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Un cambio más en el local

BUENOS AIRES -- ¿Cuál es el colmo de la única Selección ya clasificada para la Copa del Mundo? Que los años previos sean tan convulsionados que no le permitan trabajar con tranquilidad de cara al gran torneo. Desde hace tiempo, Rusia no logra consolidar un proyecto y llegará a su Mundial después de varios cambios de entrenador no previstos.

Cuando Fabio Capello reemplazó a Dick Advocaat después de la eliminación en la primera fase de la Euro 2012, la idea era que el italiano sea el encargado de liderar el ciclo previo a la Copa del Mundo 2018. En el medio, estaban Brasil 2014 y la Euro de Francia 2016. Por supuesto, el camino fue sinuoso y el ex DT de Real Madrid se fue después del campeonato que ganó Alemania.

Lo reemplazó Leonid Slutski. el primer ruso en sentarse en el banco nacional desde el interinato de Aleksandr Borodyuk en 2006. El trabajo de Slutski no convenció a nadie y una nueva eliminación temprana en la Eurocopa alcanzó para que deje su cargo. Entonces, llegó Stanislav Cherchésov, un ex arquero del Seleccionado de la Unión Soviética. El ministro de Deportes y presidente la Unión de Fútbol Rusa (UFR), Vitali Mutkó, dijo que el gran objetivo es que dirija el Mundial.

"Puedo decir que el contrato es hasta el 1 de agosto de 2018, hasta el término del Mundial (que se disputará en Rusia), pero me pondré muy contento si todo sale bien y el entrenador puede continuar su labor", afirmó Mutkó.

El nuevo seleccionador viene de ser campeón de liga y copa con Legia Varsovia de Polonia y además supo llevar a competiciones europeas a Spartak, Dinamo Moscú y Térek Grozni, la mejor clasificación de la historia del club chechén.

"Seré breve: hay que trabajar más y hablar menos. Estoy muy contento con el hecho de que la elección haya recaído en mi persona. Soy consciente de lo que me espera", dijo Cherchésov y agregó: "las medidas radicales son una revolución, y en ningún ámbito las revoluciones dan buenos resultados".

Se mostró dispuesto a colaborar con todos aquellos que puedan ayudarle en su trabajo con la selección y llamó a "dejarse de lamentaciones" por los malos resultados anteriores.

"Estamos convencidos de que éste especialista conoce muy a fondo las realidades del fútbol ruso, el nivel y la calidad de la preparación de los jugadores, que tiene una visión propia de la organización del juego y que cuenta con la voluntad y carácter necesarios para el cargo", dijo a su vez Mutkó.

El objetivo del nuevo seleccionador ruso es levantar la moral del equipo tras el fiasco de la Eurocopa e introducir sangre nueva con vistas al Mundial de Rusia 2018 y, en menor medida, para la Copa Confederaciones de 2017.

La decepción de la afición es tan grande que casi un millón de rusos pidieron la disolución de la selección nacional de fútbol después de que ésta fuera eliminada en la primera fase de la Eurocopa.

"Confío en que bajo su dirección (de Cherchésov) veremos una nueva selección, cuyo juego nos deparará alegrías", dijo Mutkó.