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Real Madrid lo pierde todo en el tris de una semana

MADRID -- La temporada se le acabó al Real Madrid y en la primera semana de marzo. Acabó con una pañolada en el Santiago Bernabéu y al grito de “¡Florentino dimisión!”, tras caer por 1-4 ante el Ajax en la vuelta de los Octavos de Final de la Champions League.

Una derrota que deja a los merengues fuera de la única competición en la que seguían con vida después de ser eliminados en la Copa por el Barcelona una semana antes y tras despedirse de la Liga, también en el clásico, dos días después.

Hacía nueve años, desde la campaña 2009-2010, que el Real Madrid no caía en Octavos de Final de la competición europea, cuando fue eliminado por el Lyon.

Nueve años. Desde la primera temporada de Cristiano Ronaldo como merengue –discreta, debido a una lesión– hasta la primera sin él.

Y aún peor.

La derrota del Real Madrid ante el Ajax es la cuarta consecutiva en el Santiago Bernabéu luego de caer ante Girona por 1-2 y ante Barcelona por partida doble, por 0-3 y 0-1 en Copa y Liga, respectivamente. Los merengues no hilaban cuatro descalabros como locales desde 2004.

“Nunca me ha tocado vivir una situación así. Es complicado. Momentos como los de hoy y como la semana pasada, son donde hay que ser hombre, saber lo que hemos conseguido en el pasado y levantar la cara para el futuro”, dijo Nacho Fernández en la zona mixta del Santiago Bernabéu tras la derrota ante el Ajax.

Real Madrid tampoco había caído en casa ante un equipo holandés en más de 20 años, desde 1995. Hacía tanto tiempo de aquello, que Nacho, por ejemplo, no había cumplido ni cinco años de edad. Vinicius, Dani Ceballos y Sergio Reguilón, aún no nacían.

“Es un golpe durísimo. Tenemos que aceptarlo”, lamentó el director de relaciones institucionales, Emilio Butragueño, a la televisión española.

Fin de una época dorada merengue
La histórica derrota ante el Ajax fue la gota que derramó el vaso para la hinchada del Real Madrid, que en menos de una semana ha visto a su equipo dinamitar todas sus opciones de conquistar algún título el próximo verano.

“!Es una vergüenza!”, reclamaban un puñado de aficionados al abandonar el Santiago Bernabéu, de los pocos que permanecieron en el recinto hasta el final del duelo, pues ya desde que cayó el tercer tanto de los holandeses, las gradas comenzaron a vaciarse.

Habría resultado sorprendente si no fuera porque una semana antes había ocurrido lo mismo, cuando el Real Madrid encajó el último tanto en la derrota por 0-3 ante Barcelona que supuso su eliminación en la semifinal de la Copa del Rey.

Tres días después, el sábado, los merengues se despidieron definitivamente de la Liga al caer por 0-1 en el segundo clásico del “maratón” para quedar rezagados a 12 puntos de distancia del cuadro catalán.

En una semana se consumó lo que desde agosto se temía en la capital española, que la primera temporada tras la salida de Zidane y Cristiano, más que de “transición”, marcase el principio del fin de una era dorada.

La afición busca culpables y señala, sobre todo, al palco de honor, a Florentino Pérez y al resto de la directiva por la falta de planeación deportiva, después, a Santiago Solari, técnico de “emergencia” que no supo enderezar el camino y a los pesos pesados del plantel, a Sergio Ramos, quien forzó una tarjeta pensando en Cuartos de Final antes de asegurarlos; a Gareth Bale con su mala fortuna frente a la puerta y permanentemente en el seno de las críticas por sus peculiaridades; a Toni Kroos y Luka Modric, quienes atraviesan un momento irregular o a Marcelo, fuera de forma y sentenciado al banquillo por el técnico argentino.

Pero, en el Madrid lo último que cambia son las costumbres y ni directiva ni jugadores quieren reconocer que han llegado a su techo y que se encuentran ante el fin de una era.

“Lo que hemos conseguido los últimos años se recordará con el paso de los años, pero es una semana muy complicada para todos”, señaló Nacho.

Más contundente se mostró Dani Carvajal.

Aunque el lateral no ha querido reconocer el fin de un ciclo, pues afirma que el plantel “es joven y tiene un margen de mejora enorme”, no pudo hacer otra cosa más que reconocer lo obvio.

“Creo que nunca he tenido esta sensación de malestar. No sé ni explicarlo.Llevamos una temporada de mierda”, dijo el defensa del Real Madrid.