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Joao Maleck: "Salí de México para volver a ser feliz en cancha"

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Joao Maleck, goleador en Costa Rica: "Salí de México para volver a ser feliz dentro de la cancha" (3:16)

El delantero de 26 años firmó en Costa Rica con Guadalupe, club recién ascendido, ya lleva dos goles en tres partidos y ha dejado grata impresión (3:16)

El delantero de 26 años firmó en Costa Rica con Guadalupe, club recién ascendido, ya lleva dos goles en tres partidos y ha dejado grata impresión

Joao Maleck vive en Costa Rica un capítulo que él mismo define como una etapa de crecimiento personal y profesional.

El delantero mexicano de 26 años, hoy figura de Guadalupe FC, ha encontrado en el fútbol tico algo que sentía que le faltaba en su carrera: tranquilidad, motivación y felicidad.

Con dos goles en sus primeros tres partidos, ha dejado muy buenas impresiones y se perfila como uno de los hombres importantes del equipo recién ascendido.

“Mi llegada a Guadalupe se dio por mi interés de venir al fútbol de Costa Rica desde hace un año, cuando aún estaba en México. Desde que supe del interés del equipo, acepté. Tenía conocimiento de la liga, de los equipos y de la competencia, así que busqué mi salida del club en el que estaba para poder venir. Estar aquí siempre fue uno de mis principales objetivos y ahora que lo logré, soy muy feliz”, relata Maleck en entrevista exclusiva con ESPN, que desde el primer día se integró con determinación y disciplina, incluso adaptándose a entrenar desde las 4 o 5 de la mañana.

Un fútbol que lo convenció

El atacante sabía que llegaba a una liga intensa y de calidad, pero confiesa que vivirlo en primera persona le ha sorprendido.

“El fútbol de Costa Rica es muy grande. Creo que se le debería dar más atención internacionalmente. Aquí hay buenos jugadores y mucho nivel. Conocía a figuras como Keylor Navas, Bryan Ruiz y Joel Campbell, y siempre he respetado a la selección tica por los buenos partidos contra México”, comenta.

Maleck también reconoce que otros mexicanos que pasaron por el país fueron referencia para él.

"Cubo Torres es de mi ciudad, Guadalajara, y sé que le fue bien aquí. También conocía del ‘Kikin’ Fonseca y de otros compatriotas. La liga es muy llamativa para un jugador mexicano”, añade.

Dos goles que valen más que cifras

Su inicio ha sido prometedor. En tres partidos ya suma dos goles y la confianza por las nubes.

“Fue un desahogo, un alivio y un inicio importante. Me he sentido cómodo y desarrollándome como me gusta. Esos primeros dos goles en Costa Rica nunca se me van a olvidar, pero ya pienso en los que siguen. Vine para competir al máximo nivel y hacer la mayor cantidad de goles posibles”, asegura, aunque insiste en que su prioridad es lo colectivo:

“Si puedo aportar con goles, mejor. Siempre busco romper récords personales y colectivos”.

Dejar México para encontrar paz

Maleck no esconde que su salida de México fue una decisión pensada y necesaria. “El fútbol mexicano es de mucho nivel, pero buscaba algo diferente en mi vida. Sentía que necesitaba un respiro, concentrarme solo en jugar y compartir más con mi familia. No es que no vaya a volver, pero ahora estoy enfocado aquí”, confiesa.

Hoy disfruta de un ritmo de vida más tranquilo junto a su esposa e hijo. “Aquí la vida es más pausada, no es como Guadalajara o Ciudad de México. Estoy tranquilo, feliz, disfrutando de mi familia”, dice.

En su etapa en México, Maleck vivió un periodo complejo fuera de las canchas que lo mantuvo alejado del fútbol profesional, incluyendo un tiempo en el que debió cumplir una condena en prisión antes de retomar su carrera.

Tras superar ese episodio, regresó al deporte con paso por clubes como Deportivo Cafessa, Coras Fútbol Club y Tepatitlán F.C., experiencia que hoy complementa con su presente en Costa Rica.

Madurez y resiliencia

A sus 26 años, asegura que vive su mejor momento personal. “Ya no soy un juvenil; ahora me enfoco en mi familia y creo que estoy entrando a mi mejor etapa futbolística. Salir de la zona de confort te hace crecer”, reflexiona.

Maleck incluso visualiza esta experiencia como un trampolín para regresar a una liga de mayor proyección. “Vine a consolidar mi carrera, dejar mi huella y, por qué no, usarlo como trampolín para llegar a Europa”, señala, aunque insiste en que vive el día a día.

Su mensaje está cargado de aprendizajes. “Hay que superar las adversidades con fe y esfuerzo. Me enfoco en ser buen padre, buena persona y ejemplo para los jóvenes”, afirma.

Un presente que lo llena

El mexicano valora cada entrenamiento, incluso los más exigentes. “Antes a veces iba con pereza, ahora lo veo como una bendición”, dice, convencido de que Costa Rica le ha devuelto la felicidad que buscaba.

Maleck no olvida a su país natal, pero sabe que esta oportunidad llegó en el momento justo. “Extraño a mi familia, mis amigos y la comida, especialmente los tacos, pero aquí me siento pleno. Volví a ser feliz dentro de la cancha, encontré paz mental y madurez para rendir al máximo”, concluye, con un título para su historia personal que resume todo: Resiliencia.