SAO PAULO - El central de Boca Juniors, Carlos Izquierdoz, terminó este miércoles con los dientes flojos el partido que ha puesto al xeneize en la final de la Copa Libertadores frente al enconado rival River Plate, pero feliz por el desenlace en la casa del Palmeiras, en Sao Paulo.
"Tengo un dolor terrible. Deyverson me aflojó todos los dientes, igual, logramos llegar a la final", manifestó el jugador, quien cometió el penalti que permitió al Palmeiras alcanzar provisionalmente la remontada por 2-1.
"Hicimos un partido inteligente en el que además pudimos reponernos de un mal comienzo del segundo tiempo cuando Palmeiras nos hizo los dos goles", declaró al término del encuentro de vuelta de las semifinales.
"Ahora se viene River, será una linda final en la que tendremos que mostrar la grandeza de Boca y hacer un planteamiento también muy inteligente", puntualizó.