Lamine Yamal cumplió sus primeros 100 partidos con Barcelona y fue ante Internazionale, equipo que lo descubrió y sufrió en la Champions League.
BARCELONA -- Lamine Yamal cumplió sus primeros 100 partidos con el Barça y sin poder celebrarlos como merecía la ocasión sí se dio el gusto de gritarle a toda Europa que está en camino de ser algo muy grande en el futbol. El Internazionale le descubrió, y sufrió, directamente y ya sabe a qué se enfrentará la próxima semana en el Giuseppe Meazza.
Lo que no podía sospechar Simone Inzaghi cuando su equipo vencía por 0-2 en Barcelona es que ese Barça al que tenía arrodillado y casi rendido despertaría con la furia que lo hizo siguiendo el liderazgo de un Lamine Yamal que se doctoró definitivamente en Europa y en la UEFA Champions League. En el momento de la verdad, cuando sus compañeros precisaban de una señal, de una luz en la oscuridad... Apareció este chico maravillas al que se suele comparar con Lionel Messi, quizá más de la cuenta.
Y es que Lamine, 100 partidos a sus espaldas y los que le vienen por delante, sigue mostrando más de Neymar que de Messi. Eléctrico, valiente, descarado y un punto desafiante, no es un líder al uso. No al menos en lo que al Barça moderno se refiere porque asimilando en varios momentos la personalidad de Messi, escapa más hacia el juego de aquel Neymar que puede estar olvidado en el tiempo... Pero fue, en el Barça, un futbolista espectacular.
Lamine Yamal arrastró a todo el Barça, obligándole a creer y provocando que Pedri, Luke de Jong, Raphinha o Ferran Torres dejasen atrás el penar y crecieran a su lado para resucitar a un Barça que recordó al equipo que igualó 4-4 con el Atlético Madrid no hace tantas semanas para, después, resolver en el Metropolitano su pase a la final de Copa del Rey.
Habrá que ver si se repite la historia... Pero por Lamine Yamal no quedará porque antes de cumplir los 18 años ya ha dejado patente que está dispuesto en el Meazza a convertirse en el indiscutible héroe, líder y guía de este joven Barça que se empeña, con sonrisas y con lágrimas, en llamar a la puerta de la leyenda.
En la semifinal de ida de la Champions, el Barcelona logró reponerse dos veces tras estar en desventaja y empató con el Inter en un partidazo cargado de emociones.
KOUNDÉ-LAUTARO
En este final de temporada se descubre con toda crudeza la dureza, inmisericorde, del calendario. Jules Koundé descanso tras más de 100 partidos en el último duelo liguero del Barça contra el Mallorca, solamente, y cuatro días después de ser el héroe de la Copa del Rey se rompió, muy probablemente, los isquiotibiales.
Tal es así que el francés abandonó Montjuïc reconociendo sus malas sensaciones y revelando a media voz que "no estoy bien". Esa simple frase provoca escalofríos pensando que no estará ni en Milán ni llegará, muy probablemente al Clásico de Liga.
Delante las cosas no se vivieron mucho mejor. Lautaro Martínez "muy probablemente no llegará al partido del martes" reveló Simone Inzaghi en la sala de prensa tras abandonar, lastimado, el partido al acabar la primera mitad.
Dos bajas de consideración... sin olvidar que Denzel Dumfries, el mejor jugador del Inter, y Marcus Thuram, autor de un monumental gol que abrió el marcador, también se marcharon con molestias.