Diego Martínez volvió a sentarse en la sala de conferencias de la Quemita. Dos años después de su salida, y tras un recorrido que incluyó Boca Juniors y Cerro Porteño, el entrenador fue presentado nuevamente como director técnico de Huracán. A los 47 años, regresa al club en un momento sensible: con el Globo golpeado por la polémica eliminación del Torneo Clausura y con la necesidad urgente de recuperar estabilidad deportiva.
Martínez, que ya había dirigido al equipo hasta 2023, habló durante más de veinte minutos y dejó varias definiciones importantes sobre su vuelta, el plantel, el proyecto y el sentimiento que lo une al club.
Diego Martínez: "Nos elegimos mutuamente con Huracán"
Desde el inicio, Martínez dejó en claro que su regreso no fue casual ni forzado por las circunstancias. "Contento por lo que encontré, se respira el ADN de Huracán. Nos elegimos mutuamente. Un amigo nos juntó, hablamos, y tanto ellos como yo sentíamos que mi vuelta era lo mejor". En ese tono, descartó la idea de una revancha con respecto a su primera etapa: "Revancha no me gusta llamarlo. Siento que hicimos un buen trabajo. La revancha es cuando no salen las cosas. Esto es una oportunidad de volver a disfrutar. Son detalles los que te llevan lejos, trataremos de mejorar".
Identidad, juveniles y la sociedad con Walter Coyette
Martínez remarcó que su búsqueda futbolística no cambió desde su primer ciclo. "La idea es la misma que intentamos tener siempre. La oportunidad de trabajar con Coyette (en las formativas del Quemero) es importante para darle espacio a los chicos. Siempre decimos que los chicos hechos en la casa tienen otra identidad".
En ese punto, reforzó el valor del hincha y la cultura barrial: "El hincha de Huracán es eso: club de barrio, pasión. Esa parte de amor y ese grupo de trabajo que hicimos nos da fuerza. El equipo tiene una base sólida y nos gusta; es un condimento especial".
Un club marcado por Frank Kudelka y la polémica final del Clausura
El nuevo DT también analizó el cierre deportivo del año, un tramo atravesado por el escandaloso empate con Barracas Central que dejó al Globo afuera de los octavos del Clausura. "Siento que el equipo estuvo muy marcado por Frank. Después de la tormentosa eliminación se hizo difícil, también por las ventas. Así y todo, llegaron a los playoffs. Creo que podemos ajustar un par de cosas para volver a pelear por el campeonato".
Sobre el club, lo vio renovado: "Siempre le están haciendo cosas nuevas. Sigue creciendo y eso me genera mucha ilusión. Escuchaba a Diego Simeone decir que uno va a un club y siente que se puede quedar toda la vida, aunque a veces te tengas que ir por diferentes cuestiones".
"El piso que encontramos es muy bueno; el techo se lo van a poner ellos. Lo vamos a descubrir entre todos. El momento institucional es para admirar", agregó Martínez sobre el contexto actual.
Un regreso con cicatrices y aprendizajes para Diego Martínez
El retorno de Martínez se dio tras un reencuentro con la dirigencia, que debió resolver viejos conflictos. Cuando el DT partió en 2023 rumbo a Boca Juniors, Huracán le cobró la rescisión de su contrato. Aquella etapa dejó tensiones con David Garzón (entonces presidente), hoy vicepresidente. La nueva gestión, encabezada por Abel Poza, avanzó para cerrar su regreso.
Martínez había dejado una huella fuerte en su primer ciclo: salvó al equipo del descenso tras llegar desde Tigre, lo llevó a un primer puesto parcial y lo clasificó a las instancias decisivas. Su salida se produjo tras la eliminación por penales ante Platense en cuartos de la Copa de la Liga 2023. Luego tuvo un paso irregular por Boca y una experiencia positiva en Cerro Porteño, donde terminó segundo en la liga paraguaya.
