Las lágrimas emocionadas e incontenibles, al momento de su reemplazo para que la Bombonera completa lo aplaudiera sobre el final de la tarde, y su grito de gol junto a los hinchas, después de abrir el marcador, marcaron dos de los movimientos sísmicos más conmovedores de la victoria 2-0 de Boca sobre River en el Superclásico del fútbol argentino.
Exequiel "Changuito" Zeballos, la figura de la cancha, abrió la cuenta para el Xeneize, fue clave para el 2-0 y le dio la pincelada final a un lienzo pintado con resiliencia y dientes apretados. Después de atravesar numerosas lesiones, algunas de ellas complejas, el joven delantero santiagueño anotó por tercer partido consecutivo y fue una pieza fundamental para que Boca se asegure, en casa y ante su público, la clasificación a la Copa CONMEBOL Libertadores.
Los primeros pasos del Changuito Zeballos en Boca
Dirigido por Miguel Ángel Russo, el Changuito Zeballos debutó en Boca en el triunfo 2-0 sobre Newell's del 29 de noviembre de 2020, por la Copa de la Liga Profesional. Tenía 18 años y estaba llamado a ser figura.
Su primer gol con la camiseta del Xeneize llegó, de penal, en la histórica goleada 8-1 sobre Central Córdoba de Santiago del Estero, en diciembre de 2021. Dos días más tarde, el delantero santiagueño anotó el gol del empate del 1-1 de Boca contra Barcelona, por la Copa Maradona, en Arabia Saudita.
Sin embargo, el camino no sería nada fácil. Llegarían las lesiones y la sequía goleadora que ahora, después del Superclásico de noviembre de 2025, ya parecen apenas malos recuerdos.
Una seguidilla interminable de lesiones
La primera de las graves lesiones del Changuito ocurrió el 10 de agosto de 2022, cuando Milton Leyendeker, de Agropecuario, le cometió una infracción inusualmente violenta que le fracturó la tibia durante un partido de Copa Argentina. Aquella brutal patada envió al delantero al quirófano. No sería, por cierto, la última vez.
A principios de 2023 se retiró visiblemente molesto en la derrota 1-2 contra Talleres. Rengueaba y se tomaba la rodilla izquierda. Los estudios médicos determinaron una rotura de meniscos, por la que debieron operarlo nuevamente.
Luego de recuperarse de esa lesión, en octubre de ese 2023 sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha, poco después de haber ingresado en un partido entre el equipo de la Ribera y Belgrano de Córdoba.
¿El saldo? Un nuevo paso por el quirófano y la ausencia en la final de la Copa Libertadores contra Palmeiras.
Las lágrimas de la resurrección de Exequiel Zeballos
En noviembre de 2024, hace poco más de un año, el Changuito se quebró en llanto en la Bombonera, al volver al gol después de un año de sequía, alimentada por las recurrentes lesiones.
Desde el 18 de agosto de 2023, cuando había anotado frente a Platense, el delantero pasó más de un año sin sacudir las redes con la camiseta azul y oro. Por eso, aquel tanto frente a Godoy Cruz, en una goleada 4-1 en casa, fue el grito del desahogo y el inicio de una nueva esperanza.
Luego llegarían goles aislados, contra Vélez (noviembre de 2024) y Argentino de Monte Maíz (enero de 2025), en ambos casos por Copa Argentina, y los dos primeros en el Clausura, contra el mismo rival, Independiente Rivadavia, en febrero y agosto de este 2025.
La racha goleadora del Changuito Zeballos, héroe en el Superclásico contra River
Frente a Belgrano, poco después de la muerte de Miguel Ángel Russo, el entrenador Claudio Ubeda le dio una nueva oportunidad y marcó el descuento en la derrota contra el Pirata 1-2. A la fecha siguiente recuperó la titularidad y vivió fuertes emociones, ya que falló un penal pero anotó un golazo en el triunfo 2-1 sobre Estudiantes, en La Plata.
Llamado a mostrar su gran momento, el Changuito hizo estragos en el partido contra el Millonario. Fue figura, anotó el primer gol y abrió el camino para que la Bestia Merentiel pusiera le 2-0.
Dos grandes goles. Dos goles imborrables para un pibe santiagueño que le puso el pecho a todos los contratiempos y terminó siendo héroe en un Superclásico que lo tuvo como actor protagónico en el césped de la Bombonera.
