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La reacción del final no alcanzó y River cayó ante Palmeiras en la ida de cuartos de Libertadores

River sufrió un duro golpe ante Palmeiras, que le ganó 2-1 en el Estadio Monumental por el partido de ida de los cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores.

Los dos goles del equipo brasileño fueron en el primer tiempo, cuando se notó más la diferencia entre el ganador y el perdedor. Gustavo Gómez a los cinco minutos de juego abrió el marcador y a los 40 Vitor Roque puso el 2-0 para el visitante. En el final de partido, descontó Lucas Martínez Quarta.

Palmeiras sacó ventaja al inicio y River tuvo una tímida reacción al final

Palmeiras exhibió su jerarquía y su experiencia copera en el Monumental ante un River que no le encontró la vuelta al partido. En los primeros 25 minutos pasó por arriba al local y después se dedicó a controlar con autoridad el juego y a defenderse con solidez.

River mostró una buena reacción y vergüenza en el segundo tiempo y tuvo premio con un gol de descuento que le permite viajar a Brasil con una mínima esperanza, pero el panorama es muy difícil.

El plan de Marcelo Gallardo no funcionó en la etapa inicial, que fue la que definió el encuentro. Ni la defensa de tres, ni el mediocampo con Enzo Pérez, Nacho Fernández y Kevin Castaño. Tampoco pudieron hacer demasiado Sebastián Driussi y Maxi Salas en ataque.

River perdió porque jugó contra un rival mejor. Eso es lo primero que hay que decir sobre este partido. Palmeiras tiene más calidad individual y mejor funcionamiento colectivo. Además, no se achicó en un clima caliente y en un Monumental repleto.

El dominio de Palmeiras nació en el mediocampo, pero fue global. Moreno, Evangelista, Andreas y Felipe Anderson se hicieron dueños de la cancha. Y a partir de allí edificó la victoria el cuadro paulista, que además en el segundo tiempo se defendió como se defiende un conjunto que puede ser campeón de América, a pesar del 1-2.

Más allá de las múltiples virtudes del equipo brasileño, River no supo cómo equilibrar el juego. Enzo, Nacho y Castaño corrieron mucho porque nunca lograron plantarse con la pelota. Y en esa disputa física, tenían más posibilidades de perder que de ganar. El ingreso de Juan Fernando Quintero le dio más frescura e inventiva.

José López y Vitor Roque fueron una pesadilla para Paulo Díaz (luego Lucas Martínez Quarta estuvo más firme), Juan Portillo y Lautaro Rivero. Los delanteros de Palmeiras mezclan a la perfección, se mueven muy bien y la línea de tras poco rodada no fue suficiente para controlarlos.

River, que durante el semestre fue muy irregular en el funcionamiento, hoy no pudo competir contra un equipo que tiene en la constancia una de sus principales virtudes. Ni siquiera la localía le alcanzó para equilibrar las diferencias. La falta de gol, otro problema recurrente, se vio en el complemento también. Solo un disparo desde lejos de Martínez Quarta le sirvió para romper el cero.

Ahora, deberá viajar a Brasil después de una derrota muy dura que es preocupante, pero con una pequeña esperanza después de la respuesta anímica que tuvo en el segundo tiempo. Será complicada la tarea en Sao Paulo, pero su obligación histórica es competir para soñar con las semis de la CONMEBOL Libertadores.

Los goles de River 1-2 Palmeiras