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Los pronósticos de los cruces de 4tos de final de la Copa América

Llegó el momento de la verdad. La guerra ficticia de la fase de grupos de la Copa América ha terminado.

De los 12 equipos, solamente cuatro se vuelven a casa. Los invitados, Japón y Catar, pueden emprender su largo viaje a casa sintiéndose relativamente orgullosos de sus actuaciones. Japón llegó con un plantel muy joven e inexperimentado, y supo mostrar su talento. Catar, con el mismo equipo que se coronó campeón de Asia, mostró conceptos tácticos interesantes y sumó valiosa experiencia camino al próximo mundial, que jugará de local.

Bolivia y Ecuador emprenderán viajes más cortos pero un tanto más descalabrados. Los bolivianos volvieron a mostrar que sin la ventaja de la altitud extrema son el seleccionado más flojo del continente, mientras que Ecuador vive un momento complicado entre dos generaciones.

Así que no hubo grandes sorpresas, y, hasta ahora, ninguna gran figura. Hubo un par de jugadores que llamaron la atención: Everton impulsó el ataque de Brasil desde el extremo izquierdo; el centro delantero colombiano Duvan Zapata ha sido una pesadilla para los defensores contrarios, y pareciera que a James Rodríguez le encanta jugar en Brasil; la dupla Luis Suárez-Edinson Cavani sigue fuerte para Uruguay; el venezolano Wuilker Faríñez parece ser un joven arquero muy prometedor, y Charles Aranguiz sigue siendo el motor del mediocampo chileno.

Pero nadie ha mostrado una categoría de nivel mundial, y esto tampoco es una gran sorpresa. Una de las grandes verdades del fútbol es que el equipo hace las estrellas. Cuando el equilibrio colectivo del conjunto es bueno, el talento individual se luce. Y la Copa América es un torneo que arranca un nuevo ciclo de fútbol competitivo. Los equipos llegaron a Brasil bastante verdes, y muchos de ellos con nuevos entrenadores. Los mejores de la CONMEBOL aún no se han afianzado, y poco a poco se van acomodando en el certamen con la esperanza de hacer pie cuando la acción arranque en serio.

La Copa es un torneo indulgente. Todos los equipos que se las arreglaron para ganar un partido llegaron a cuartos, y Paraguay hasta lo hizo con dos empates y una derrota. Ningún equipo ha clasificado a los cuartos de final de la Copa América con resultados peores desde la primera versión del torneo de 12 equipos, en 1993, cuando México pasó con un par de empates. Cabe destacar que los mexicanos llegaron a la final.

Lo mismo va para Paraguay en 2011 después de haber empatado sus tres partidos de la fase de grupos. El siguiente partido también terminó en empate, y terminaron eliminando a Brasil por penales. Cuatro años más tarde tuvieron el mismo rival de cuartos en Chile, con el mismo resultado. ¿El primer partido de cuartos de final este jueves? Paraguay-Brasil otra vez, esta vuelta en territorio brasileño.

El nuevo entrenador paraguayo Eduardo Berizzo ha hecho todo lo posible para que su equipo defienda arriba y tome la iniciativa en el partido, pero la realidad ha sido dura. En el primer encuentro, Catar no tuvo mayores dificultades para atacar en territorio paraguayo. El pragmatismo forzará a Berizzo a jugar a la defensiva y, en el intento de llevar a su seleccionado a una improbable semifinal, tiene dos aliados:

Uno es la cancha de Porto Alegre, que no está en buenas condiciones, haciendo que al equipo atacante se le compliquen las cosas. El otro es que no hay tiempo suplementario. Los cuartos de final pasan directamente a los penales si el marcador está empatado después de los 90 minutos.

Efectivamente, entonces, Paraguay arrancará el partido "ganando" 0-0. Brasil tiene que intentar desarmar a su rival.

En un menor grado, lo mismo se aplica en otros dos enfrentamientos de cuartos. Uruguay es un gran favorito contra Perú, sobre todo después de que Perú recibió una paliza en manos de los brasileños en su último partido. Los peruanos se van a contentar si nadie marca goles en el encuentro – tal como sería el caso de Chile contra Colombia, el único equipo con un récord 100 por ciento.

El entrenador de Chile, Reinaldo Rueda, parecería estar aceptando que su escuadrón entrado en años ya no puede forzar el ritmo durante largos períodos del partido, y el enfoque más cauteloso que ha estado desarrollando casi seguro será el que siga en el partido del viernes.

Lo anterior deja a un cuarto de final sin un claro favorito: una declaración que, dentro del contexto histórico del fútbol sudamericano, surge como una herejía. Dos décadas atrás, la idea de un partido de igual a igual entre Argentina y Venezuela hubiese sido algo absurdo. Pero ese ya no es el caso. La mayoría va a esperar que Lionel Messi y Argentina ganen en el Maracaná, pero la realidad es que no es algo asegurado. Venezuela ha superado a la selección argentina en las clasificaciones de cara al Mundial, y lo hizo hace poco, en marzo, cuando superaron a sus ilustres rivales, Messi y compañía, por 3-1 en Madrid.

La historia central del partido fue la incapacidad de defenderse de Argentina – tanto contra la potencia del delantero central, Salomón Rondón, como contra el ritmo de los laterales, John Murillo y Darwin Machis, con Josef Martínez en la reserva.

La falta de velocidad defensiva y de calidad han sido problemas persistentes en el escuadrón argentino. Ya estaban presentes hace tres años, en la Copa Centenario que se jugó en los Estados Unidos. El torneo fue testigo de una de las últimas buenas actuaciones de Argentina: la victoria por 4-0 en la semifinal contra Estados Unidos en Houston.

En la ronda anterior, Argentina superó a Venezuela por 4-1 en Boston. A decir verdad, el partido fue más peleado de lo que se pudo ver en el marcador final, y hubo un período en el primer tiempo cuando la defensa de Argentina comenzó a flaquear ante la presión del rival. Si los venezolanos no hubiesen fallado el penal, el partido podría haber tomado un camino diferente.

No parece haber duda de que Venezuela ha mejorado desde entonces y que Argentina, por su parte, ha ido en retroceso. En un estadio tan histórico como el Maracaná, se escribirá un espectacular nuevo capítulo en la historia de este deporte si Venezuela termina saliendo victorioso. El hecho de que no sea algo imposible convierte a este partido en el choque más sobresaliente en los cuartos de final.