<
>

Lugano como dirigente: la chance de ver las cosas desde el lado opuesto

Diego Lugano, actual gerente de Relaciones Internacionales del San Pablo de Brasil, contó a ESPN de qué se trata su rol. “El presidente me da libertad para intervenir, opinar e incidir en casi todas las áreas, sin obligación diaria de estar todos los días allá, pero decidimos todo lo que pasa”, explicó.

El excapitán de la selección uruguaya también dijo que trabaja en el área de marketing del club, poniéndose en contacto con los jugadores, y trabajando en las relaciones institucionales dentro y fuera del país, así como aportar en decisiones de comunicación del club.

“Me vinculo en todas las áreas porque también todos me conocen y aporto en todas, y consigo tener decisión en todas las áreas, lo que me permite crecer muchísimo porque todo lo que antes veía de un lado, ahora puedo verlo del otro”, añadió.

En ese sentido, Lugano contó que suele bromear con el gerente financiero del San Pablo porque cuando era capitán del equipo y no se había pagado algún premio al plantel, solía mandarlo llamar “para matarlo” y nunca aparecía. “Ahora lo veo laburando, lo que suda, no duerme, consiguiendo recursos para pagar. Le dije ‘qué injustos que éramos con vos a veces, que como no sos una figura pública, cada vez que no se paga un premio o algo te queríamos matar’. Ahora vemos que es un tipo que labura y hace malabares para que San Pablo cumpla el día, que tengamos un equipo competitivo, y muchas cosas que empecé a saber del otro lado”, contó.

El efecto coronavirus

Lugano mencionó que el brote de coronavirus tomó a San Pablo, desde lo deportivo, “en un momento en que el equipo estaba empezando a engranar”, luego de conseguir triunfos por Copa Libertadores y el Campeonato Paulista. “Desde el punto de vista deportivo, tal vez el parate no es en el mejor momento. Obviamente, lo más grave son las consecuencias que está teniendo a nivel económico la institución”, indicó.

San Pablo padeció una enorme rebaja en sus ingresos durante estos meses y el presupuesto salarial es muy grande, lo que “desbalance en el presupuesto y consecuencias que recién están comenzando”.

De todas maneras, Lugano mostró su preocupación por los equipos de menor poderío económico, tanto de la Primera División, como de las categorías inferiores. “Creo un poco injusto que quienes marquen el ritmo de la vuelta del fútbol sean los cuatro o cinco equipos grandes. Acá en Brasil se consulta a San Pablo, Flamengo, Palmeiras, y quizás Corinthians e Inter, y a los jugadores de esos equipos, que tienen una realidad que no es la del 90% del fútbol”, comentó.

También dijo que San Pablo tiene casi 900 funcionarios y que se buscó hacer un recorte salarial consensuado con el plantel cuando todo esto comenzó, pero que los jugadores no lo aceptaron por entonces. Más adelante, el club no tuvo otra opción que pagarles el 50% de los salarios a los futbolistas para poder soportar el resto de la estructura de la institución. A su vez, explicó que las mismas rebajas también aplicaron a los dirigentes que son pagos, como es su caso.