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¿Justo o injusto? Así fue el primer año del nuevo formato de la UEFA Champions League

Inter y PSG son los dos equipos que disputarán la final de la UEFA Champions League 2024/2025, en esta oportunidad se juega en Múnich el sábado 31 de mayo y se puede ver en vivo por Disney+ (solo para Sudamérica).

La Champions League llega a su fin en Múnich. Una edición inédita con un nuevo formato aplaudido por muchos y rechazado por otros tantos. Siempre que hay algo nuevo, hay polémica asegurada.

¿Fue un formato más o menos justo que el anterior?

Más partidos, más emoción, más dinero y más lesiones: De 32 equipos participantes se pasó a 36; de 125 partidos que se disputaban, se jugaron esta vez 189, incluyendo la gran final entre el Inter vs. PSG.

Se disputaron 64 partidos más que en la pasada edición, es decir, un 51% más. Al haber más partidos, aumentaron considerablemente los ingresos de los equipos participantes, no solo por la venta de entradas sino también por los derechos de transmisión.

En la primera fase, en lugar de jugar tres partidos en casa, se disputaron cuatro. Con el formato suizo, los equipos tienen más oportunidades de reponerse tras un mal arranque. Grandes equipos como Manchester City y Juventus se vieron beneficiados al lograr clasificarse a los playoffs pese a ganar solo tres de los ocho primeros partidos disputados.

Con este sistema de liguilla, la última fecha fue épica: Barcelona dejó escapar la posibilidad de subir a la cima a manos de Liverpool, Real Madrid lamentaba no poder clasificarse directamente a los octavos y comenzaba a especularse su rival, que terminó siendo el City de Guardiola.

En un formato más abierto, lograron colarse equipos menos tradicionales en estas instancias como Lille, Aston Villa, Brest y Brujas. Sin embargo, para los equipos implicó un sobreesfuerzo. La mayoría sufrieron lesiones importantes, comenzaron las quejas por jugar cada tres días en un calendario apretado entre ligas, copas, torneos de selecciones internacionales y ahora una Champions con más partidos con el ingrediente de ser la competición más exigente a nivel físico y mental. "No me gusta este formato. Hay demasiados partidos y mi idea es jugar menos para reducir el desgaste de los futbolistas", comentó al respecto Carlo Ancelotti.

Duras críticas sobre los duelos y el poder subjetivo de la localía

No es lo mismo enfrentar a Borussia Dortmund, a Liverpool o a Real Madrid de local que de visitante. En este nuevo formato, se valora que no se repitan rivales en la primera ronda, pero lo sufren mucho aquellos que no tienen tanta suerte en el sorteo inicial con respecto a jugar de visitante o de local ante los equipos más poderosos.

PSG fue uno de los más perjudicados ya que tivo que enfrentar a Manchester City, Bayern Munich, Arsenal y Atlético Madrid en la primera ronda. En cambio, equipos como el Aleti y Barcelona tuvieron duelos más accesibles.

Sin embargo, esto también sucedía en ediciones pasadas con los llamados grupos de la ‘muerte’. Quizás la mayor polémica fue el tema de la localía a partir de los cuartos de final.

Los primeros ocho clasificados en la primera fase ganaban el derecho de cerrar la eliminatoria en casa, pero este premio al mérito deportivo se perdía a partir de los cuartos, cuando se decidía por sorteo.

Por ello, equipos como Barcelona cerraron sus eliminatorias de cuartos de final (ante Borussia Dortmund) y semifinales (ante Inter) como visitantes.

Lo mismo sucedió con Arsenal, que cerró la eliminatoria en París, pese a haber clasificado tercero en la primera ronda, mientras que el equipo de Luis Enrique terminó esa fase en el puesto 15.

Champions: un formato difícil de entender, pero con emociones garantizadas

La simplicidad del formato anterior, con el tradicional sistema de grupos y dos clasificados a octavos de final, se desmoronó con otro mucho más complejo. Para los aficionados, era muy difícil entender y especular sobre los posibles cruces.

La ronda de eliminación preliminar entre los equipos del 9.º al 24.º lugar fue muy confusa, y se surgieron duelos poco competitivos, como el 10-0 global de PSG sobre Brest. Sin embargo, los aficionados del Brujas no olvidarán que sorprendieron a Atalanta con un 5-2 global, ni las duras eliminaciones de los equipos italianos: Juventus, en manos de PSV en la prórroga, y Milan, 2-1 ante Feyenoord.

Además, del choque entre City y Real Madrid, que terminó ganando el conjunto blanco 6-3. Aunque las emociones no faltaron, la complejidad de la primera ronda generó mucha confusión. La calma llegó en los octavos de final, con la ‘normalidad’ que representa comprender los duelos directos de ida y vuelta. La eliminación de Liverpool (primero en la fase inicial) por penales echó abajo la teoría de que el formato favorecía demasiado a los clasificados de manera directa a octavos de final.

El Real Madrid vs. Atlético Madrid, que se definió con el polémico penal de Julián Álvarez anulado por el VAR, generó muchas emociones. Luego, Inter sorprendió eliminando a Bayern Munich en cuartos y a Barcelona en semifinales, en la prórroga, quizás el partido más emocionante del torneo: 7-6 finalizó el global a favor de los italianos. El Arsenal también vivió una épica, al eliminar a Real Madrid goleando 3-0 en el Santiago Bernabéu.

Nuevo formato de Champion: ¿Bajó el mérito deportivo?

LaLiga y la Premier League lograron sumar más plazas a la Champions, algo que podría subir el nivel global, pero disminuye la categoría de competiciones como la Europa League. Para muchos, ahora el mérito deportivo se diluye un poco cuando equipos que no clasificaron por sus ligas acceden gracias al coeficiente UEFA.

El coeficiente de los clubes mide su rendimiento en competiciones durante los últimos cinco años, y el club con mejor coeficiente entre los campeones nacionales obtiene el boleto. El Olympiacos fue uno de los beneficiados, logrando así la clasificación a la próxima Champions League.

Muchos critican que, con tantos equipos, ya no parece una "Liga de Campeones", ya que, por ejemplo, en la próxima edición la Premier podría tener seis participantes: Liverpool, Arsenal, Manchester City, Newcastle, Tottenham (por ganar la Europa League) y Chelsea (si gana la Conference League). Aunque en el fútbol como en la vida nada está escrito, este formato parece haber llegado para quedarse.

Al generar mayores ingresos y ofrecer más amplitud, la mayoría de los equipos parece sentirse complacidos. Con más de un 50% de partidos adicionales, es evidente que habrá más duelos atractivos entre las potencias del fútbol mundial. La complejidad de entender esa primera fase y las eliminatorias preliminares a los playoffs parecen ser el punto pendiente. De igual forma, queda en deuda el beneficio de cerrar como local en cuartos y semifinales por mérito deportivo.

Lo cierto es que los grandes clubes europeos están viviendo un poco de lo que tanto pidieron con la idea de la famosa Superliga: mayores ingresos y más partidos ante equipos de alto nivel. El nuevo formato trajo mejores acuerdos de transmisión, más ventas de entradas y camisetas, ilusión para los equipos medianos y un poco más de oxígeno para los grandes tras un tropiezo inicial.

La UEFA intentó, con este nuevo formato, poner un paño de agua fría a los promotores de la Superliga, quienes aseguran que no darán el brazo a torcer. Por ahora, los aficionados estamos en el medio, disfrutando de que el fútbol sigue en pie y que el nivel de la Champions se mantiene intacto.