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BARCELONA -- Quique Setién apostó por un sistema conservador para enfrentar al Bayern Munich y tal como se especuló durante los últimos días resolvió reforzar el centro del campo, sacrificando a Antoine Griezmann (el fichaje más caro de la temporada) y devolviendo la titularidad a Arturo Vidal, como teórico enganche por detrás de Leo Messi y Luis Suárez, aunque la posición real del capitán puede variar en razón de los intereses del equipo. De esta forma, el Barcelona formará con Ter Stegen en la portería; Semedo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba en la defensa, Busquets, Sergi Roberto, De Jong y Vidal en el centro del campo y Messi, con libertad de movimientos entre el centro del campo y el ataque, y Suárez como jugador más adelantado. Más pendiente, se entiende, de taponar las virtudes del Bayern que de explotar la propia idea futbolística del equipo azulgrana, la apuesta de Setién da a entender un reconocimiento tácito de la necesidad, tal y como hiciera en la segunda mitad del último partido frente al Napoli, de reforzarse en una faceta conservadora. Y ahí el gran perjudicado ha sido Griezmann. Alertado del poderío físico del Bayern, el entrenador se decidió por poblar la zona media, manteniendo a Sergi Roberto y apostando por el desempeño de Vidal para taponar en la medida de lo posible la velocidad que, supuestamente, querrá imprimir el conjunto alemán en sus transiciones, con especial atención a las subidas por las bandas y, también, poniendo especial énfasis en el control sobre Thiago. El plan del Barça, se entiende, pretenderá rebajar en la medida de lo posible el alto dinamismo en el ritmo del que hace gala el equipo de Flick y mantener el máximo de tiempo el control del balón, una circunstancia que ya avisó trascendental en la víspera Quique Setién, quien liberando a Messi del trabajo defensivo, le dará libertad en ataque para que se añada a la construcción, dejando a Suárez como punta. SACRIFICADO Considerado el partido más trascendente de la temporada, éste será el segundo en el que Griezmann quede apartado del once titular en la Champions, después de que Valverde le dejase en la suplencia en la quinta jornada de la fase de grupos, el 27 de noviembre de 2019, ante el Borussia Dortmund en el Camp Nou. Aquella noche Dembélé, quien formó tridente con Messi y Suárez, sufrió un desgarro muscular antes de llegarse a la media hora de partido (que le mantuvo durante más de dos meses de baja) y fue sustituido por Griezmann, que marcó el tercer gol de la victoria (3-1) azulgrana para asegurar el pase a octavos de final como primero de grupo. Ausente en apenas tres partidos durante toda la temporada (suplente ante el Sevilla en octubre y lesionado ante Osasuna y Alavés en julio), Griezmann ha tomado parte en los restantes 47 partidos oficiales de la temporada, 41 de ellos como titular (solo 19 completos), sumando 3 mil 452 minutos y marcando 15 goles, tercer anotador de la plantilla por detrás de Messi y Suárez.
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