El técnico morado analiza el peso de la localía, la incógnita sobre dos figuras clave y la manera de enfrentar a un rival tácticamente ordenado
Paulo César Wanchope no se deja llevar por la euforia. A pesar del ambiente que genera una serie ante Alajuelense, el técnico del Deportivo Saprissa mantuvo un tono mesurado en conferencia de prensa, consciente de que en estas instancias, los partidos se definen tanto por los detalles como por la cabeza fría.
Para el estratega morado, el duelo de ida de la final nacional representa una nueva historia que no puede escribirse bajo la misma tinta de lo hecho frente a Herediano. Si bien recalcó la importancia de imponer condiciones en La Cueva, advirtió que no existe una fórmula replicable en partidos de esta magnitud.
“La gente puede esperar lo mismo que hicimos contra Herediano, pero cada partido es diferente. Debemos aguardar cómo van a transcurrir los minutos del juego”, puntualizó Wanchope.
La espera por dos referentes
Uno de los principales focos de atención previo al clásico recae en el estado físico del goleador Ariel Rodríguez y el defensor Óscar Duarte. Ambos jugadores siguen en evaluación, y aunque han mostrado evolución positiva, su participación no está garantizada.
“Ariel ha evolucionado muy bien, ya ha hecho trabajos en cancha. Puede ser una variante importante, ya sea como titular o desde el banquillo. Pero la decisión se tomará con calma”, explicó.
Sobre Duarte, quien sufrió una torcedura de tobillo en el juego ante Herediano, el entrenador destacó su temple y jerarquía para estos compromisos, asegurando que lo esperarán hasta el último momento.
“Óscar es un jugador de experiencia que tolera el dolor. No todos tienen esa capacidad, por eso lo justo es esperar y decidir con base en cómo evoluciona. Es un referente, acostumbrado a partidos grandes.”
¿Cómo se frena a un equipo del Machillo?
Wanchope también fue consultado sobre el reto táctico que significa enfrentar a un equipo dirigido por Óscar Ramírez, un técnico reconocido por su rigidez defensiva y por bloquear espacios.
“Debemos tener paciencia. Hemos trabajado para enfrentar un partido con menos ritmo, con interrupciones, y si es así, que el árbitro reponga lo que se pierde. Ramírez tiene experiencia, y eso se nota en cómo cierra los espacios. Nosotros tenemos que encontrar cómo abrirlos.”
El técnico sabe que en casa debe marcar el terreno, pero sin ansiedad. Reconoce el talento del rival y la necesidad de sostener una idea clara, incluso si el partido se vuelve lento o cortado.
“Siempre es importante hacer valer la casa. Queremos sacar una ventaja y sabemos que enfrente hay un rival calificado. Lo clave es mantenernos fieles a lo nuestro y leer bien el partido.”