Fútbol Americano
Jeff Carlisle y Tom Marshall 5y

¿Les importa a México y Estados Unidos la Copa Oro?

Estados Unidos alzó la última Copa Oro en 2017 y ha iniciado la defensa de su corona en 2019 en su suelo natal. Con varios de los nombres más relevantes de la Selección Mexicana ausentes y el interés de Estados Unidos en la competencia girando en torno principalmente a tratar de enmendar los daños causados por la eliminación del último Mundial, parece que la Copa Oro quizás ya no tiene la relevancia que se podría esperar de una competencia internacional.

ESPN FC le preguntó a Jeff Carlisle y Tom Marshall si Estados Unidos y México sienten, a su criterio, que la Copa Oro está perdiendo algo de brillo.

Para Estados Unidos, la Copa Oro es más importante que nunca

La interrogante si la Copa Oro ha perdido su importancia tiene varios elementos. Tenemos lo que esta competencia significa para los países participantes con la excepción de Estados Unidos y lo que significa para EE. UU. en sí. Para un equipo como la selección mexicana, parece que se ha perdido cierto interés en el torneo debido a que muchas de sus estrellas decidieron no participar. También tenemos la ausencia de un premio más sustancioso que implique prestigio e interés: lo que solía ser un boleto para clasificar a la desaparecida Copa Confederaciones ahora solo parece ser un medio para conseguir otro fin.

Esta percepción de pérdida de importancia no es algo nuevo, siendo el caso que la relativa importancia de la Copa Oro tiende a fluctuar con el tiempo. En el pasado, se han producido ciertos casos en los cuales los países decidían enviar su "selección B" y trataban de armar profundidad y experiencia entre un grupo más amplio de jugadores. Lo vimos en algunos de los pesos pesados de la región como México y Estados Unidos, al igual que otros países que quizás se encontraban en modo de reconstrucción.

De ciertas formas, esto se espera cuando se celebra un torneo continental cada dos años. La familiaridad quizás no produce desprecio, pero sí puede provocar un nivel de desinterés.

Dicho lo anterior, desde la perspectiva estadounidense, esta Copa Oro es más importante que nunca. Cuando se le preguntó antes del torneo si el brillo había disminuido, el zaguero estadounidense Tim Ream (quien disputa su tercera Copa Oro) fue contundente. "No para nosotros. No podemos controlar quien está ausente en el equipo de México y quien está ausente en nuestra selección y quien está en el equipo y quienes no. Estamos aquí para clasificar en este torneo y en definitiva, para ganar el torneo".

"Si bien los medios, aficionados y el mundo futbolístico pueden ver una falta de brillo, cada uno tiene derecho a su opinión. Pero, como grupo, estamos dando el mayor énfasis posible a ganar este torneo".

Parte de los motivos que impulsan a la selección estadounidense son circunstanciales. Su eliminación del Mundial Rusia 2018 significa que la selección masculina de mayores de Estados Unidos tiene la necesidad de programar su rehabilitación, un proceso que va más allá de traer nuevos jugadores. Tras décadas de experimentar progreso estable, el programa masculino estadounidense ha sufrido un declive significativo. La Copa Oro es el primer torneo competitivo en el cual se puede romper esta tendencia.

"Sentimos que la Copa Oro es una especie de pequeño paso hacia la remontada y volver a colocar este programa donde debe y puede estar", dice Ream. "Creo que todos, incluso quienes no formaron parte del último ciclo (mundialista), sienten la responsabilidad de hacerlo. Creo, una vez más, que todo comenzó en enero cuando Gregg (Berhalter) asumió las riendas y proseguirá durante la Copa Oro y la Liga de Naciones de la CONCACAF en el otoño".

"Sentimos la responsabilidad de hacer esta retribución a nosotros mismos, el programa y los hinchas".

Hasta en sus mejores momentos, Estados Unidos siempre ha sentido que tiene algo que demostrar. Con una nueva generación de jugadores en caminos, existe la sensación de intentar jugar con orgullo y propósito para demostrar que se trata de la selección más importante en el concierto de la CONCACAF.

"A mi criterio, cada vez que tienes la oportunidad de vestir la camiseta de Estados Unidos, juegas uno de los partidos más importantes de tu carrera en ese momento", expresó el defensa Matt Miazga. "El próximo partido es el más importante de tu carrera. Así hay que verlo. Y obviamente, cada vez que tienes la oportunidad de representar a tu país, ¿existe un mayor honor? Para mí y estoy seguro de que, para la mayoría de nuestros muchachos, es todo un honor y vamos a darlo todo para representar al país y obviamente, establecernos para la próxima oportunidad, el próximo partido".

"Creo que, cada vez que se disputa un trofeo, los partidos son competitivos y puedes ver que tienes equipos que podrían clasificar, tales como naciones más pequeñas en lo futbolístico que juegan bien los partidos y dificultan a otros equipos de forma sustancial", expresó Berhalter después del triunfo 6-0 de los estadounidenses sobre Trinidad y Tobago. "Para todos esos equipos, se trata de una oportunidad para crecer, es una oportunidad para hacer progresos. Cuando se disputa un partido con algo en juego, existe una urgencia distinta. Creo que eso siempre será importante".

Por ende, si bien la Copa Oro ha perdido algo de su relevancia, por lo menos Estados Unidos está haciendo su parte, avanzando invicta en la fase de grupos, para asegurarse de que mantenga cierta relevancia. - Jeff Carlisle (@JeffreyCarlisle)

Para México, una Copa Oro cada dos años es demasiado

Se le ha preguntado a Gerardo "Tata" Martino con respecto a la Copa América en todas y cada una de las conferencias de prensa que ha hecho desde que llegara a Estados Unidos para disputar la Copa Oro. Quizás sea algo natural, considerando que "El Tata" ha clasificado a la final de la Copa América en tres oportunidades en su carrera, una como seleccionador de Paraguay y dos con Argentina; sin embargo, también sirve para acentuar el marcado contraste de la realidad del verano de la selección mexicana en comparación con el torneo suramericano: El Tri había disputado todas las ediciones de la Copa América desde 1993, pero no participó este año debido al conflicto de fechas del torneo CONMEBOL con la Copa Oro.

Martino ha enfatizado su deseo de que México vuelva al torneo suramericano, pero tampoco jugará la Copa América el próximo año, siendo Catar y Australia las selecciones confirmadas como invitadas. Por ello, en vez de jugar la Copa América como uno de los equipos tradicionalmente invitados para completar la terna, deberá jugar una fase de grupos de Copa Oro contra Canadá (puesto 78 del ranking FIFA), Cuba (174) y Martinica, que no es miembro de la FIFA y, por ende, no es clasificada en los rankings mundiales.

"Siempre he creído que jugar contra equipos suramericanos es algo muy útil", dijo Martino la semana pasada. "Lo fue contra Chile y Paraguay y ahora lo será después de jugar contra Venezuela y Ecuador, pero después tenemos la realidad, que es nuestra región, con los equipos a los cuales nos enfrentaremos en la Copa Oro, que es la competencia más importante".

La plantilla de la selección mexicana en esta Copa Oro se encuentra severamente diezmada y existe la percepción de que, si este hubiera sido un año mundialista, o si México hubiese participado en la Copa América, los jugadores habrían hecho todos sus esfuerzos para ser incorporados. Figuras tales como Héctor Herrera y Javier Hernández habrían sacrificado situaciones personales para viajar con El Tri. Hirving Lozano habría recibido el máximo periodo de tiempo necesario para recuperarse de su lesión, incluso a pesar de que Martino expreso que ponerle a jugar arriesgaría agravar su lesión. Quizás se habría hecho más para arreglar la relación con el alejado extremo del Porto Jesús "Tecatito" Corona. Sin embargo, el caso de Carlos Vela es un tema distinto.

"Lamentablemente, la situación de hoy con la selección nacional y la Copa Oro no es la mejor y les dan prioridad a otros temas, distintos a estos torneos", fue lo dicho por el excapitán Rafa Márquez. El exarquero Jorge Campos, quien vistiera la camiseta de El Tri entre 1991 y 2004, también fue categórico al decir que las ausencias tienen que ver con motivos más fuertes.

"Es lamentable y triste. Algo ha ocurrido", indicó Campos. "Es muy difícil saber la razón. Creo que la convocatoria para representar los colores de México debería ser algo importante. Algo debe haber sucedido, no sabemos quién tiene la culpa, pero es triste, porque en mis tiempos acudíamos a la selección nacional con mucho afecto".

Hernández se enfrascó en una discusión en Twitter con el exdelantero Luis Alberto "Zague" Alves con respecto a su ausencia de la Copa Oro, insistiendo que fue de mutuo acuerdo con Martino. Sin embargo, también se han producido recordatorios de los peligros de la especulación, con las supuestas noticias de que Miguel Layún quedó fuera de la Copa Oro tras haberse sometido a una operación para extirpar un tumor cancerígeno. Previamente, la versión oficial era que había sufrido una infección renal.

"No es bueno generalizar. Pensaremos y analizaremos cada nombre y manejaremos las situaciones de forma justa, caso por caso", expresó Martino. "Puedo hablar sobre Layún, lo cual claramente se trata de una situación de salud y no sería justo ponerlos a todos en la misma cesta".

Dentro de la concentración, se ha pasado la página de los ausentes desde hace tiempo y existe una sensación constante de aceptación y emoción en este grupo. Esta camada de jugadores, que incluye a jóvenes figuras tales como Carlos Rodríguez, Roberto Alvarado, Jorge Sánchez, Edson Álvarez y el volátil Rodolfo Pizarro) ha aprovechado la oportunidad de mostrar su valía en el torneo, con apenas cinco de 23 nombres en el plantel de México ostentando triunfos en ediciones previas de la competición.

"Me siento realmente emocionado por poder jugar la Copa Oro, es una venganza (después de la eliminación en el Mundial)", expresó Néstor Araujo después de la victoria 3-1 de México sobre Venezuela en un compromiso amistoso. "Vestir esta camiseta siempre es un motivo de orgullo". La forma en la cual México despachó a Cuba 7-0 en su partido inaugural, con un impresionante hat trick de Uriel Antuna, solo sirvió para reforzar el orgullo y emoción de los futbolistas que sí asistieron a representar la causa de su país este verano. Subsiguientes victorias sobre Canadá y Martinica hicieron que México terminara su juego en fase de grupos con récord perfecto y ahora se aprestan a disputar un compromiso de cuartos de final contra Costa Rica en Houston este 29 de junio.

A pesar de ello, la sensación alrededor de la selección de México es que la Copa Oro debería ser disputada cada cuatro años, tal como lo expresó Raúl Jiménez en entrevista con ESPN, especialmente ahora que no se está jugando un pase a la Copa Confederaciones.

Sin embargo, en el caso de los hinchas, parece existir una grieta. Los fieles de México que residen en Estados Unidos inundan las canchas dondequiera que juegue su selección y existe anticipación con respecto a la nueva generación y poder ver este verano a El Tri en acción.

México es el motor comercial del torneo, el único equipo capaz de atraer de forma regular a multitudes de aproximadamente 50.000 personas. Solo en la fase de grupos, México pudo convocar a 177.684 aficionados (un promedio de 59.228 por partido) e incluso la menor cifra (52.874) supera a cualquiera de los encuentros disputados por Brasil en la Copa América en su país. Y eso ocurre a pesar de que las llamadas estrellas no hicieron acto de presencia.

"Creo que inicialmente había cierta decepción porque figuras de la talla de 'Chicharito' no iban a estar presentes; pero, como hemos visto al equipo tomar forma, existe una emoción genuina al ver a jugadores como Pizarro asumir el liderazgo y a los ocho jugadores sub-23 del plantel, mientras nos aprestamos a iniciar el ciclo mundialista", indicó Sergio Tristán, fundador del grupo de aficionados Pancho Villa's Army, basado en Estados Unidos.

"No veo un declive (en el interés). Creo que la gente está más emocionada que antes, debido a estos nuevos nombres, las nuevas estrellas, por quienes estábamos desesperados de ver que asumieran un rol más importante... queremos que ganen (el torneo) porque uno nunca quiere perder ante Estados Unidos".

Esa sensación no es cónsona con lo dicho por Milo Assad, residente de México y cofundador de la barra Corazón Azteca que hizo sentir su presencia en Rusia el pasado verano.

"Desde mi punto de vista, creo (que la Copa Oro ha perdido relevancia)", expresó Assad. "Desde mi perspectiva, hay demasiados partidos cada año en Estados Unidos, entre los amistosos y los oficiales de la Copa Oro".

Prosiguió: "Por una parte, la gente está un poco cansada de ver los mismos rivales de niveles medios a bajos; un torneo que ahora, sin la Copa Confederaciones, no te hace ganar nada; la frecuencia del torneo cada dos años; se ha hecho excesiva". - Tom Marshall (@mexicoworldcup)

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