Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 5y

Manchester marcó el principio del fin de Maradona y Ronaldinho en el Barça

MANCHESTER -- El Barcelona nunca ganó en el Teatro de los Sueños, pero de las cuatro visitas que entre 1984 y 2008 realizó a Old Trafford, la primera y la última provocaron un cataclismo que dio paso a cambiar todas las estructuras deportivas del equipo. La de 1984 comenzó a acabar con Maradona y la de 2008 sentenció a Ronaldinho.

No se supone que en esta ocasión, de hecho la tercera en que el Barça jugará una eliminatoria a cara o cruz frente al Manchester United, vaya a suponer un contratiempo con Messi, ni tampoco con Valverde, atendiendo a que aquellos dos precedentes sí acabaron por desembocar en la salida de César Luis Menotti y Frank Rijkaard.

“Le dieron la vuelta. Habíamos ganado en casa pero nos levantaron la eliminatoria a base de intensidad y fuerza”. Lobo Carrasco, uno de los estandartes del Barcelona en la década de los 80 del pasado siglo, recordó así la goleada (3-0) que sufrió el conjunto que dirigía Menotti, y en el que jugaba Maradona, el 21 de marzo de 1984 en la primera visita azulgrana al Teatro de los Sueños.

La más reciente, el 29 de abril de 2008, fue mucho más sentida por la injusticia con que se encajó el 1-0 que sentenció la semifinal Paul Scholes, asistido de forma tan involuntaria como magnífica por Zambrotta y que provocó, ya sin vuelta atrás, el final de Rijkaard y Ronaldinho. El cambio que alumbró al Barça de Guardiola.

Ocho días después de caer a manos del ManUnited de Alex Ferguson en la semifinal de aquella Champions, el Barça fue vapuleado en un Bernabéu al que entró haciendo el pasillo de honor al Real Madrid y del que salió con un doloroso 4-1 en contra. “Les comunico que Frank Rijkaard será relevado a final de temporada por Josep Guardiola”, reaccionó al cabo de 48 horas Joan Laporta, haciendo realidad lo que ya se intuía: el catalán le había ganado la partida a José Mourinho, cuyo fichaje había sido, casi, una proclama en los medios de comunicación que apostaban sin disimulo por el portugués.

1984 y 2008 provocaron un cambio evidente en el Barcelona. Hace 35 años el entonces presidente Núñez acabó por traspasar a Maradona al Nápoles y la negativa de Menotti a renovar motivó el fichaje de un entrenador inglés, Terry Venables, que echó por tierra las negociaciones del club para incorporar a Hugo Sánchez e impuso la llegada de Steve Archibald desde el Tottenham.

El Barça ganó la Liga de 1985 bajo el liderazgo de Bernd Schuster. Y empezó su caída a los infiernos al año siguiente con la derrota en la final de la Champions (entonces Copa de Europa) en Sevilla frente al Steaua de Bucarest. Todo desembocaría, ya en 1988, en Johan Cruyff.

La llegada de Guardiola al banquillo del primer equipo en 2008 fue también un auténtico tsunami. El entrenador catalán impuso la marcha de dos figuras tan emblemáticas como Ronaldinho y Deco, conformándose con la permanencia de un Eto’o al que acabaría logrando traspasar un año después.

El hoy técnico del Manchester City comenzó a tener conciencia aquella noche del 29 de abril de 2008 que se acababa el ciclo de Rijkaard y ya sabía por boca del propio Laporta que era el elegido.

Al cabo de once años no se supone que el tercer cruce en una eliminatoria directa con el Manchester United vaya a suponer un final de camino en el Barça... Pero, por si acaso, Valverde ya debe estar avisado.

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