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Xavi y lo impropio de hablar de suerte

Hablar de "suerte” es propio de los equipos de media categoría para abajo y el Barcelona definitivamente no lo es

Me ha sorprendido lo dicho por el entrenador del FC Barcelona luego de conocer al rival que enfrentará en la ronda de Dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, esto tras el sorteo celebrado en Nyon el pasado lunes 7 de noviembre. Más allá de que en esta clase de instancias sea la Diosa Fortuna la que determine el futuro próximo inmediato de los clubes involucrados, me parece desproporcionado que Xavi Hernández se haya atrevido a decir que su equipo tuvo “mala suerte” de que el Manchester United sea su rival para esta instancia de eliminación directa.

Abandonarse en los brazos de la bondad o, en este caso, de la maldad de la llamada “suerte” es, en ambos casos, poco serio y hasta irresponsable. Y lo es sobre todo cuando se dirige a uno de los equipos más importantes no sólo de tu país sino de todo el mundo. Entiendo que es muy fácil dejarse llevar por la disonancia entre lo que esperas y lo que terminas recibiendo, pero se debe ser muy inteligente a la hora de manifestarse al respecto y creo que no lo hizo así el 'Míster' blaugrana.

Con toda seguridad ha pesado, y mucho, el nuevo fracaso que recientemente vivió él y su equipo en la Champions League, sobre todo porque se ha producido en medio de una tormenta económica que ha tenido que ser paliada por diversas 'palancas' financieras para obtener recursos de manera urgente y que, sin duda, le hipotecarán las ideas y hasta la respiración a todos los integrantes de la entidad catalana. La no calificación a los octavos de final del torneo de clubes más importante del mundo ha sido un golpe brutal para allegarse de los todavía muy necesarios millones de euros que ahora deberán ser obtenidos obligadamente con lo único que queda disponible: la segunda competencia continental.

Levantar este trofeo supondrá enfrentar entonces, por principio de cuentas, a los Diablos Rojos ingleses. Sin embargo, hoy en día el equipo de Erik Ten Hag no vive precisamente los momentos más brillantes de su historia. Si bien es cierto que últimamente han acusado una mejoría y han revertido de a poco los magros resultados que dejó el alemán Ralf Ragnick la temporada anterior, los veinte veces campeones de la Liga de Inglaterra no son ni remotamente el mejor equipo inglés de la actualidad (y desde hace un buen rato). Enseguida me viene a la mente el escandaloso 6-3 que le endilgó el City en octubre pasado o la más reciente derrota ante el Aston Villa. Nada que ver con el United de la época dorada de Sir Alex Ferguson, aunque este tema lo dejaremos para otro espacio.

Hablar de"suerte” es propio de los equipos de media categoría para abajo y el Barcelona definitivamente no lo es. Xavi debió omitir esta palabra y haberse quedado con lo que también dijo y que es completamente válido, tema que nos da para abrir otro derrotero en la conversación. Habló de que enfrentará “al rival más difícil”, “al peor” que le pudo haber tocado en los play offs. Aunque de acuerdo con los argumentos arriba señalados, los ingleses probablemente no lo sean (veo más fuertes al PSV y al Unión Berlín), para el nacido en Tarrasa los rivales de la “Isla del Futbol” fueron y son los menos apetecibles tras el sorteo en Suiza.

Es importante señalar que pasarán muchas semanas antes de que la serie se celebre (primero en el Camp Nou el 16 de febrero y la vuelta el 23 en el 'Teatro de los Sueños'). Por tal motivo es válido pensar que, tanto el Barcelona como el Manchester United, probablemente lleguen en condiciones muy diferentes a las actuales, lo cual nos obligará a observar a estos dos gigantes del balompié europeo (que protagonizaron una Final de Champions en 2009) con otros lentes.

Sin embargo, yo no escuché o leí decir a Ten Hag que tuvieron “mala suerte” al saberse rivales del Barcelona. Me parece que, a diferencia de Xavi, el neerlandés tiene en claro que hablar de suerte, buena o mala, no es propio de la jerarquía y la historia de un equipo como el United.