La derrota de Racing Club ante Atlético Bucaramanga en el Cilindro de Avellaneda es tal vez el golpe más duro que recibió el equipo de Gustavo Costas en lo que va del año y es también la principal razón de la incomodidad con la que se encuentra la Academia en el Grupo E de la CONMEBOL Libertadores 2025.
Tras el 3-0 conseguido ante Fortaleza como visitante en el debut copero, el choque con el conjunto colombiano había aparecido como una posibilidad de obtener una rápida tranquilidad de cara a la lucha por los dos primeros puestos. Y esto se reafirmaba más al pensar que era un encuentro en casa ante el rival de menos renombre, pero el fútbol siempre tiene una sorpresa a mano y esta no fue la excepción. Racing ese día estuvo lejos de ser el Racing campeón de la pasada Copa Sudamericana y cayó derrotado de manera inesperada por 2-1.
Antes de comenzar cada fase de grupos, los equipos saben que para aspirar a meterse en octavos hay que “presupuestar” las tres victorias en casa, más algún punto en condición de visita, por lo que el triunfo de la fecha inicial en Brasil generó un margen de error que rápidamente fue cancelado al perder con Bucaramanga. Ahora, el equipo de Costas, sabe que no podrá fallar en Avellaneda en las dos últimas jornadas (Colo Colo y Fortaleza) si quiere quedarse con uno de los dos boletos.
Sin embargo, vale la pena remarcar que ganar en Colombia le devolvería esa soltura con la que había parecido quedar luego del debut. Un buen resultado en Colombia significaría terminar el paso por el Grupo E de manera invicta en condición de visitante, un aspecto clave de cara a lo que puede venir.
A lo numérico se le suma lo anímico. Conseguir los tres puntos frente a Bucaramanga sería una inyección de confianza para la Academia, que está próximo a iniciar la etapa de definición en el Torneo Apertura 2025.