el que lo puso en vidriera del fútbol nacional. “Siempre digo que la única camiseta que me beso es la de Instituto, el club de mis amores. Respeto mucho todas instituciones, los quiero, la he pasado muy bien y todo, pero no hago ni el gesto ni nada por el estilo, ni cerca, ni por más que tenga construido un palacio y un monumento”, planteó. “La única camiseta que me beso es la de Instituto porque soy hincha, soy muy fanático y lo siento así”, subrayó.

En ese tramo de la charla, el delantero reconoció que quiere volver a la Gloria en algún momento, ya que considera que tiene varios años de carrera por delante. “Pienso jugar hasta que me dejen de llamar”, dijo.

Sueños y pesadillas en la vida de Wanchope Ábila

“La pelota es algo que me dio una vida soñada. Lo que antes era inalcanzable, ahora es habitual, normal. Me dio el orgullo de ayudar a mis padres, a mis hermanos, a mis hijos, y me ayudo a mí mismo con todo esto para que todos estemos un poquito mejor y todos tengamos una vida digna. Me enorgullece hacerlo, solo por haber jugado a la pelota”, destacó Ábila al final de la charla, luego de plantear la precariedad y las privaciones de su infancia.

Así como se refirió a momentos felices, el delantero abordó un tema sensible, al recordar que un sobrino, a quien consideraba un hermano, se quitó la vida debido a una depresión derivada de sus adicciones.

“Tenía problemas de adicciones y depresión. Es un sobrino que criaron mis padres. Era como mi hermano. Tenía 25 años, tenía un fachón, era buen chico, compañero, solidario, pero tenía una adicción. No vi cómo venía la jugada, me la enteré después”, relató en un momento. “La depresión lo hizo tomar una decisión que no era la acertada. Él paró su dolor, pero el dolor a nivel familiar es interminable, porque mis padres desde ese día ‘se murieron’ y todavía no lo pueden sobrellevar”, explicó.