Fútbol Americano
Jordi Blanco, Corresponsal en Barcelona 23d

Barcelona, espectador que ve alejarse la leyenda del Real Madrid

Desde 2011, el Real Madrid sólo faltó a dos semifinales de Champions y con cada éxito aumenta su distancia con el Barcelona.


BARCELONA -- Desde el 2014 el Real Madrid ha jugado y ganado cinco finales de Champions League, y este sábado jugará en Wembley la sexta, frente al Borussia Dortmund con el indiscutible y absoluto papel de favorito para lograr su decimoquinto título en la historia y que lo llevaría a superar por 10 al Barcelona.

Antes está el AC Milan que ganó siete trofeos. Más abajo, con cinco títulos de la Champions queda el Barcelona, el enemigo íntimo y acérrimo del Real Madrid, y que en apenas una década ha pasado de suspirar con recortar la distancia entre ambos, a ser un espectador impotente del despegue madridista, que en 2015 lo aventajaba en cinco campeonatos... Y hoy lo hace en nueve, que pueden ser diez a partir de mañana.

Si alrededor del Camp Nou se afirma, repite y asegura, la dificultad existente para superar la marcha de Lionel Messi (aunque ganó cuatro títulos en 16 temporadas y ninguno en las seis últimas), en el Bernabéu se siguen sumando éxitos con una facilidad asombrosa, superándose las salidas de Cristiano Ronaldo o convirtiendo en anécdota la de Karim Benzema.

Y a la sombra de una gestión tan opaca como personalísima de Florentino Pérez da la sensación que a Barcelona y Real Madrid les separa una diferencia más abismal a cada día, temporada, que pasa.

Desde 2011 el Real Madrid sólo ha quedado eliminado antes de las semifinales (en octavos) en dos ocasiones (2019 y 2020). Quiere eso decir que ha disputado 12 de las últimas 14 semifinales de la Champions. En el mismo periodo el Barcelona ha disputado cinco veces las semifinales, siendo la última vez en 2019. En este tiempo el equipo azulgrana ha conquistado dos títulos (2011 y 2015) por los cinco del Madrid (2014, 2016, 2017, 2018 y 2022), que 'amenazan' con ser seis a partir del sábado.

ERA MERENGUE
El Barcelona ha disfrutado en este siglo XXI de Ronaldinho, de la era inolvidable de Guardiola y de la inabordable MSN. Ha sido puesto como ejemplo de brillantez en su juego y ha tenido, más allá de Messi, a futbolistas de leyenda a nivel global... Pero ni así le alcanza para rivalizar con el Real Madrid.

Al Real Madrid le va la épica por encima de la estética y en Londres disputará su séptima final del siglo. Se estrenará en un santuario barcelonista como es Wembley, donde ganó el equipo azulgrana dos títulos inolvidables (1992 y 2011) y presentándose con otro dato irrebatible: Ha ganado las últimas ocho finales de Champions que ha disputado desde 1998, aquella sentenciada con un gol, ¿dudoso?, de Mijatovic.

Esa es otra, claro. Al Real Madrid, y por supuesto al madridismo militante, le ocupa entre poco y nada polemizar cuando se pone en entredicho cualquiera de sus éxitos. Juventus, Manchester United, Chelsea, Bayern Munich, Atlético de Madrid, Paris Saint-Germain, Manchester City... No son pocos, y repetidos, los casos de rivales que sufrieron decisiones arbitrales muy cuestionadas ante el equipo merengue. Pero, claro, al final lo que queda es el palmarés, la Copa, la Orejona. Y esa, una, otra y otra vez, se va hacia el Museo del Bernabéu.

¿POLIDEPORTIVO?
El Barcelona siempre ha hecho gala de su caracter polideportivo. Le contemplan nada menos que 47 copas de Europa entre fútbol, baloncesto, balonmano, hockey sobre patines, futbol sala y futbol femenil, la última joya de la corona y cuyo ascenso a la cúspide, su éxito arrollador, ha logrado en cierta manera ocultar la pérdida de poder generalizado en el club.

Agobiado por una deuda monstruosa, el Barcelona ha utilizado la tijera para recortar el presupuesto de todas las secciones. Se mantiene, de momento, el fútbol femenil porque hasta hoy consigue ser autosuficiente y no presenta, todavía, pérdidas, pero habrá que ver hasta cuando puede mantener esa superioridad indiscutible.

Pero el recorte de presupuesto ya pasó factura al futbol sala, el balonmano, el hockey y el baloncesto, sección en la que el Real Madrid sigue siendo una pesadilla para el Barcelona, al que elimina cuando se cruzan en la Final Four de la Euroliga y con el que se vuelve a enfrentar en la semifinal de la Liga ACB. Sólo hay que ver que el Real tiene 11 títulos continentales por 2 del Barcelona, el último de ellos en 2010.

ECONOMÍA
El Barcelona arrastra una deuda, reconocida, que roza los mil 500 millones de dólares, un desastre que saltó al escenario en cuanto el Covid desnudó una política suicida de la anterior directiva de Josep Maria Bartomeu y que la actual de Joan Laporta no ha logrado, de momento, solucionar.

Al contrario, mientras el Real Madrid se autoproclama, sin que nadie lo ponga en duda, como el club más valioso del mundo y mantiene una deuda neta que apenas supera los 300 millones de dólares, aunque ahí no se contabiliza el coste del nuevo Bernabéu, la situación financiera del club azulgrana se sospecha dramática.

BERNABÉU-CAMP NOU
El Madrid juega ya en el nuevo, moderno y espctacular Santiago Bernabéu mientras las gruas trabajan en un Camp Nou que no estará finalizado, se afirma, hasta mediados de 2026. A finales de este año (diciembre) el Barça volverá a su casa, aunque con una capacidad limitada a los 50 o 60 milespectadores a la vez que el Madrid ya le saca todo el rendimiento a su nuevo templo, tan discutible en lo que a su fachada se refiere como impresionante y absolutamente espectacular en su interior.

Florentino aprovechó la pandemia y el jugar sin público para comenzar las obras del coliseo merengue (yendo a jugar al Alfredo Di Stéfano) mientras en el Barça se seguían discutiendo permisos con el ayuntamiento y se retrasaban el inicio de unas obras aprobadas desde 2015 por los socios.

Y que ni tan sólo cuajaron en cuanto llegó Laporta a la presidencia por cuanto volvió a variar el proyecto y se retrasó todo aún más. Con todo ello el club azulgrana deberá hacer frente a un préstamo de otros mil 500 millones de dólares antes incluso de que se pueda sacar todo el rendimiento a los nuevos palcos, conciertos y demás ingresos que el Real Madrid ya comienza a llevar a cabo para pagar una remodelación que también se ha ido por encima de los mil millones de dólares.

CANTERA-CARTERA

Hubo un tiempo en que el Barcelona sacaba pecho proclamando que triunfaba con su apuesta de cantera contra la política de fichajes (galácticos primero y millonarios después) del Real Madrid. Era aquella una verdad a medias, claro, por cuanto a la columna vertebral que podían formar los Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta, Messi o Sergio Busquets se sumaron, sumaban, fichajes como Ronaldinho, Henry, Eto'o, Ibrahimovic, Villa, Luis Suárez, Neymar.

Hoy sin embargo se sospecha que el Barça apuesta, o deberá apostar, por la cantera simplemente porque no puede plantearse otra cosa. Y suerte tiene de disfrutar de futbolistas como Pau Cubarsí, Fermín López o Lamine Yamal. De Gavi y esperar la eclosión de Hector Fort, Marc Casadó o Marc Guiu para que mantengan el pulso o, más aún, aumenten la calidad y resultados de este equipo que a partir del mes de julio se las verá con un Real Madrid que sumará a su plantilla a Kylian Mbappé.

Vinícius Júnior y Jude Bellingham, Thibaut Courtois y Antonio Rüdiger. Rodrygo y Federico Valverde... Y Mbappé. El Real Madrid que se reinventa cada año cerrará este sábado la temporada oficial con una nueva final de Champions que el Barcelona volverá a seguir por televisión. Esta vez el barcelonismo mutará durante unas horas en hincha innegociable del Borussia Dortmund, confiando en que la suerte sea distinta a la de Liverpool, Juventus o Atlético. O Bayer Leverkusen, o Valencia...

Es una canción que se repite. Y es que el Barça es, sí, 'Más que un club'. Pero el Madrid es el club que más gana...

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