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La primera aduana del Barça advierte sufrimiento

DORTMUND -- Catapultado por su magnífica goleada del sábado sobre el Bayer Leverkusen, el Borussia Dortmund espera su debut en la Champions “lleno de moral”, soñando con “someter” al Barça al mismo castigo que sufrió el año pasado el Atlético de Madrid y “convencido de sus opciones”, de acuerdo a lo expresado por tres periodistas que explicaron a ESPN Deportes lo que puede encontrarse el equipo de Ernesto Valverde en el Signal Iduna Park.

Javier Cáceres, periodista español radicado desde hace muchos años en Alemania y especialista en la Bundesliga desde las páginas del Süddeutsche Zeitung, avisa que el Barcelona “se encontrará a un rival muy crecido después del 4-0 del sábado al Leverkusen, al que machacó a la contra, cediéndole el balón como se supone hará este martes”, una opinión en la que coincide Florian Haupt, redactor del ‘Die Welt’ y que especificó que el equipo de Lucien Favre “solo necesitó un tercio del tiempo de posesión para golear”.

“Pareció que ensayase el partido del Barcelona, cerrando espacios y saliendo con mucha velocidad” apunta Andreas Brander, del Hamburger Abendblatt dando a entender que el entrenador del BVB lleva varios días preparando el estreno continental.

“El Dortmund es un equipo con muchas cualidades para hacer sufrir al Barça, que a domicilio, y más en Europa, está incómodo contra rivales que juegan con mucha intensidad” destaca Haupt, para quien “el ambiente” puede ser también un hándicap.

“Su campo no es solo de los más grandes de la Champions, sino que además es muy caliente, con la famosa muralla amarilla, y eso empuja siempre al Borussia” tercia Cáceres, en un asunto que, para Brander, “debe tener muy en cuenta el Barça. Si el Dortmund es capaz de marcar un gol rápido el ambiente pude llegar a ser infernal”.

“Favre siempre se ha declarado gran admirador del Barça y su juego desde la época de Cruyff. Pero sabe cómo plantear un partido y lo demostró contra el Bayern de Guardiola cuando entrenaba al Gladbach” resalta el periodista del Zeittung, solventando su colega del Abendblatt que para el Barcelona “comenzar en Dortmund es especialmente complicado porque se encontrará un rival ansioso”.

¿Y el equipo? “Transiciones muy rápidas” sentencia Haupt a la vez que Brander sostiene que “por velocidad y buscando el espacio es capaz de hacerle mucho daño a una defensa adelantada”, constatando Javier Cáceres que como local “busca atropellar al rival, independientemente de quien sea”.

“Alcácer está en estado de gracia. Entró con buen pie en el equipo y casi todo lo que intenta le sale bien. Marca goles, abre espacios, se apoya… Ha sido un fichaje fantástico” sentencia Cáceres, sumando Haupt a “Reus y Sancho, veloces y con un gran cambio de ritmo, jugando al espacio”.

“Se ha estabilizado en defensa con el regreso de Hummels” observa Brander, una opinión en la que coincide Haupt, para quien “la pasada temporada, en los partidos importantes, le penalizaron errores atrás que ahora no concede con Hummels”, destacando Brands “el trabajo de Witsel” en el centro del campo.

“El año pasado destrozó al Atlético de Simeone, que no es nada fácil. Le goleó con furia y rapidez, con transiciones rapidísimas… Y viendo los problemas que tiene el Barça en defensa, los espacios que concede y lo que le cuesta correr hacia atrás, seguro que Favre intentará sacar provecho de ello” sentencia Javier Cáceres, entendiendo, como sus colegas, que para el equipo de Valverde empezar el torneo en Dortmund “es especialmente complicado”.

El Barcelona aterriza este lunes en Alemania para enfrentar a un rival con el que solamente jugó en una ocasión en el viejo Westfalenstdion. Fue en marzo de 1998, en la vuelta de la Supercopa que conquistó el equipo que dirigía entonces Louis van Gaal, que tras el 2-0 de la ida en el Camp Nou se bastó con un empate (1-1) que este martes, dependiendo de cómo sea el partido, no se entendería un mañ resultado en su estreno continental.

“La Champions no se gana el primer día… Pero hemos demostrado que podemos escalar cualquier montaña” proclamó, hace un año, Jurgen Klopp minutos después de que su Liverpool debutase en la Champions ganando sobre la bocina al PSG (3-2) en Anfield. Esa es la imagen a la que se agarra Favre, viendo al Barça como una montaña tan difícil de escalar como posible de superar para dar empuje a los suyos en Europa.