BARCELONA -- Esperando a Dembélé, lesionado el 13 de marzo frente al Olympique de Lyon y que reapareció con buenas sensaciones el sábado en Huesca, el Camp Nou vivirá la presentación de Marcus Rashford, futbolista puesto en la órbita del club azulgrana y sobre quien descansan buena parte de las esperanzas del Manchester United en dar la vuelta a la eliminatoria.
Si alrededor de la expedición del equipo inglés se mantiene la incógnita de la presencia en el once de Lukaku, la de Rashford está fuera de toda duda, considerado, al lado de Pogba, el jugador clave en los planes de Solskjaer en un partido en el que existe gran interés por conocer el planteamiento que vaya a utilizar el entrenador noruego.
Si ya en la previa del partido de Old Trafford Solskjaer reconoció que sería una buena noticia encarar los últimos minutos del choque de vuelta con la eliminatoria abierta y puso el ejemplo del Atlético de Madrid, batido en los últimos minutos de su visita al Camp Nou, el 0-1 de la ida no haría más que confirmar estas sensaciones.
Y ahí el protagonismo de Dembélé y Rashford puede considerarse clave en la suerte del resultado final. Alejado del control y juego de posición que presenta como mayor seña de identidad el Barcelona, la velocidad y ruptura de Dembélé se le supone un punto diferencial para el Barça en la búsqueda de vencer a una defensa que se sostiene vulnerable… Tal como suspira el ManUnited a través de Rashford.
El punta inglés fue, de hecho, de los pocos, por no decir el único, que planteó problemas a la zaga barcelonista en Old Trafford, obligando a Semedo a hacer un trabajo extra del que no siempre salió bien librado y que se sospecha vaya a repetirse este martes en el Camp Nou.
Con apenas un año más de contrato, los agentes de Rashford siguen en plena negociación para renovar y aunque en Mánchester se mantiene que habrá entente, su debut en Barcelona y frente al Barcelona, en un partido de mayúscula trascendencia le colocan en el primer plano del escenario.