En su primera entrevista tras su sorpresiva salida de Alajuelense. El técnico tico, bicampeón de la Centroamericana, rompió el silencio semanas después de cerrar su etapa al mando del club rojinegro
Con la serenidad que dan los días y la claridad de quien se sabe parte de la historia reciente de la institución, Guimarães habla sin rencores, pero con nostalgia.
Abordó el ambiente que rodeó su salida del León, reflexionó sobre su proceso, y responde sin evasivas a quienes cuestionaron los empates, el uso de extranjeros o su relación con Óscar Ramírez.
Guima no quería hablar en caliente. No por falta de carácter, sino por respeto, tenía que sobrepasar la tristeza, explica el entrenador, que esperó su reunión pendiente con Joseph Joseph y el regreso a Costa Rica para sentarse, respirar… y ahora sí contar su verdad. Y lo hace con franqueza: “Me fui con una sensación de que habíamos pasado el último puente antes de competir por el título nacional. Pero no se dio”.
A lo largo de su conversación exclusiva con ESPN, Guimarães repasa un proceso que considera completo: reconstrucción, impulso a jóvenes, fortaleza en casa y dos títulos internacionales.
Tocó temas sensibles como la poca participación de algunos extranjeros en la etapa final—en especial Larry Angulo—, y niega cualquier roce con figuras institucionales como el director deportivo Javier Santamaría.
Aunque no cierra ninguna puerta para el futuro, Guimarães se despide del banquillo rojinegro con la tranquilidad de haber dejado una base sólida. “No creo que Alajuelense tenga una barrera para ser campeón. A veces se necesita esa pizca extra para ganar una final, y no llegó. Pero el equipo estaba”, sentencia. El luto futbolero, dice, ya pasó. Ahora le toca hablar el tiempo… y el balón.
¿Por qué se tomó unos días para hablar sobre su salida de Alajuelense?
"Porque, primero, uno sabe que cuando hay un estado de tristeza absoluta, lo mejor es guardar silencio, para que después cada quien interprete lo que pasó. Al mismo tiempo, había quedado con Joseph, presidente de la Liga, de tener una reunión con él, ya que cuando se tomó la decisión, él no estaba: estaba en China.
“Pero sí me había pedido desde China que tuviéramos esa reunión. Entonces, había que dar el espacio para que regresara, etcétera”
“A partir de ahí, me fui a Colombia y no esperaba que hubiera tanto interés, de parte de tus colegas, por saber qué había pasado. Después regresé, me puse a ver las finales y, hasta ahora, ya estoy más asentado."
¿Le dolió más de lo normal esta salida? Bicampeonato en Copa Centroamericana, invictos, Celso Borges, etc.
“Lo que pasa es que la experiencia te va diciendo, ¿verdad?, que cuando uno está al frente de cualquier equipo —pero ni qué se diga de un equipo de la dimensión de la Liga Deportiva Alajuelense— uno sabía durante el tiempo que iba a tener que pasar varios puentes”
“Nosotros habíamos pasado, creo yo, un momento ahí que yo había creído que habíamos pasado el último puente, que lo habíamos logrado pasar antes de que lo dinamitaran”
“Entonces, ahí pensé: ya pasamos este puente y ahora falta muy poco, o sea, tenemos la posibilidad de tener la revancha deportiva”
“Cuando se dio la situación hubo tristeza, pero cuando te hablo de tristeza me refiero también al ambiente del final, ¿verdad? Había un ambiente lógico, además, de luto. En esas situaciones, como acabo de decir, lo mejor es permanecer callado y dejar que el luto pase.”
¿Cómo vivió esta etapa en Alajuelense? ¿Siente que se cumplieron todos los objetivos?
“Nosotros sabíamos que cuando tomamos la Liga teníamos que pasar por diferentes etapas”
“Había una etapa de reconocimiento, después de adaptación, y luego de reconstrucción”
“En cada etapa fuimos alcanzando los objetivos. Fuimos llegando a las finales, dando oportunidad a los jugadores jóvenes, revalorizando jugadores locales que estaban ahí perdidos, como en el caso de Mitchell”
“Carlos Mora tuvo una revalorización tremenda y el club consiguió una venta —no del tamaño de Mitchell, pero bastante importante. A través de ese tiempo dimos muchos minutos a muchos jugadores”
“Después de la reconstrucción, hicimos préstamos de jóvenes a otros equipos para que este semestre, que va a comenzar ahora, ya tuvieran los minutos necesarios para reintegrarse a la primera división”
“Hicimos que el Morera Soto volviera a ser una fortaleza; en todo el tiempo que estuvimos ahí, nunca perdimos”
“Fuimos cumpliendo: campeones de Recopa, de Copa Centroamericana Nos faltaba el título nacional, sí, claro. Pensábamos que al haber pasado ese último puente, podíamos tener esa oportunidad de pelear por alcanzarlo”
“Uno nunca puede decir “lo voy a ganar”, sería muy osado”
“Pero hicimos un trabajo bastante completo. Mis compañeros también, los que traje, aportaron conocimiento científico en el área física y médica”
“Hicimos que el club invirtiera en aparatos que incluso en Brasil pocos equipos tienen”
“Enseñamos a los funcionarios del club cómo proceder con eso”
“La cosa iba, iba bien”
“Pero uno también ha entendido que en esto no se puede decir que los resultados mandan, porque los resultados estaban allí.”
¿Por qué se dio tanta la situación de los empates a lo último de su paso por Alajuelense? ¿Siente que ese fue lo que termina golpeando para que se dé su salida?
“Empezó a notarse en el momento en que se dieron algunos empates. Nunca nos alejamos de pelear por el primer o segundo lugar, pero con esos empates empezó cierto ruido”
“No sé si fue externo que caló en lo interno, o si lo interno se trasladó a lo externo. Había una sensación, yo tenía la sensación de que había inquietud, producto de esos empates, sobre si estábamos en la condición y si teníamos —quizás es imaginación mía— el control de todo”
“Nosotros teníamos absolutamente todo controlado”
“Hay maneras de interpretar los empates: varios de esos empates se dieron porque no fuimos certeros, no porque jugáramos mal, sino porque fallamos muchas opciones de gol”
“Creo que por ahí comenzó un poco esa inquietud, esa duda de que quizás no alcanzáramos el primer lugar, o que con tanto empate ni siquiera nos mantuviéramos en el segundo”
“Y que, además, perdiéramos el factor casa”
“Entonces creo que hubo inquietud, no sé si originada de afuera hacia adentro o de adentro hacia afuera.”
¿Cómo vivió el convivir con Óscar Ramírez todos los días en el CAR?
“Yo siempre lo vi tranquilo, porque Óscar, prácticamente, las veces que entrenábamos me lo topé un par de veces nada más”
“Su función como coordinador de ligas menores, creo que se daba más durante las mañanas, y en las tardes se quedaba en su oficina repasando cosas, videos, esas cosas”
“Las veces que me lo topé siempre fue así. Somos compañeros de Italia 90, hay un respeto mutuo por lo que ambos hemos hecho como jugadores y como entrenadores. Y uno sabe también el peso histórico que, bien ganado, tiene Óscar dentro de la Liga. En ese sentido, esa fue la comunicación que tuvimos: muy poca.”
¿Siente que los extranjeros le quedaron a deber? En la última final no fueron tomados en cuenta
“Yo creo que uno tiene que perder casos como el de Larry Angulo”
“Vi que durante varios tramos, hasta antes de que nos fuéramos, fue muy cuestionado. Nosotros lo conocíamos y sabíamos que había que tener paciencia para que diera su forma ideal, lo cual logró el semestre pasado, cuando tuvo un rendimiento espectacular”
“Aunque este semestre no fue tan vistoso a simple vista, en nuestras estadísticas seguía siendo muy importante para desplegar el juego que hacíamos, sobre todo en el Morera Soto”
“Teníamos que volcar más gente al ataque y liberar más zonas defensivas para que él hiciera coberturas”
“Eso el ojo común no lo ve, pero sus números fueron muy buenos. Además, cuando uno trae ciertos jugadores, es para juegos finales. En la final centroamericana, 1-0, ¿el gol de quién? De él, por el área”
“En la final de copa, 1-0 en el Nacional, persigue una pelota que muchos hubieran dado por perdida y provoca el penal de Leo”
“Aparte de eso, hay otros datos que tenemos”
“Pero después viene lo otro: los gustos”
“Un entrenador prefiere un perfil distinto de jugador”
“Así te puedo hablar casi que de todos”
“En la final contra Heredia, ganábamos 2-0, teníamos el partido controlado y no nos habían llegado, producto también de sus coberturas laterales y verticales”
“Lo tuvimos que sacar porque tenía amarilla y una falta pudo haber sido roja. Lo sacamos, y en esa zona vino la jugada del 2-1”
“A lo que voy es que fue un jugador muy importante. Si luego el cuerpo técnico nuevo pensó que otro podía hacer esa función, ya eso son gustos. Nosotros no podíamos hacer nada.”
¿Cómo evalúa la labor de Javier Santamaría? ¿Tuvo que tomar decisiones como director deportivo?
“Yo nunca le pasé a Santamaría por encima, nunca”
“Lo que pasa es que teníamos muy claro, según nuestro criterio, los perfiles de jugadores que tenían que llegar a la Liga una vez hecha la primera reconstrucción. Y no solo hablo de jugadores extranjeros, también de jugadores locales”
“Recuerdo muy bien que cuando terminó el torneo pasado, había que moverse rápido y hubo bastante recelo con traer a Aarón Salazar, y poca esperanza con Washington Ortega”
“Javier lo veía, y decía: ‘Me parece bien, vamos’. Así que absolutamente, nunca le pasé por encima a Javier”
“Eso siempre estuvo claro para mí”
“A estas alturas, si llego a un club, tengo que tener cierto grado de voz y voto. No puedo, después de haber sido campeón en tres confederaciones diferentes —CONMEBOL, CONCACAF, Asia— y en mundiales, quedarme sentado esperando a que me digan: ‘Vamos a traer a Keish, a José’”
“Tengo que tener una voz, y eso fue lo que hice”
“Si esa voz convenció al director deportivo y a la junta directiva, fue por eso. Pero no, lo teníamos todo muy claro.”
“El equipo nuestro en la Liga fue ganador, y eso se ve en las estadísticas. Contando el torneo nacional, son 73 partidos oficiales: 39 triunfos, 27 empates y apenas 7 derrotas”
“Eso es un 65.7% de rendimiento”
¿Por qué Alajuelense tiene una barrera mental o deportiva para encontrar el campeonato de primera división?
“Yo no veo cuál barrera”
En el tiempo que tuvimos, fuimos el equipo que más veces quedó en primer lugar de puntaje en los torneos”
“Sumando todo, fuimos el equipo que más puntos sacó. Lo que nos faltó fue esa pizca que a veces se necesita para ganar un partido final”
“Cuando uno tiene ese rendimiento como cuerpo técnico, uno entiende que a veces se gana, y otras veces, por más bien que se juegue, no se gana”
“Las veces que no jugamos bien fueron pocas. En el fútbol local, creo que hay que plantear el campeonato considerando las pocas canchas buenas y el resto, que no lo son”
“No estoy criticando a nadie, pero para lo que pretendíamos hacer, cuando jugamos en buenas canchas —como en la Copa Centroamericana— se vio el rendimiento: fuimos dominantes en todas”
“Eso, con el perfil de jugadores que teníamos, era lo que buscábamos”
“Por ahí va la cosa.”