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Simeone logró que los Supermen de Liverpool se parecieran más a Clark Kent

MADRID -- ¿Cómo vencer a Liverpool? Sólo pregúntale a Diego Simeone, el entrenador que encontró la manera de convertir a los Supermen de Jürgen Klopp en un equipo de Clark Kents cuando Atlético de Madrid se impuso 1-0 en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League en el Wanda Metropolitano el martes.

A veces, la tenacidad de la vieja escuela, la organización y un 4-4-2, esa formación tan desairada por poco creativa, pueden triunfar allí donde nada más puede. Funcionó para Atleti, y su triunfo por 1-0 --cortesía del gol de Saúl Ñíguez a los cuatro minutos-- despertó promesas de un partido de vuelta sísmico en Anfield el mes próximo.

Klopp había dicho en la antesala de este partido que jugar contra Atlético es "una de las cosas más difíciles como futbolista" y que "si no juegas con tu absoluto mejor nivel, no tienes chance". No se equivocaba, pero si al DT de Liverpool le pareció que Atlético fue difícil de vencer en este partido, sólo espera que lleguen a Anfield con ventaja.

"Estoy bien", dijo Klopp después del partido. "1-0 abajo en el descanso, tenemos un entretiempo muy largo y vamos a aprovecharlo.

"Bienvenidos a Anfield. Esto aún no ha terminado".

Puede que el fútbol de Simeone y Atlético no resulte atractivo para los puristas, pero hay cierta belleza en la forma de jugar del equipo, aunque sólo sea por la rígida organización y el espíritu implacable de los jugadores de camiseta roja y blanca.

Seguro, el pitido final en Madrid sólo marcó el punto medio de la serie, y Liverpool llegará al partido de vuelta como el candidato favorito a pasar a cuartos de final. Pero, hoy por hoy, cada vez que Liverpool pierde es noticia simplemente porque se ha convertido en una máquina ganadora tremendamente eficiente bajo la dirección de Klopp.

Desde que levantó la Copa de Europa por sexta vez, cuando superó a Tottenham 2-0 en este estadio en la final de la Champions League el pasado mes de junio, Liverpool ha levantado también la Supercopa de la UEFA y la Copa Mundial de Clubes. Y ha construido lo que seguramente sea una ventaja inalcanzable de 25 puntos en la punta de la Premier League con 25 triunfos y un empate en 26 partidos. Pero ante Atlético, Liverpool chocó contra una pared de determinación y disciplina defensiva --y un poco de la típica beligerancia de Atleti-- y de pronto el mejor equipo del mundo volvía a parecer humano y vulnerable como todos los demás.

El gol de Saúl, tras la incapacidad de Liverpool de controlar un corner de Atlético, fue suficiente para los españoles, que se dedicaron a preservar el invicto local de Simeone en la Champions League sin permitirles a los hombres de Klopp un solo remate al arco durante todo el partido. Sólo piensa en eso. Con los talentos combinados de Mohamed Salah, Sadio Mané y Roberto Firmino, ni una sola vez Liverpool pudo forzar al arquero de Atleti, Jan Oblak, a hacer una atajada.

Fue una noche tan frustrante para Liverpool que Mané fue reemplazado en el entretiempo luego de ser amonestado (y escapar de la roja) por un aparente codazo contra el defensor Sime Vrsaljko. Y luego, en el segundo tiempo, Salah fue sustituido en el minuto 72 con un rendimiento anónimo.

Pero no se trata simplemente de una mala noche de Liverpool. Fue una ocasión en la que el rival apretó tanto la tuerca que no pudieron encontrar la manera de soltarse y ejecutar su devastador fútbol ofensivo.

Y eso dependió de Simeone y sus jugadores, que persiguieron a cada uno de sus rivales de Liverpool, por momentos rodeando a jugadores como Mané y Salah con tres defensores cada vez que tenían la pelota. También hicieron que Trent Alexander-Arnold y Andy Robertson cometieran errores. Incluso Virgil van Dijk se vio afectado por la insistencia del delantero argentino, Ángel Correa.

Y todo se dio en medio de una noche ruidosa, tanto dentro como fuera del estadio, con Simeone dirigiendo a la multitud desde el lateral y exigiendo más y más de sus jugadores a medida que el juego fue avanzando. Klopp se apresuró a recordarle a Atlético después del partido que ellos tienen que superar la experiencia de jugar en Anfield antes de pensar en ganar este encuentro, pero tal es la mentalidad de Simeone y sus jugadores que es difícil imaginarlos colapsando delante de The Kop como Barcelona, Roma y Manchester City lo han hecho en temporadas recientes.

Atlético aceptará con gusto la oportunidad de ir allí y pasar 90 minutos resistiendo los ataques de Liverpool, lanzando sus cuerpos contra todos para lograr los resultados esperados. Interrumpirán sus jugadas, cometerán faltas técnicas, perseguirán a los hombres de Liverpool y harán que sea un choque duro, y el prospecto de un Diego Costa recuperado ofreciéndole a Atlético otro recurso en el ataque, además de aportar a la mentalidad de acoso del equipo, sólo hará la vida más difícil a los hombres de Klopp.

Tal como lo ha dicho Klopp, este es un enfrentamiento que todavía no ha terminado, pero hay una impresión notoria con Atlético de que, en vez de tenerle miedo a Anfield, en realidad se sienten motivados por la idea de poder destronar a los campeones europeos allí. Prepárense para otra noche intensa en Anfield, pero puede que la historia sea diferente en esta oportunidad.