Manchester United contra Chelsea. Final de la UEFA Champions League 2007/08. Por primera vez dos equipos ingleses definían el título. En la cancha estaba Carlos Tevez, que había llegado a Manchester un año antes. Y era también la primera oportunidad de ganarla para Cristiano Ronaldo, en su quinta temporada jugando para los Red Devils dirigidos por el legendario Sir Alex Ferguson.
CR7 convirtió un gol y terminó festejando tras un partido duro y parejo, jugado bajo una lluvia por momentos torrencial, que finalizó después de la medianoche de Moscú (se jugó en el Estadio Olímpico Luzhniki) y tuvo alargue y penales.
Pero antes el portugués pasó por una situación que luego describiría diciendo: “Fue el peor momento de mi vida”. Aunque ese mismo día, durante las celebraciones, tomó todo con más calma: “Me desilusionó (errar el penal) pero anoté durante el partido, lo que fue más importante”.
Los 90 minutos terminaron 1 a 1. A los 26, Cristiano puso el 1 a 0 con un cabezazo y a los 45, Frank Lampard aprovechó un resbalón del arquero neerlandés Edwin Van der Sar para empatar. No hubo goles ni en el segundo tiempo ni en los 30 de prórroga.
Así llegó la definición por penales. Tevez convirtió el primero con un toque suave a la izquierda del checo Petr Cech, que se tiró para el otro lado. Después, hasta el cuarto, fueron todos adentro. El quinto le tocaba a CR7.
Cristiano se acomodó, dio dos pasos y detuvo casi totalmente su carrera. Esperó que el arquero le diera alguna señal pero Cech primero se mantuvo inmóvil y un instante más tarde, como CR7 seguía esperándolo, apenas dio un saltito, sin correrse del centro del arco.
El astro portugués dio dos pasos más y sacó un derechazo fuerte, cruzado y a media altura. Cech voló hacia su derecha, la pelota pegó en su codo y salió por arriba del travesaño.
En ese momento pareció que el Chelsea iba camino a ganar su primera Champions League y que Manchester United se quedaba en el camino hacia su tercera, tras los títulos de 1968 (con el equipo de Bobby Charlton que después perdió la Copa Intercontinental) y 1999. Y más todavía, después de que Lampard convirtió y puso el 3 a 2, y los dos equipos anotaron su cuarto penal (Hargreaves para los rojos, Ashley Cole para los londinenses).
El portugués Nani puso el 4 a 4. Quedaba uno solo, decisivo, que podía darle al Chelsea su primer título. John Terry estuvo a un paso de la gloria pero resbaló al llegar a la pelota, se cayó y su derechazo, abierto, dio en el palo.
“Lo que pasó con ese penal me perseguirá por siempre. Desde que ocurrió, cada minuto de mi vida he revivido el momento”, reconoció tiempo después Terry, uno de los máximos ídolos del Chelsea, club para el que jugó 717 partidos oficiales.
En la primera serie de uno por equipo anotaron el brasileño Anderson, que había entrado a los 120 minutos, para los penales, y extrañamente no ejecutó en la tanda inicial, y empató Salomon Kalou.
Ryan Giggs convirtió el séptimo de los Diablos Rojos, y llegó el turno de Nicolas Anelka. Van der Sar abrió los brazos y le señaló al francés el ángulo izquierdo. Anelka cruzó el tiro hacia el otro lado, el mismo para donde fueron las manos del neerlandés, que se quedó con el penal y la victoria.
“Quedé como un traidor”, confesó el francés 12 años más tarde, y dijo que ese penal “había dado muerte a su carrera en el Chelsea”.
La otra cara de la moneda fue, precisamente la de CR7, que terminó como goleador de la Champions y fue elegido como el mejor jugador del torneo. Y también la de Carlitos Tevez, que comparó aquel triunfo con haber ganado la Intercontinental con Boca, y anticipó: “Siento que mi carrera en Europa recién comienza”. No se equivocaba.
Aquella noche en Moscú, Manchester United formó con Van der Sar, Wes Brown, Vidic, Rio Ferdinand, Evra (reemplazado por Anderson a los 120 minutos), Hargreaves, Carrick, Scholes (Ryan Giggs a los 87), Cristiano Ronaldo, Rooney (Nani a los 101) y Tevez.
Chelsea, con Cech, Essien, Ricardo Carvalho, Terry, Ashley Cole, Ballack, Makelele (Juliano Belletti a los 120), Lampard, Joe Cole (Anelka a los 99), Drogba y Malouda (Kalou a los 92).