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Argentina y Colombia armaron una fiesta en Salvador

AP

SALVADOR (Enviado especial) – Es la hora. El momento del debut, el arranque del sueño de ser campeón. Y también llegó el día en el que por fin se sintió clima de Copa América en Salvador.

Desde su llegada del domingo a la noche a Brasil, unos pocos hinchas se acercaron al hotel donde se hospeda la Selección Argentina. Los motivos son más que claros: la situación económica del país no es la mejor y se reducen las posibilidades de viajar. Unos pocos privilegiados se quedan todo el torneo, otros vienen solo por un par de partidos y muchos siguen ahorrando para hacer el esfuerzo en caso de que el equipo llegue a instancias finales.

Lo cierto es que a pocas horas del inicio de Argentina-Colombia, los simpatizantes se hicieron escuchar. Frente al estadio, en Dique do Tororó, se concentró la mayor cantidad de público. Allí se produjo un duelo de hinchadas, por momentos caliente, pero que nunca pasó del folcklore futbolero. Principalmente, camisetas amarillas. Sin dudas, Colombia es local en el Arena Fonte Nova.

Uno de los casos particulares fue el de Jordan Hernández, de Cali. En realidad, el cartón que imprimieron sus amigos para que los acompañe. “La mujer no lo dejó venir, es brava. Es de cartón, pero llegó”, contó uno de ellos. Algo parecido con su novia le pasó a Felipe Sierra de Bogota, que igualmente estuvo “presente” con un muñeco inflable.

La historia que conmueve es la del niño hincha de Racing y su abuelo Armando, de Independiente. Separados por los equipos de Avellaneda, pero unidos por la Selección Argentina. Viajaron juntos para presenciar los primeros dos partidos, con una bandera con la leyenda “X Siempre Messi. Fran y Abuelo” y los escudos de los equipos de sus amores. Consultado por ESPN.com, el pequeño Francisco contó: “Este viaje significa mucho porque los abuelos no duran para siempre”.

Con la camiseta de Talleres, Lucas integra “Todo a pedal” y llegó a Brasil en bicicleta junto a su amigo Eduardo, hincha de Instituto. El simpatizante de la T ya es un experimentado en la materia: hizo lo mismo para el Mundial de Brasil 2014, la Copa América de Chile 2015, los JJ.OO. de Río 2016 y el Mundial de Rusia 2018, al que llegó después de 5 meses. El joven de la Gloria cuenta que hicieron 3200 kilómetros en 30 días, no solo para ver al equipo de Scaloni, sino para también transmitir un mensaje de concientización sobre el medio ambiente y movilidad sustentable.

Aunque el contexto no ayude, la creatividad y el esfuerzo están a la orden del día. No hay nada que detenga a la pasión.