Federico Valverde y Matías Vecino fueron figuras de Uruguay en el triunfo ante Bolivia por la Copa América. El volante del Real Madrid mostró un inmenso despliegue físico, generosidad en la marca y se animó a pasar al ataque; mientras que el jugador del Inter fue la salida del equipo desde el fondo, dictó el trámite de la pelota en la franja media, y se hizo fuerte en la recuperación.
Luego de algunos partidos donde el medio de la cancha había dejado más dudas que certezas, en los juegos ante Chile y Bolivia se pudo ver una dupla tan esforzada para recuperar y presionar como para ofrecer un buen comienzo para las jugadas de ataque.
Contra la Verde, si bien eran el rival más débil de la serie, los volantes uruguayos se tomaron el desafío de ganar a como dé lugar con total ímpetu y dominaron el centro del campo para la Celeste.
Valverde no paró de correr y hacer recuperaciones en campo rival, además de asociarse con Nahitan Nández en la banda derecha para generar superioridades en ese costado del campo. La sociedad por ese andarivel fue de las más efectivas y por donde se concentró el juego uruguayo, sobre todo en la primera parte del partido.
Como hizo contra Chile, Vecino fue un puntal defensivo en el centro del campo uruguayo, tanto por lo bajo como en el juego aéreo, desactivando las embestidas de Bolivia. Volvió a ser el gran responsable de brindar opciones de pase a Diego Godín y José María Giménez y le dio fluidez a la pelota con buen criterio.
La Selección Uruguaya del Maestro Tabárez selló su clasificación a cuartos de final, pero en días tiene un duelo clave contra Paraguay en el que si su dupla de volantes logra repetir el rendimiento, podrá mostrar una mejor cara que la que se vio contra los guaraníes en las Eliminatorias.