Hasta los 28 años, la carrera de Füllkrug pasó sin sobresaltos para los grandes seguidores del fútbol. Desde que se inició en las inferiores de Werder Bremen (su debut profesional fue en 2011) hasta la temporada 2020/21 inclusive, el alemán fue un ‘trotamundos’ en su país: probó suerte en Greüther-Furth, Nüremberg y Hannover 96, pero en ningún lado encontró continuidad y mucho menos confianza. Las lesiones no fueron un detalle menor para frenar su crecimiento futbolístico. Su momento más crítico fue la rotura de ligamentos de la rodilla que sufrió en la temporada 2019/2020.
En su último regreso al club que lo vio nacer, luego de las tres salidas y aquella dura lesión, a Füllkrug le tocó descender con Werder Bremen. El golpe que podría haber sido definitivo para su carrera no lo fue. El bombardero frustrado surgió de las cenizas. En la temporada 2021/22, justo antes del Mundial de Qatar, marcó 19 goles en 34 partidos. El 9 fue determinante para el pronto regreso del equipo verde a la Bundesliga. Ese año memorable también le valió una chance en la Selección.
Füllkrug, la Mannschaft y la vuelta del panzer
Hansi Flick, entonces DT de Alemania, supo reconocer la voracidad y el desarrollo del tanque alemán que brillaba en Segunda. El seleccionador convocó a Füllkrug para un amistoso ante Omán para probarlo. El debut fue con gol y le aseguró un lugar en la cita mundial.
La carrera de Füllkrug es una historia que seduce a cualquier fanático del fútbol. Tras años en las sombras del fútbol alemán, su irrupción en el equipo nacional sorprendió a los propios alemanes que casi no lo conocían. En lo desconocido había algo familiar en su juego que hizo que, rápidamente, encaje en la filosofía del fútbol germano.
Füllkrug no es la clásica estrella. Ocupa el lugar de algunos de los jugadores más icónicos de la historia de Alemania: Uwe Seeler, Gerd Müller, Karl-Heinz Rummenigge, Rudi Völler, Jürgen Klinsmann y Miroslav Klose, aunque llegó ahí sin el brillo de sus antecesores. Menos habilidoso que algunos de ellos, muchos menos reconocido y, sobre todo, menos esperado, Niclas se quedó con una camiseta histórica en el fútbol europeo a fuerza de goles.
Más allá de su habilidad, el porte físico del 9 del Dortmund de 1,89 mts, su potencia y su romance con el gol lo ubican en una saga histórica del fútbol alemán: la del panzer. El tanque ofensivo, el 9 potente, musculoso, de los que florecían en el fútbol directo del siglo XX. Un animal que parecía extinguido en este milenio donde la hegemonía la marcan el juego de posesión y pases cortos. Füllkrug es un jugador de otro tiempo.
Cuando Flick dejó la Selección alemana en manos de Julian Nagelsmann el nombre del centrodelantero siguió siendo el mismo. Füllkrug acumula 11 goles en 15 partidos y será parte de la delegación germana para la Euro 2024 en la que serán locales.
La oportunidad de Füllkrug con el Dortmund en la Champions
Después de haber convertido dos tantos en la mala campaña de Alemania en Qatar 2022, Füllkrug fue el goleador, con 16 goles, del Werder Bremen en la Bundesliga de 2022/23. Así llamó la atención del Dortmund, que eligió apostar por el tanque que ya tenía un lugar asegurado en la Selección.
Desde su llegada a Signal Iduna Park, hace menos de un año, Füllkrug desplazó a Haller, se consolidó como titular y uno de los destacados del plantel. En esta campaña, es el máximo goleador con 15 goles además de haber dado 11 asistencias. Todo en 42 encuentros.
La suerte no acompañó al Dortmund en esta temporada para ganar la Bundesliga, tampoco la DBF-Pökal, por lo que Füllkrug todavía no posee títulos como profesional.
La historia del tanque alemán, del ascenso a la Selección, puede tener un nuevo capítulo glorioso en esta final de la Champions ante un gran favorito como Real Madrid. Después del gol en semis, el tercero en esta Champions, Füllkrug tiene la oportunidad de seguir escribiendo con goles su sueño futbolero. Este sábado puede ganar su primer título, en el mejor momento de su carrera, ante Real Madrid en Wembley. El panzer alemán viaja en el tiempo, está de vuelta y desea la gloria eterna.