SAO PAULO (Enviado especial) -- No se puede hablar de la Selección de Qatar sin hablar sobre la Copa del Mundo 2022. Cada paso que se da en el ambicioso proyecto que incluye a todas las categorías nacionales qataríes y al combinado que está disputando la Copa América de Brasil tiene como objetivo último y principal el próximo Mundial. Por eso, lo ocurrido con el arresto de Michel Platini en Francia no pasó desaparcibido en Sao Paulo, donde la delegación se prepara para su segundo partido en el campeonato frente a Colombia.
El sorpresivo encarcelamiento del ex presidente de la UEFA provocó un verdadero terremoto en el fútbol mundial, que no es más que una réplica del ocurrido en mayo de 2015, cuando explotó el "FIFA Gate". Platini fue detenido en el marco de la investigación por la presunta corrupción en la atribución a Qatar de la sede Mundial 2022. Según informó la agencia EFE, la Fiscalía Nacional Financiera trata de determinar si el ex número diez de la selección francesa participó de forma irregular en la compra de votos para que el país asiático fuera designado anfitrión de la próxima Copa.
El hecho que incrimina al ex astro francés es una comida de la que participó el 23 de noviembre de 2010 en el Palacio del Elíseo, organizada por el entonces presidente de Francia Nicolas Sarkozy junto con el emir Hamad Ben Khalifa Al-Thani. Los investigadores sospechan que en aquel encuentro se pudo cerrar el apoyo a la candidatura del emirato. Según la fiscalía, el entonces secretario general del Elíseo y mano derecha de Sarkozy, Claude Guéant, y la asesora en asuntos deportivos del presidente, Sophie Dion, también estuvieron presentes y fueron interrogados en el mismo sentido que Platini.
A miles de kilómetros de casa y del banquillo de acusados donde se sienta Platini, hay una delegación qatarí solo piensa en fútbol. El trabajo a conciencia de una estructura formada hace más de diez años convirtió a una Selección de tercer nivel continental en campeona de Asia. Y, más allá de cualquier escándalo judicial, esto es algo que ya tiene un lugar asignado en la historia del deporte.
"Sólo se permiten preguntas sobre la Copa América. Cualquier consulta sobre otro tema no será respondida". El representante de la Conmebol no permitió ni el más mínimo intento de desvío de la conferencia de prensa del entrenador Félix Sánchez y el capitán Hassam Al-Haydos en el Morumbí. Varios de los periodistas sudamericanos allí presenten buscaban la opinión de los representantes de Qatar acerca del hecho día en el fútbol internacional pero fue imposible. Como también fue inútil buscar alguna palabra de los qataríes presentes en el estadio paulista sobre lo ocurrido y la incertidumbre relacionada con el próximo Mundial.
Es que el interrogatorio a Platini volvió a poner un manto de dudas sobre la Copa del Mundo de 2022. Varios medios latinoamericanos y europeos lanzaron un rumor que indicaba el comienzo de los intentos de FIFA por buscar una nueva sede. Por supuesto, nada oficial confirmó esa versión que en realidad no es nueva. Las sospechas que cubren la elección de Qatar nacieron el mismo día de 2010 en el que triunfó su candidatura. La zona geográfica conflictiva, el tamaño del país, el clima, la fecha en la que se jugará. Son demasiados inconvenientes los que se suman a las sospechas de corrupción.
Ajenos a todos los problemas, los futbolistas y el cuerpo técnico que transformaron a un seleccionado de segundo o tercer nivel asiático en campeón continental continúan su evolución en la tierra del fútbol. Sudamérica los mira con sorpresa y ellos juegan como para sumar respeto y hasta admiración por su capacidad de competencia. "Al ganar la Copa de Asia y de la manera que lo hicimos tuvo una repercusión en Asia, especialmente, y en todo el mundo. Darnos a conocer no es nuestro objetivo pero sí es bueno que la gente vea cómo puede competir este equipo, que lo hizo muy bien contra Paraguay. Para mí no fue una novedad porque tengo mucha confianza en estos jugadores, pero es importante que la gente nos tenga en consideración", afirmó el DT español.
Sánchez Bas se formó en La Masía y es el encargado del fútbol qatarí desde hace más de una década. Él formó a los integrantes del plantel que está en Brasil y creó las condiciones para la formación de un grupo de trabajo exitoso. "En Qatar hay un perfil de futbolista. Son más talentosos que físicos y hay que pontenciar eso. Son ellos los que marcan el estilo que puedes jugar y nosotros nos sentimos más cómodos cuando somos dominadores del juego. Este tipo de partidos nos ayudarán a seguir mejorando todas las facetas del juego, porque estamos en nuestra primera experiencia en un torneo como este y en la Copa América veremos hasta qué punto podemos competir. Contra Paraguay fue un primer test y tenemos dos partidos más para ver hasta dónde podemos competir".
Ajena a los problemas dirigenciales, judiciales y políticos, la Selección de Qatar mantiene sus ojos en la Copa del Mundo 2022. Es es su casi obstinado objetivo. Y en el camino se toparán con una Colombia confiada y serena, que afrontará un duro desafío ante los campeones de Asia.