Tras la derrota por dos goles en Río de Janeiro, Barcelona deberá remontar la serie de semifinales ante Flamengo en Guayaquil si quiere alcanzar la gran final de la Copa Libertadores, un logro que ya se ha conseguido en la historia del certamen.
Desde 1988, cuando se implementó el sistema de fases de eliminación directa, dos equipos han logrado dar vuelta el choque de semis tras caer como visitante por dos goles de diferencia.
El primero fue Boca Juniors en 2007. Tras perder 3-1 contra Cúcuta Deportivo, ganó 3-0 en la Bombonera y se clasificó a la final, que le ganó a Gremio de Brasil.
El segundo fue Atlético Mineiro en 2013. El cuadro donde jugaba Ronaldinho había perdido 2-0 contra Newell's Old Boys en Argentina, el mismo resultado sufrido por Barcelona, y ganó 2-0 en Belo Horizonte, para luego triunfar por penales. Como Boca, también fue campeón.
Aunque la situación no es la misma, el propio equipo ecuatoriano tiene dos antecedentes para soñar. En 1990 había perdido el partido de ida de semifinales contra River por 1-0 y en la revancha ganó por el mismo marcador y clasificó en la vía de los penales. Dos años más tarde, cayó 3-0 contra el Sao Paulo de Telé Santana y en la vuelta ganó 2-0, por lo que quedó a un paso de la hazaña. Con ese resultado, hoy le podría alcanzar.
La tarea es complicada no solo por el hecho de estar obligado a ganar por dos goles, sino también por la fortaleza del rival. Sin embargo, con su público, el Torero irá en busca del batacazo para meterse en la final de Montevideo.