Un mes después de su enfrentamiento por las Eliminatorias, Colombia y Argentina se vuelven a ver las caras, será este martes en el Mané Garrincha de Brasilia pero ahora por las semifinales de la Copa América.
Ambos seleccionados vuelven a jugar en el certamen continental después de dos años y de nuevo será en territorio brasileño. Fue en 2019 en el Arena Fonte Nova de Salvador, Bahia, cuando los colombianos se llevaron la victoria en un partido por la fase de grupos, la Tricolor venció por 2-0 con tantos de Roger Martínez y Duván Zapata.
En su más reciente confrontación igualaron 2-2 en el Metropolitano de Barranquilla por las clasificatorias. Romero y Paredes habían adelantado a la visita, pero luego vino el empate del equipo colombiano dirigido por Reinaldo Rueda con goles de Luis Fernando Muriel y Miguel Ángel Borja.
El empate a pesar de haber sido en condición de local fue un buen resultado para Colombia por la manera en que se desarrolló el partido y por lo que representó el punto que le permitió acomodarse en zona de repechaje luego de las duras caídas que había recibido ante Uruguay y Ecuador con el entrenador anterior.
Esta vez no habrá manera si quiera de empatar pues el partido así sea en penales se deberá definir buscando el pase a la final de la Copa América. Para regresar a una final del certamen continental después de veinte años Colombia ha venido haciendo algunos ajustes en su juego que le han permitido ir evolucionando en el proceso Rueda.,
Luego de la victoria ante Perú y el empate con Argentina por Eliminatorias, el seleccionado sumó dos encuentros más sin conocer la derrota por Copa América, cuando venció a Ecuador en el debut y empató con Venezuela. También llegaron las derrotas ante Perú y Brasil, pero aún así el equipo se ha mostrado con un fútbol ordenado y combativo que le sirvieron para empatar ante los uruguayos y ahora estar entre los cuatro mejores del continente.
Para obtener mejor suerte ante Argentina, Colombia deberá tener en cuenta respecto al juego de hace un mes cinco aspectos que debió tomar como lección.
Concentración: En el partido de Barranquilla los visitantes abrieron el marcador apenas al minuto 3. El planteamiento inicial de Reinaldo Rueda se vino al piso y más cuando cinco minutos después los argentinos conseguían el segundo tanto del partido. El entrenador colombiano quiso copar el ancho de la mitad del campo con tres volantes de marca, pero luego debió recomponer cuando se vio abajo en el marcador.
Faltas a borde de área / Pelota quieta / balones aéreos: El primer gol de Argentina vino de un tiro libre que cobró Rodrigo De Paul desde un costado y un posterior cabezazo de Cristian Romero que mandó a guardar la pelota tras ganarle el duelo a Yerry Mina. Fue el único gol que la visita anotó por esa vía, pero fueron múltiples las opciones que de igual manera le crearon por faltas a borde de área de los colombianos. De no ser por una espectacular actuación de David Ospina, Messi hubiese podido anotar en dos ocasiones con sus disparos de tiro libre.
Ganar los rebotes: El segundo gol de los argentinos lo anotó Leandro Paredes quien entró al área y definió luego de una confusa jugada con varios rebotes que siempre perdieron los jugadores colombianos. A borde de área no pudieron tomar la posesión de la pelota y tampoco despejaron a tiempo para eludir el peligro.
Espacios en el mediocampo: A Reinaldo Rueda le debió quedar claro que no por tener más hombres en el mediocampo conseguirá de manera efectiva mayor solidez. El entrenador jugó aquel día en el Metropolitano con Cuéllar, Lerma y Uribe, pero con el 0-2 en contra tuvo que recomponer moviendo su banco de suplentes.
Paciencia: A la Selección Colombia le debió quedar claro después del 2-2 en Barranquilla por Eliminatorias que el no desesperarse puede resultar fundamental para poder sacar un resultado. La tricolor fue paciente, se adaptó a los cambios del entrenador durante la segunda mitad y logró el empate sobre el minuto 94 con gol de uno de los entrantes, el atacante Miguel Ángel Borja.