Un nuevo problema tiene que enfrentar Deportes Antofagasta. Es que a la lucha por evitar el descenso en el Campeonato Nacional, el cuadro "puma" sumó un conflicto con el municipio, que pide desalojar el estadio Calvo y Bascuñán, justo de cara al resto del certamen.
A través de la Dirección de Desarrollo Comunitario, se acusa al conjunto nortino de tener una deuda vigente por sobre los 200 millones de pesos desde el 2015, debido al consumo de agua potable, electricidad, uso de la cancha de entrenamiento e instalaciones del estadio Regional Calvo y Bascuñán. Por esto, se solicitó el desalojo del club de las instalaciones, a más tardar, para este viernes 30 de septiembre.
"Nosotros asistimos a reuniones con el municipio y hay minutas de por medio que confirman que el municipio quedó con la tarea de contrastar el tema, porque de estos 201 millones de pesos de los que habla el memorándum, nosotros argumentamos que, efectivamente queríamos pagar nuestro consumo, pero que había más usuarios que estaban dentro del estadio y que también hacían uso de este espacio", explicó Juan Pablo Morales, gerente general de los "pumas", en conversación con El Diario de Antofagasta.
Además, en el club aseguraron que sólo este año van a pagar más de 160 millones de pesos por concepto de arriendo del estadio, y que esperan seguir pagando, pese a lo que plantean en el ente comunal.
Por su lado, el alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez, sostuvo en un video en sus redes sociales: "Exigimos que el club cancele su deuda, que desocupen las tomas que tienen dentro del estadio y entreguen disculpas públicas. Luego que hagan esto, con gusto tendremos el estadio para que sigan realizando sus encuentros deportivos. Si no cumplen estas reglas, no les vamos a arrendar el recinto".